Capítulo 5

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Caminamos dentro del lobby del hotel y preguntamos a la recepcionista por el área del restaurante

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Caminamos dentro del lobby del hotel y preguntamos a la recepcionista por el área del restaurante. Se supone que vamos a reunirnos con mi familia para la hora de la comida, aunque después de mi pequeña conversación con Jules en el estacionamiento, estoy bastante seguro que llegamos tarde. Mierda, esto no le gustara a mis padres.

Tiro de Jules más cerca de mí y lo guio a través del lugar que nos indicó la amable chica de la recepción. Quiero que él este lo más cómodo posible con esto, teniendo en cuenta que lo he arrojado en este lío y esta tan preocupado como yo de que vayamos a fracasar.

— ¿Estás bien? —le pregunto una vez más deteniéndome frente a las puertas de cristal que separan el lugar con el comedor al aire libre. Una vez que pongamos un paso fuera de la habitación, debemos luchar porque mi familia acepte este fiasco.

— Sí... Creo que hemos sido vistos. —dice Jules, mirando sobre mi hombro. Me giro justo a tiempo para ver a mi madre acercarse apresuradamente entre las mesas extendidas sobre el pasto. Mi madre es una mujer de estatura media, pero con mi altura de uno noventa y tres, es imposible no verla pequeña. Su cabello castaño comienza a ponerse gris en las raíces y a pesar de que podría ocultar las canas como muchas mujeres en su círculo, dice que prefiere llevar sus años en su cabello. Ella lleva un vestido suelto con estampado de flores y un jersey de lana color crema.

— Hola, mamá. —le digo, abriendo mis brazos justo a tiempo para recibirla dentro de ellos. Su aroma familiar me rodea rápidamente. La amo. La amaría mucho más si dejara de arrojar mujeres de alta clase en mi dirección. Sé que busca mi felicidad, pero preferiría que me dejara hacerlo por mí mismo, sin imponer a nadie en mi vida.

— Mi bebé, estas aquí.

— Tengo veintitrés, ya no es válido llamarme así. Además Izaro es tu bebé. Ella es menor que yo. —ella hace un gesto con desdén.

— Keith, Izaro y tú, siempre serán mis bebés no importa la edad que tengan.

Awww, —la voz de Jules suena muy parecida al tono que usa cuando sorprende a Angelina haciendo algo que él considera tierno. Cuando lo miro tiene una sonrisa adornando su cara. Y luce muy guapo. Mierda, ¿de dónde vino ese pensamiento? — Hola, señora Aldridge, es un placer conocerla. —él extiende su mano, pero mi madre salta rápidamente de mis brazos y se mueve a los suyos.

— Llámame Ava. —dice envolviendo sus brazos alrededor de él. Después de un par de segundos, mi madre se separa de Jules y le da una larga mirada. — Eres muy bonito, —le dice con una sonrisa, ella toma a Jules por las mejillas y clava su mirada en los ojos de Jules. — ¡Dios mira esos ojos! Tienes unas pestañas muy lindas. —las mejillas de Jules comienzan a teñirse rápidamente. No entiendo porque, es un cumplido limpio que estoy seguro que ha recibido más de una vez. Él en realidad tiene unos ojos muy lindos, su mirada azul aqua rodeada de pestañas tan absurdamente largas siempre han llamado la atención sobre él.

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