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Su cabeza daba vueltas, no era conciente en dónde se encontraba, en qué situación estaba, solo estaba muy mareado y no reaccionaba. Había alguien sonriéndole, una sonrisa encantadora podría decir al principio. Volvió a cerrar sus ojos sintiendo su mirada pesada, cuando los abrió todo fue más claro y aterrador, su cuerpo estaba inmóvil, atado a una. Levantó su mirada encontrándose con el responsable de que estuviera en este sitio desconocido.

Ese no era su vecino, su vecino jamás lo miraría con una sonrisa aterrorizante, su vecino jamás lo llevaría a un sitio que no conoce, su vecino jamás lo drogaría, su vecino jamás le haría nada malo.

— Yoonie, precioso... Ya despertaste

En sus ojos había locura, deseo de algo que solo de el podría obtener, no comprendía el porque, aún no reaccionaba bien.

— Ho...

— Tranquilo, bonito — su mano paso por la mejilla del pálido, depósito un beso en sus labios, este no reaccionó. En otra ocasión ese beso le resultaría de una manera tierna, incluso causarían que sus mejillas estuvieran rojas pero, ahora mismo estaba confundido — Estás a salvó, Yoonie... Yo te cuidare muy bien, nada malo de va a pasar si te portas bien conmigo

— ¿Dónde estoy? — pregunto desorientado.

— Lejos de cualquier mal, estás solo para mí y yo para ti

— Ho, esto está mal-

Fue interrumpido por los labios del que antes era su vecino. Sus labios eran peculiarmente dulces, no sabía si era el efecto de la sustancia que tenían las galletas o en verdad lo eran.

Hoseok lo desató de la silla mientras su presa seguía con sus labios, una vez suelto lo cargo y lo llevo una parte de lo que era a habitación. Pudo notar que todo estaba oscuro, no podía visualizar con perfección.
De pronto sintió una base suave y cómoda, la luz fue encendida, una lámpara vieja, la cama era vieja, parecía que los muros de dónde se encontraba eran viejos.

— Hoseok, por favor déjame salir

— Cariño, el mundo está lleno de peligros, ya no quieres estar rodeado de gente mala

Sus manos fueron tomadas a la fuerza, intento patear pero se detuvo al momento que sintió un dolor fuerte en sus muñecas, un dobles más y probablemente terminaba sin manos.

— No te muevas, debes quedarte quieto

Sus lágrimas salieron por el dolor que estaba sintiendo, la mirada de Hoseok no era la misma, sentía miedo, miedo de la persona que creyó que le gustaba.
Puso cadenas en sus muñecas y pies, lo encadenó a la cama evitando cualquier movimiento.

— No llores, cariño... Es por tu bien, si obedeces puede que te deje salir al comedor, estar en mi habitación, tal vez te dé más libertades en la casa — sus labios chocaron ahora con los temblorosos de Yoongi — Pero ahora no comprendes el porque estás aquí, no entiendes que te quiero para mí, que te amo y quiero lo mejor para ti, no quiero que salgas lastimado allá fuera.

— Hoseok, esto no está bien, te pueden meter a la cárcel, tu necesitas ayud-

Un golpe resonó por la habitación, su mejilla comenzó a doler, sus lágrimas salieron ahora sin ningún control. Hoseok llevo su mano ahora a su mentón y lo miro seriamente.

— Cariño, no digas cosas de las que te puedes arrepentir, vivirás ahora bajo mis reglas, haras lo que yo diga, no podrás negarte y no te gustará hacerlo

— E-Estas enfermo

Otro golpe en su rostro, sintió un líquido caliente escurrir por su boca, su labio estaba roto.

— No digas cosas de las que te puedas arrepentir, Yoonie

Hoseok sonrió de una forma que causó escalofríos en el cuerpo de Yoongi, apagó la luz y se fue.

El cuarto era oscuro, no podía estirarse mucho ya que las cadenas no alcanzaban hasta la lámpara, solo se pudo acostar y llorar, el miedo lo invadía, quería ir a casa a pesar de no tener a nadie esperándolo.

Sr.Sunshine || HopeGaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora