▪︎ Capítulo XIII ▪︎

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— Marinette ¿qué estás haciendo aquí? —Pregunté con nerviosismo

— Quiero invitarte a desayunar, intenté llamarte, pero tu celular está apagado

— Así claro, es que no se donde lo deje —dije mientras rascaba mi nuca

— ¿Adrien por qué estas tan nervioso? —preguntó, ¿eran tan obvio que estaba nervioso?, supongo que si

—Reí con nerviosismo— ¿Nervioso yo? Para nada, solo me sorprendió verte

— ¿Me dejas pasar?

— Si, si, si pasa

— Adrien quiero que pasemos este día juntos, no hemos podido vernos, tú tienes mucho trabajo y yo he estado ocupada con los preparativos de la boda

— Si... em... si tienes razón

— ¿Adrien esta todo bien? Te noto muy nervioso, quizá un poco angustiado

— Claro que no, ideas tuyas

— Hay algo que me estas ocultando y quiero saber que es

— No te oculto nada —justo en ese momento se escuchó un ruido proveniente de mi habitación, al escucharlo trague grueso, si descubre a Ashly todo mi plan se va a la basura

— ¿Que fue eso? ¿Hay alguien en la recámara? ¿Estabas con alguien más?

— No, por supuesto que no, seguro fue el viento dejé la ventana abierta —ella me veía incrédula ante mis palabras, así que acercó lentamente y beso sus labios— no pasa nada. Voy a darme una ducha y luego nos vamos ¿te parece?

— Esta bien

— Esperame aquí, no quiero que veas el desastre que tengo en mi habitación

— ¿Desastre?

— Si, soy muy desordenado créeme, espérame aquí —le dije y luego me dirigí a mi habitación, cerré la puerta con seguro — Oye ¿quien te prestó mi bata? —le dije en voz baja

— No te enojes, fue lo más cómodo que encontré

— ¡Vaja la voz! —le exigí casi en un susurro. Estaba por decirle algo respecto a mi bata, cundo mi mirada se posa en el suelo y el vaso roto— ¿Qué pasó? —pregunté viendo el vaso y luego a ella

— Se me cayó el vaso de agua y se rompió

— Te estoy diciendo que bajes la voz

— ¿Por qué?

— Tienes que irte ya

— Pero primero tengo levantar los pedazos del vaso, podría causar un accidente

— No importa, deja yo lo levanto, tú tienes que irte, vístete

— Pero aún no desayunamos

— No vamos a desayunar, al menos no juntos. ¡Vístete, ¿que estás esperando?! Una invitación

— ¿Que pasa? Porque tanta prisa

— ¡Marinette está afuera!

— ¿Quién es Marinette?

— Mi novia, y no puede verte aquí

— Y como se supone que me voy a ir si ella está afuera

— Por la ventana

— ¡Que!

— Shhh, baja la voz

— Estas loco, no me voy a bajar por la ventana, esta un poco alto, me puedo quebrar un pie y tú no vas a pagarme un Psicologo por el trauma que se va a ocasionar si me tiro de aquí

𝑻𝒖 𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora