Anastasia POV
Las palabras de Cristian me siguen atormentando, me ha vuelto a despreciar, antes lo entendí por qué era una tonta adolescente y no tenía nada para ofrecerle. Ahora soy una mujer, estoy a punto de graduarme y sobre todo estoy segura de mis sentimientos hacia él, no es un capricho de adolescente, sin embargo, no soy su tipo y tampoco soy suficiente para él.
- ¡Ana, Ana! ¿Qué pasa? ¿Estas bien? – Kate me mira a los ojos ella me conoce bien, más que Mia, ella sabe que algo no anda bien.
-Si, Kate. No te preocupes estoy bien- Le sonrío para que no insista.
Apenas pruebo el desayuno, me acuesto en la tumbona más alejada de todos. Me pongo a leer un libro que me encontré para distraerme de no ver las muestras de amor entre mis amigos.
- ¿Qué pasa Ana? - La voz de Elliot me distrae de mi lectura.
- ¿Por qué crees que pasa algo Elliot? - Lo miro a los ojos enojada.
-Porque mi hermano se puso a trabajar y tu estas tratando de ignorarnos a todos. ¿Algo paso anoche con Cristian? –
Mi corazón se estruja ante sus palabras, mierda con mi indiferencia di a conocer mi malestar. No quiero hablar de lo que estoy sintiendo en este momento y menos con uno de los Grey, al menos Mia ha mantenido la distancia y su curiosidad a raya.
- ¿Por qué crees que algo sucedió? Cristian yo no somos nada –
-Lo sé. Sé que entre ustedes dos no hay nada. Pero conozco a mi hermano. Sé que esta ciego y no ve nada de lo que tiene en frente- Cuanta razón tiene, pero no lo reconozco en voz alta.
-Mira Elliot, te aprecio mucho. Yo sé que tu hermano jamás me mirara porque no soy suficiente para él. Hace mucho tiempo me pondría a llorar, pero ya no soy la adolescente que sufría por él. Tengo un futuro. Ve a disfrutar el día con Kate, no te preocupes por mi – El me mira a los ojos y yo le sostengo la mirada. Me mira unos segundos y se marcha para estar con su chica.
Es hora del almuerzo, me dispongo a ir a la cocina para preparar emparedados para todos, encontrándome a mi pesadilla, lo ignoro olímpicamente. Él no me quita los ojos de encima, yo me imagino que él no está aquí. Saco los ingredientes de la alacena y el refrigerador lavo las lechugas y los tomates, saco los aderezos y el pan, todo bajo la atenta mirada de Grey.
-Ana, yo lo siento si te lastime – Sus palabras hunden más el cuchillo, pero, yo saco entereza de no sé ¿dónde?
-Tranquilo Cristian, el tiempo en que tu podrías lastimarme ya paso. Sigue tu vida, que yo seguiré la mía – Miro a todos lados para que nadie nos escuche.
-Si lo hice, Ana... yo – Levanto la mano para silenciarlo.
-Tranquilo sólo me quedan dos semanas y luego volveré a Londres y ambos seguiremos con nuestras vidas- Son mis últimas palabras para él. Le dejo dos emparedados en un plato llevándome el resto para los demás.
El resto del viaje se vuelve tenso le doy gracias a la providencia que Grey decide partir antes de lo que había planeado, al llegar al muelle, si acaso están amarrando el yate de Cristian cuando salgo disparada hacia el parqueo donde me espera José, también agradezco que él ya este esperándome y que Cristian tampoco me ha seguido.
Llego a la casa, para mi mala suerte encontrarme con mis padres. Creí que estarían en el club, pero debo imaginar que mi padre supuso que lago no había salido bien porque le pedí a José recogerme. Paso de largo sin saludar.
-Anastasia. Necesitamos hablar, hija –
-Otro día padre. Estoy muy cansada –
-Ana. Por favor- Ahora es mamá quien habla.
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Renaciendo de las Cenizas
FanficEste es un Fanfiction de mi autoría, no permito bajo ningun témino usar esta historia, sea adaptaciones o reproducciones. Algunos de los personajes de esta historia le pertenecen a la escritora E. L. James autora de la saga de 50 Sombras de Grey, ot...