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El doctor veía con preocupación el estado en el que se encontraba Yoongi, le era muy difícil de creer que pudiese estar con vida aún,  su cuerpo rechazará la comida que se le daba por más que fuera en cantidades pequeñas, su estómago no podía soportarlo tanto.

Intento explicarle a Hoseok que si seguía de ese modo en cualquier momento podría tener un colapso y morir, cualquier enfermedad leve como una pequeña gripe podía hacer que ya no siguiera con vida. No podía hacer más que darle vitaminas, sueros y comida ligera.

— Entonces... Tiene oportunidad de salvarse ¿Cierto?

— Su estado es sumamente preocupante, está siguiendo una buena receta, los vomitos pueden que duren un tiempo pero es mejor que los eviten, parece tener anemia pero eso se podrá notar un poco más ya que obtenga algo de peso. No tengo idea de lo que le sucedió para que esté de ese modo pero el chico no parece querer vivir, le recomiendo que lo lleve con un psicólogo y que acuda a un nutriólogo

— Entiendo

Salieron de la habitación dejando que el paciente durmiera. Hoseok ya tenía preparado el destino del doctor que no recibiría su paga, no hace falta decir que pasó con el señor que había viajado desde la ciudad hasta una parte del bosque.














Se intento levantar pero no sé pudo sostener del todo bien, volvió a caer sentado en la cama soltando un suspiro de cansancio, ya no podía seguir haciendo eso, se comenzaba a marear. Hacía tiempo que no se paraba o caminaba, Hoseok se tomó la tarea de mover sus pies y hacer masajes todos los días para que estos no se entumecieran y aún así le era muy difícil hacer algo tan común.

— Tu puedes cariño, solo intenta sostenerte de la mesa y no lo hagas tan rápido que provocas los mareos. — intento animar Hoseok mientras veía desde la puerta.

Yoongi por otro lado su corazón latió fuerte, no esperaba que lo estuviera viendo ¿Y si se molestaba? ¿Y si pensaba que intentaría escapar? Tenía miedo que en cualquier momento enloqueciera como solía hacerlo y le hiciera daño. Ho por otro lado, estaba feliz de que su pequeño ángel intentará levantarse, era como un gran avance después de tanta mierda.

— Vamos, ¿Qué esperas? ¿Quieres que te ayude?

— ¿No estás molesto?... — Pregunto con inseguridad. X

— Me pone feliz que lo intentes

Le era extraño, su sonrisa le seguís pareciendo muy bonita, pero temía cuando podría cambiar a una sádica y desquiciada.

Algo inseguro volvió a pararse pero esta vez con éxito, se sostuvo de la mesa indicada, sus piernas temblaban y sentía que si alrededor comenzaba a dar vueltas, parpadeo dos veces lentamente esperando a que pasará lo que le ponía mal.

— Tranquilo, estoy aquí — Un susurro se hizo presente. Ahora unas manos lo sostenían por la cintura evitando que se cayera — ¿Puedes caminar o quieres volver a sentarte?

No hubo respuesta, solo se quedaron en esa posición por unos minutos hasta que por fin tuvo el valor de dar un paso, lo fue soltando ya que iba dándose cuenta que había dominado el caminar.

— Si te duele algo o sientes algún malestar por favor dime

Fue como si Yoongi lo ignorara aunque este lo hubiera escuchado atentamente.

— ¿Quieres ver la casa?

Ahora lo miro a los ojos, en realidad el nunca supo donde se encontraba, no sabía nada.

La casa era de madera, amplia aunque pequeña, dos habitaciones, dos baños y la cocina y la sala estaban juntas, parecía algo hogareño y eso lo hacía más acogedor ya que se podía notar el cuidado.

Cuando salió a fuera se quedó sorprendido, había grandes pinos que le causó nuevamente mareos, el aire fresco que fue como un golpe a sus fosas nasales, el sol que participo en los mareos, nublo su vista y sintió lo caliente cuando topo con su piel.

Su cuerpo comenzó a temblar, no sabía dónde estaba, porque estaba ahí, porque no podía estar en su casa viendo películas o tomando un café. Era tan evidente que estaba desorientado, Hoseok aun lo sostenía y admiraba como el mimo se perdía entre el paisaje y los dolores sentimentales y no tan saludables. 

— Tranquilo cariño, ahora estarás bien conmigo, yo te cuidare como siempre debió de ser

Lo levantó llevándolo dentro de la casa, aun era tan fácil cargarlo, aunque había ganado un poco de peso este seguía sin darle la fuerza suficiente o la dificultad de cargarlo. 

Lo sentó en la barra que tenía la cocina, amaba tanto aquellos ojos sin vida, oscuros y cristalinos, tan claro era su batalla interna llena de preguntas y melancolía. 

— ¿Quieres hacer algo? tal vez podamos ver una película, armar un rompecabezas o tal ves quieras pasear dentro de la zona

— ¿P-Por qué estamos en un bosque? ¿Dónde esta mi casa? 

Ahora esos ojos sin vida lo miraban con lagrimas, ya no podía con aquella impotencia de estar lejos de casa, ni siquiera sabía si seguía teniendo una casa.

Los labios de Hoseok toparon con los suyos haciendo que le tomara atención.

— Esta es tu casa ahora, aquí nadie te hará daño, no debes porque temer

Pero temía, tal vez la primera imagen de Hoseok hacía el fue hermosa, el señor Sunshine tan amable, tan gentil y adorable, pero la primera vez que fue secuestrado tuvo miedo, aquella imagen tan bondadosa que tenía de el se corrompió a un ser de maldad pura, ya nunca podría verlo de la misma manera, tal vez su ser débil y tan dañado necesite a alguien a quien apegarse , pero solo estaba el, solo ellos dos en medio de la nada.

Sr.Sunshine || HopeGaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora