𝑻𝒖 𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.

▪︎ Capítulo XXXI ▪︎

Marinette iba en el avión rumbo a Nueva York, su vista estaba fija en la venta y mientras sus lágrimas se deslizaban silenciosamente por sus mejillas  recordaba todo lo que le estaba pasando, lo que estaba viviendo, el pensamiento más constante era su esposo, al que amaba con todas sus fuerzas, pero se sentía tan decepcionada y dolida...

— Todo iba tan bien entre nosotros... eramos felices... creí que me amabas tanto como yo te amo a ti... ¿por qué lo hiciste Adrien? ¿por qué jugaste así conmigo y con mis sentimientos?... —decía en su mente y sus ojos se inundaban cada vez más haciendo desbordar sus lágrimas.

Tiempo más tarde el avión aterrizó en tierras americanas, Marinette se había propuesto que partir de ese momento haria todo lo posible por olvidar a Adrien Agreste para siempre.

La joven ojiazul bajó del avión sintiéndose  mal, estaba levemente mareada y sentía su estomago revuelto sumado a eso tenia intensas nauseas.

— Seguramente fue por el vuelo o quizás todo el estrés y los disgustos que he estado viviendo me estan pasando factura —pensó ella sobando su estomago

— ¡Marinette! —se escucha la voz de un hombre a la distancia. Al escucharlo la azabache empieza a buscarlo con la mirada

— ¡Luka! —exclamó alzando la mano cuando al fin pudo verlo

— Marinette que gusto verte —dijo con una sonrisa en en su rostro el chico

— Lo mismo digo —respondió la de mirada cielo con una sonrisa forzada y de pronto su malestar empeoró

— ¿Que pasa Marinette? ¿Mari? —preguntó alarmado él y en ese momento la joven se desvaneció en sus brazos perdiendo el conocimiento— Marinette, ¡Por Dios Marinette reacciona!

El joven de mechas azules se preocupo mucho al ver como la azabache se desmayó en sus brazos, rápidamente la cargó y la subió a su auto en el asiento del copiloto para luego ponerse en marcha.

— Resiste Marinette, ya estamos por llegar —decía el joven tomando la mano de la chica

Al poco tiempo llegaron al hospital, que por cierto no estaba tan lejos, Marinette continuaba inconsciente

— ¡UN DOCTOR! ¡Necesito un doctor! —exclamó alarmado Luka con la joven cargada en sus brazos

— ¿Que le sucedió? —cuestiono un doctor acercándose a ellos

— No, no sé... estábamos... hablando y de pronto se desmayó —dijo con preocupación y alarma en su voz, temía que algo pudiera pasarle a Marinette— ¿Ella estará bien verdad?

— Rápido una camilla para la señorita —ordenó el médico

Unos enfermeros llegaron con la camilla se acercaron a Luka y le pidieron que acostara a la joven en la camilla para luego llevársela hasta perderse de la vista del joven ojiazul.

— ¿Sabe usted si ha tenido algún tipo de síntomas o si está enferma?

— Mmm... no, solo se que estuvo bajo mucha presión y estrés por su trabajo

— Eso podría ser la respuesta a su desmayó, de igual forma le haré un chequeo para descartar otras causas. Luego vendré a darle información

— Si doctor, gracias

Luego de un rato Marinette ya había despertado, en el dorso de su mano se encontraba una aguja que se conectaba a una manguera que a su vez se conectaba a una bolsa de suero

— Que bien que ya haya recuperado el conocimiento, ¿como se siente señora?  —preguntó el doctor entrando a la habitación

— Mejor doctor, ¿puede decirme que me sucedió?