Capítulo 28

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Cristian POV

Me convierto en un acosador cuando regreso a la habitación y miro a mi nena alimentar a Raymond ya que Christopher ya esta durmiendo después de ser alimentado. Chris como le dice su mamá es el más demandante de los dos es el que despierta primero, el que más come, físicamente son exactos, lo que les diferencia uno del otro es que Ray tiene el cabello castaño y los ojos grises y Christopher tiene el cabello cobrizo y los ojos azules y es el más tranquilo de los dos siempre espera que su hermano coma. Esto me tiene extasiado, compartir como mi Ana el bañarlos, vestirlos y dormirlos ha sido la experiencia más aterradora que he tenido, no porque no los ame, sino porque tengo miedo de no ser el padre que mis niños merecen.

Mamá me ha llamado y preguntado como estoy y muchas veces no sé como explicarle como me siento, no obstante, no quiero decirle lo de Ana y los niños, tengo que prepararlos antes de contarles, de lo contrario la odiaran siendo ella inocente. Le pedía a mi hermano y a mi abuelo que no dijeran nada que me lo dejaran a mi manejar las cosas.

Quiero hablar con Ana y evaluar su regreso a nuestro país, el problema es que la dieron por muerta y eso es un delito, tendré que hablarlo con papá.

-Te quedarás ahí mirándonos? – Pregunta mi chica sonriendo.

-Amo verte alimentar a los niños y también siento cierto de envidia, porque tu creas esa conexión con ellos que yo jamás podré tener – Le digo algo triste porque me perdí los meses de embarazo y su nacimiento.

-Los lasos padre hijos se construyen, Cristian. Ahora que estás aquí puedes crearlos. Ven Ray ya se ha dormido, sácale los gases; puedes empezar por ahí y hablarle mientras lo haces, para que se familiarice con tu voz – Ana tiene razón, empezaré a hablarles para que me conozcan.

Minutos después estoy poniendo a mi hijo en su cuna para que duerma, su madre nos mira y miro como una lágrima escapa de sus ojos. Mu vuelvo para mirarla viendo como se seca las lágrimas. La tomo de la mano y la guío al sillón para que hablemos.

-Dime, ¿Por qué lloras? – Le pregunto.

-Todavía tengo lagunas de todo lo que sucedió en estos meses y lamento que hayas pasado por todo esto y que no estuvieras al nacer nuestros hijos. ¿Qué pensaran tus padres? ¿Qué pensaran Mia y Kate? Ellos me odiaran. El que me envíen a la cárcel y perder a mis hijos me aterra – Me dice llorando.

-No, no llores. Mi familia no te odiara y mucho menos las chicas, aquí el culpable son tus padres por mentirnos a todos y a los niños los amaran –

- ¿Tú crees? – Me pregunta sorbiendo su nariz.

-Tan seguro como sé que me llamo Cristian Grey. Así que nada de llorar. Quiero que lo pienses muy bien, pero sí que lo consideres – Le digo mirándola a los ojos.

-Dime, que me pones nerviosa cuando me miras de esa manera –

-Tengo que regresar a New York y quiero que ustedes vayan conmigo – La digo serio.

- ¿Y mis padres? ¿Cómo voy a regresar? –

-Tus padres me importan muy poco, todavía estoy molesto con ellos, por lo que nos han hecho y respecto a lo de fingir tu muerte ya mi padre y mis abogados se encargaran de eso y tu no pisaras una celda – La atraigo a mi sentándola en mi regazo. El abrazo por la cintura, haciéndola que recueste su cabeza en mi hombro.

Nuestro momento mágico se ve interrumpido por esa odiosa mujer llamada Elena, ha trabajado para los Steele por mucho tiempo, pero a mi no me genera confianza.

-Lo...lo siento señor Grey, no sabía que...sólo venía a informar que la cena esta lista- Nos informa Elena. Miro a la mujer que nos mira con lo que yo creo envidia.

Renaciendo de las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora