ADVERTENCIA: ESTA RESEÑA CONTIENE SPOILERS.
Datos:
Título del libro: Violet y Finch.
Autor: Jennifer Niven.
Editorial: Destino.
ISBN: 8408141422
Año de publicación: 2015.
Número de páginas: 400
Sinopsis:
Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse? Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.
Mi opinión:
¡Hola mundo!
Hoy, más que reseñar un libro, vengo a debatir sobre dos temas sobre los que ya he hablado en mis libros y conferencias: el suicidio y la depresión.
Para empezar, hay que decir que descubrí esta joyita (porque sí, «Violet y Finch se han quedado para siempre en mi corazón, y en mi estante de libros impresos preferidos) primero en película, la cual, no me dejó para nada satisfecha, por lo que fui y busqué su versión impresa.
Al principio me propuse leer este libro desde la perspectiva de una psicóloga, pero luego, y debido a mis propias experiencias de vida, me fue imposible no sentirme identificada, a ratos con Finch, a ratos con Violet, y al final sí, pude verlo desde el lente de la profesionista que soy, y llegar a la conclusión de que el tema de la depresión y el suicidio siguen siendo un tabú, más todavía, que a los supervivientes del suicidio (que es como se les llama a los que han intentado suicidarse pero por x o y razón no lo logran, o a las personas muy cercanas a otras personas que sí llevaron a cabo el acto de suicidarse y lo consiguieron) no se les da la más mínima atención, es más, se pretende que sigan con sus vidas como si nada hubiera pasado.
Y es que a los muertos por enfermedad, accidente o cualquier otra circunstancia les rendimos grandes tributos, pero a los suicidas, no. En primera porque suicidarse es un pecado mortal, en segunda porque ante la sociedad eso es de pendejos, idiotas, payasos o enfermos mentales, y resulta muy deshonroso para la familia o los allegados. Lo cierto es, que los cabrones hijos de puta son todas aquellas personas que se atreven a juzgar a los suicidas, porque la realidad es que nadie conoce las razones que impulsan a cada quien a llegar a ese extremo, a no encontrar otra salida más que esa.
Por otra parte, tenemos el tema de la depresión, y esto es algo que si bien hoy en día pareciera ser algo de lo que se habla con mayor libertad, la verdad es que todavía está muy estigmatizado, sobre todo porque se sigue teniendo la idea de que ir con el psiquiatra es para locos, y tomar antidepresivos es para gente incompetente que no puede con la situación. Sin embargo, señoras y señores, esto no es así, y es que para que una persona caiga en la depresión requiere de muchos factores a su alrededor, además de ciertos fallos químicos en el cerebro. No es por gusto lo de los antidepresivos, y estos, solo puede recetarlos o un psiquiatra o un médico.
Y por último, pero no menos importante, está el tópico del superviviente del suicidio. Lo cierto es que yo nunca me había parado a pensar en este punto, y eso que yo soy una superviviente, tanto por haber sobrevivido al suicidio de una amiga como a siete intentos propios. Jamás he llevado terapia para ninguno de los dos casos, pero creo que lo haré en citas venideras con mi psicóloga. Porque creo que es importante, si algo aprendí de Violet es que tratar el tema resulta liberador y sanador para el alma.
Respecto al libro, solo puedo decir que lo lean, que entenderán muchas cosas de la depresión, otras quizá no lo hagan, pero definitivamente tendrán otra perspectiva del suicidio.
Así que venga, los animo a enfrentarse a Violet y Finch.
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DETRÁS DE LA TECLA
RandomBlog literario dedicado a hacer reseñas tanto de libros publicados por editoriales como de historias en Wattpad o en cualquier otro sitio o blog. BENBENUTO Que tu estancia aquí sea placentera, y que mis letras logren llevarte a la reflexión, al anál...