Capítulo 15

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Zev aún está enojado

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Zev aún está enojado.

Ni siquiera tiene que decirlo, puedo notarlo en la forma en la que nada, la forma en la que bracea y después gira bajo el agua usando una piscina recreativa como si fuese una piscina olímpica. Lo observo sentado desde la esquina de la piscina, el vapor del agua caliente se eleva y eso me mantiene lo suficientemente cálido como para no necesitar zambullirme dentro del agua caliente, considerando el aire fresco de la mañana. Silenciosamente, admiro la forma en la que los músculos de Zev, se mueven con cada movimiento. Es la mañana de la boda y hay trabajadores por todas partes, haciéndose cargo del evento, pero no aquí. La piscina está vacía y los organizadores se apilan en el ala este del castillo donde está el jardín principal.

Esta mañana, a la hora del desayuno, las mesas estaban prácticamente vacías y lo atribuyo a que todo el mundo disfruto de las despedidas de los novios. El recuerdo de ello me hace estremecer y fruncir el ceño.

La noche con las chicas fue muy divertida, ni siquiera puedo exentar el momento en el que Izy decidió que sería una buena idea maquillarme y colocarme una corona de flores. No me importo el hecho de lucir femenino. No hay nada de malo con que un hombre luzca femenino.

Así que cuando Izy sugirió la idea, simplemente cedí porque me pareció divertido. No soy el tipo de hombre que se asuste ante el pensamiento de "demasiado femenino" o para varear, no me importa una mierda lo que las personas puedan pensar, siempre y cuando me sienta cómodo conmigo mismo. Y para ser sincero: pasar la noche con las chicas fue más agradable de lo que esperaba, pero tuve que salir de ahí cuando las cosas se pusieron un poco locas. Docenas de mujeres en diferentes estados de embriaguez, buscando diversión a tu costa no es exactamente un lugar seguro, así que simplemente me deslice fuera cuando no estaban prestando la suficiente atención.

Lo que no esperaba es que el padre de Zev me interceptara tan pronto como puse un pie dentro del salón donde se llevaba a cabo la despedida de Keith. El recuerdo me hace fruncir el ceño inmediatamente. No recuerdo haberme sentido nunca más patético en mi vida.

— Jules, ¿puedo tener un minuto contigo? —la voz del señor Aldridge casi me hace saltar, ¿Qué mierda hacía en ese pasillo oscuro y cuánto tiempo lleva esperando ahí? El tono de su voz me deja en claro que no es siquiera una opción y me parece increíble el hecho de que lo haya plantado como una pregunta y no como la orden que claramente esta implícita en su oración, parece más como si hablara con un empleado, o en mi caso con una persona inferior, supongo.

— Por supuesto. —digo respetuosamente, porque el tono autoritario de su voz no me deja opción al responder.

— Voy a exponer esto de una manera fácil, no soy un hombre al que le guste hablar con rodeos; quiero que te alejes de mi hijo.

Directo y conciso, directo a quema ropa.

— ¿Qué? —la sorpresa en mi voz no puede ser ocultada, e incluso eso me sorprende a mí mismo. Pude ver la mirada de rechazo en los ojos del señor Aldridge, desde hace mucho tiempo. Incluso para ser sincero creí que algo como esto pudiese suceder. Pero entonces... realmente no lo creí; porque eso sería como el tirano sacado de un show de Netflix y supongo que nunca espere que algo así me pasara en la vida, no creí que el padre de mi novio falso me confrontara realmente.

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