El peso del cuerpo desnudo de Jules aprisionándome contra el colchón de mi cama es en todo lo que puedo concentrarme en este momento. Oh, y en sus labios. Esos labios que me besan como si su vida dependiera de ello. Me gustaría decir que estoy alejado de la emoción, pero la verdad es que mis labios le corresponden con la misma necesidad.
Dios, necesito abrazarlo. Besarlo. Llevarlo en mi piel como uno más de mis putos tatuajes.
La necesidad de fundirme contra él, es tan fuerte que me aterra. Pero supongo que todo lo que vale la pena, siempre comienza asustando, ¿no es así? Y me asusta lo mucho que he aprendido a querer a Jules en esta última semana, me asustan los sentimientos que pueda desarrollar. Aunque una voz dentro de mi cabeza susurra que siempre han estado ahí, hirviendo a fuego lento. Esperando a hacer erupción. Lava ardiente que se desliza a través de mis venas y me quema al rojo vivo cada que pienso en él.
Sé que debería de sentarme un momento y analizar todos estos nuevos sentimientos que estoy experimentando por mi mejor amigo. Debería detenerme un momento y analizar porque mierda me siento tan bien cuando me besa. Porque mi pecho se calienta cuando me mira, ¿porque estoy tan atraído por él como nunca lo he estado por nadie?
Y como para reforzar mi teoría, Jules levanta la cabeza y me mira. Sus labios gruesos están hinchados y rojos por nuestros besos. Su cabello color caramelo cae sobre sus cejas pobladas, es lo más largo que lo he visto en mucho tiempo. Su nariz recta y su cincelada mandíbula es solo algo más que agregar a la mezcla, como si necesitara más puntos para ser más atractivo de lo que ya lo es. Sus ojos azules enmarcados por sus gruesas y oscuras pestañas contienen un brillo travieso cuando conectan con los míos. Oh, señor. ¿Por qué es tan jodidamente precioso? ¿Él siente siquiera una fracción de lo que yo siento cuando me toca, cuando lo veo?
Comienzo a pensar que, si continuamos haciendo esto, él terminara gustándome mucho más de lo que jamás me ha gustado nadie. Y para ser sincero, tengo miedo de que eso ya haya sucedido. ¿Estoy enloqueciendo por eso? Sorprendentemente no, y eso es algo que me inquieta; el no saber por qué. Quiero decir, sé que el sexo contribuye muchísimo en esta decisión. Sé que muchos hombres luchan con su sexualidad a pesar de saber que son gais desde su adolescencia, los años de autorreflexión que les lleva, el odiarse a sí mismos y luego aceptarse y abrazar su sexualidad con normalidad, como siempre lo ha sido. Pero para mí... sorprendentemente he logrado abrazar esta parte de mí que no sabía que estaba aquí, no tengo dudas por cómo me siento y no sé si esto me hace gay, bi o simplemente estoy atraído hacia Jules y sinceramente en este momento no puedo profundizar más en ello, no puedo pensar con claridad ahora que los labios de Jules trazan besos desde mi cuello hasta mi clavícula y luego vuelven a subir.
— Julie... —murmuro inconscientemente, levantando mis caderas contra las suyas. Mi pene ansía desesperadamente fricción y su cuerpo caliente sobre el mío es la mejor opción para brindarme eso. No recuerdo que el sexo se sintiera así de bien, alguna vez. No recuerdo necesitar de esta forma a Karime nunca. No recuerdo estar tan entusiasmado por la idea del sexo, o volverme loco por tocarla solo por estar compartiendo la misma habitación. Nunca nada se ha sentido así en mi vida, y quiero experimentarlo todo. Cada sensación, cada beso, cada roce. Quiero experimentarlo todo con Jules porque sé que no habrá nadie más en quien pueda confiar tanto como confió en él. — Fóllame.
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Mentiras
RomansaEs tu mejor amigo, Zev. Deja de pensar con tu puto pene. Sin embargo, mi mejor amigo se inclina y roza sus labios suavemente con los míos. Y resistirme a su beso es solo una prueba de que hemos estado acumulando una pila de explosivos durante los do...