Capítulo 6

544 69 13
                                    


Cristian POV

Ir por Anastasia a su casa fue como hacerle de adolescente, cuando vi al fulano ese me entraron unos instintos asesinos que no imaginaba tener, no con Leila los tuve. Si fue raro encontrarme al tipo que la pequeña señorita Steele ha estado evitando, reavivo mis pensamientos hacia las mujeres; sin embargo, verla como lo trataba y la reacción de Ray hacia él, se notó que no le conocía. Preguntarme si quería saber del tal Paul, fue extraño porque no somos nada y la razón por la que la invité a navegar ha sido para limar asperezas, algo del tipo de me agrada.

Ana tiene veintidós años y él debe de tener más o menos mi edad treinta o treinta y cinco años, muy viejo para la pequeña Ana, digo pequeña porque la conozco de toda la vida, siempre me pareció una chica caprichosa y mimada como Mia, pero lo entiendo es hija única y sus padres la sobre protegen como lo hace mis padres con mi hermana, no obstante, he escuchado hablar a mis padres que ha estudiado ya que ella se hará cargo de las empresas de su padre cuando él se retire, eso me sorprendió.

Ella me explica que el tal Paul la acosa desde que se enteró del origen de su familia y desde ahí no ha dejado de ir tras ella, pese a la diferencia de edad y que le ha rechazado una y otra vez, mi deber como allegado a la familia Steele es mantener al hombre alejado de ella, por lo tanto, voy a investigarlo, pero será después, porque en estos momentos ella me mira de una manera que siento que trata de descifrar mis pensamientos sintiéndome extraño.

Una sensación extraña me posee, porque suelto su cinturón de seguridad y luego el mío para sentarla en mi regazo. La acerco a mi todo lo que puedo, sin embargo, ella se acomoda a horcajadas, tocamos nuestros cuerpos sin dejar de mirarnos, manos van y manos vienen, el vaivén de sus caderas en mi pene me pone duro como granito, pero el anuncio de Taylor que hemos llegado me enfría. Estuve a punto de pedirle a Taylor que nos devolviéramos a ático y ahí hacerla mía hasta saciarme de la dulce Ana. "Salvada por la campana"

- ¡Mierda, Ana! – Expreso por la excitación, al ver su mira veo dolor en ella creo que he metido la pata.

-Deja de huir Ana. Dije eso no porque no me gustara lo que estaba pasando entre nosotros, es por esto- Miro mi entre pierna, ella sigue mi mirada; ella vuelve a mirarme y esta sonrojada y no sabemos si salir después de este desastre, ella se baja y trata de normalizar su respiración.

-Lo siento, mal interprete tus palabras. Me has ignorado durante mucho tiempo que cre...- Interrumpo su parloteo.

-Porque creíste que me había arrepentido. Mira cuando Taylor nos anunció que habíamos llegado estaba a punto de decirle que nos llevara a mi ático a terminar lo que habíamos empezado. Ahora salgamos que esos cuatro deben estar imaginando lo que no ha pasado-

- ¿Y tu amigo? – Señala mi entre pierna.

-Sal tu primero, que me encargaré de esta situación- Le respondo, así aprovecho a llamar a Welch para que investigue al tal Paul Clayton. Marco su número mientras acomodo mi ropa.

-Señor- Responde casi de inmediato.

-Welch, quiero que investigues todo lo que puedas de Paul Clayton, es británico. Quiero un informe completo para ya- Cuelgo antes de recibir respuesta.

Al bajar cinco pares de ojos me miran, solo dos pares se dirigen a mi entre pierna y es incómodo cuando uno se ellos es tu hermano mayor.

-Buenos días – Saludo a los otros cuatro.

-Creí que se habían perdido en el camino – Alude Kate sonriente.

-No tuvimos un retraso en casa- Explica Ana a su amiga.

Renaciendo de las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora