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En la silla mesía en sus brazos al cuerpo maltratado de Yoongi. Otra vez le había puesto la venda, no quería que intentara escapar de nuevo, era su dulce angelito, su tesoro. Odiaba tener que castigarlo de tal manera, lo había desobedecido, había golpeado y causado una cortada en su cara, si que lo saco de sus casillas.

Lo dejo en la cama una vez a aseguró que había dejado de temblar y se había quedado dormido. Fue cuidadoso ya que pensaba que su cuerpo pronto se quebraría, había moretones por todos lados, intento no pegarle en su cabeza, no quería matarlo.

Salió de la habitación y apagó la lámpara.
Cerró la puerta con seguro por fuera, guardo la llave en su bolsillo, fue al baño y lleno una tina con agua mientras se ponía a buscar una esponja y trapo. Llevo los utensilios de limpieza al cuarto que anteriormente había entrado Yoongi, limpió la sangre que había soltado este mismo, no quería que quedará manchado.

El agua se torno roja de un momento para otro, el piso ya estaba limpio. Fue al patio de frente, estaba todo oscuro aunque las lámparas hacían que fuese una noche hermosa, regó sus plantas con el agua en sangre y la que sobró la hecho por el retrete.

Toda la noche estuvo cocinando galletas, galletas que sabía que le gustaban a su pequeño angelito, dulce galleta con chispas de chocolate. Había pensado detenidamente que chocolate le gustaba más, hacía unos gestos muy hermosos cuando era chocolate blanco, le causaba una sonrisa cuando era chocolate normal, sus piernitas se movían cuando era chocolate de colores y se las acababa más rápido cuando era chocolate amargo.
Hizo varias, 5 de cada una, no quería perderse cada expresión de su pequeño angelito.

A la mañana siguiente se levantó, preparo el desayuno, pan tostado con piel estaría bien, un poco de café y galletas. Bajo hasta el sótano donde estaba su bello angelito, abrió la puerta y encendió la luz principal. Sollozos se escuchaban al igual que quejidos. Dejo el alimento en una mesita y fue tranquilamente hasta el pálido.

Temblaba de miedo al saber que estaba cerca, su cuerpo dolía, no podía moverse y mucho menos podía ver por la venda que fue retirada por Hoseok.

Observó los ojos llorosos y atemorizados, había algunos golpes en su carita causados por el, lloraba como si fuese un niño pequeño.

— Buenos días, cariño~ te prepare el desayuno y traje tus galletas

Lo cargo con mucho cuidado de no lastimarlo, aunque al hacer contacto con su piel Yoongi soltó un grito de dolor, sus lágrimas salían sin algún control.

— ¿Te duele, pequeño? ¿Dónde te duele, Dulzura?

Intentaba hablar pero las palabras no le salían, eran inútiles balbuceos.

— Respira ondo, cariño... No entiendo lo que intentas decirme

— t-to-todo — chillo volviendo a la misma posición en la que se encontraba.

— Necesito que me ayudes a acomodarte, necesitas comer

Negó, tenía mucho miedo y dolor, no podría hacer el más mínimo esfuerzo.

— Vamos, cariño — acaricio su cabello y beso su mejilla mojada — No quiero lastimarte, yo te amo mucho... Ya tuviste suficiente en la noche

Nuevamente se negó. soltó un suspiro, no quería perder la paciencia, sabía que era doloroso ya que le había golpeado con un palo sin medir su fuerza.

— Vez prometo que intentaré no lastimarte...

Lo intento cargar de nuevo provocando los gritos de dolor de Yoongi. Lo llevo hasta la silla y lo acomodo de manera que estuviera sentado en sus piernas. Lo abrazo con delicadeza, intento calmar el llanto de su angelito.

— Cariño, ya no llores... Primero come, en un momento atenderé tus heridas

— ¡Duele!~

— ya amor... Se te va a enfriar la comida

Paso un buen rato abrazando a su pequeño, acariciaba su cabello y esperaba a que el llanto acabará. Desconocia el tiempo que pasó en esa posición, solo supo que el llanto ahora eran pequeños sollozos he hipidos.

— Vamos, cariño... Come un bocado

Acercó el pan tostado con miel encima, dudoso abrió la coma y mordió el pan haciendo que las migajas calleran. Hoseok sonrió al ver que su pequeño comía.
Alimento hasta que este mismo se acabará, le dió beber la leche y después acercó una de las galletas. Pudo notar que Yoongi hizo su cara a un lado, no quería comer sus galletas, las galletas que el con tanto amor hacia para su pequeño, las galletas que le gustaban mucho.

Nuevamente acercó la galleta esperando que está vez si comiera pero seguía obteniendo una respuesta negativa.

— ¿Por qué no comes la galleta? Tienes que comer la galleta, come la galleta

— La última vez que la comí, desperté en este lugar...

— Come la galleta, Yoon...

No abrió su boca, fue como si el mundo de Hoseok se hiciera una grieta en el, estaba rechazando sus galletas, no iba a soportar eso.

Estiró su cabello causando dolor, se acercó a su cara y lo miro a los ojos, parecía perturbado, sonrió de una manera que Yoongi podría jurar que estaba loco, demente, perdiendo la cabeza.

— Cariño, vas a comer las galletas, no quiero que dejes ni una pisca ¿Comprendes?

— H-Ho...

— Es Hobi

— Hobi... Y-Ya no tengo hambre...

Tan cerca y sonriendo, el corazón de Yoongi estaba latiendo muy fuerte, tenía miedo de que le hiciera algo por no comer la galleta, estaba aterrado por la cara de Hoseok, sonreía sin moverse, es como si se hubiera quedado congelado.

En el momento que menos lo espero, Hoseok lo aventó al suelo, nuevamente aquel dolor en su cuerpo se hizo presente y ahora con más intensidad por la caída. Escucho algo romperse y al mismo tiempo un golpe en su espalda.

Hoseok le había quebrado el plato en su espalda, estaban todas las galletas tiradas cerca de el.

— ¡¡No quieres la galleta!! ¡Prepare las galletas para ti! ¡¡A ti te gustaban mis galletas!! Son tus favoritas — Se levantó y comenzó a gritar por todo el lugar, estirando su cabello y buscando una pared para golpear su cabeza — ¡No come galletas! ¡Debe de comer galletas! ¡¡Yo hice las galletas!!

Asustado y estando en llanto no podía pensar bien, su cuerpo temblaba y no quería escuchar los gritos de Hoseok, mucho menos los golpes que se daba en la pared.

Intento levantarse pero el dolor se lo impidió haciendo que cayera de nuevo al suelo,estiró su mano agarrando una de las galletas.

— H-Hobi... Hobi, comeré la galleta...

Este lo ignoro y siguió golpeando su cabeza que ahora sangraba.

Metió el pedazo de galleta en su boca y comenzó a comer. Por arte de magia Hoseok miro de otra manera a su pequeño ángel tirado, comiendo la galleta entre lágrimas. Sonrió de una manera más dulce, más calmado, se notaba feliz. Se acercó y se puso a su altura.

— Mi angelito~ ¿Está rica la galleta? ¿Te gusta?

Asintió con dificultad, no pudo terminar de comerla ya que las fuerzas se le fueron, el dolor ya no lo dejaba hacer la más mínima fuerza. Hoseok noto que ya no estaba nada bien, su espalda sangraba mucho y estaba temblando mucho, se paró y salió de la habitación, necesitaría un botiquín y algunas pastillas para el dolor. Creía haber ido rápido pero en cuanto volvió solo encontró el cuerpo de la persona que más adoraba sin reaccionar, estaba desmayado.

— Cariño, me hubieras esperado...

Sr.Sunshine || HopeGaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora