— Me debes un puto par de zapatos nuevos. —Es lo primero que Harry dice, cuando abre la puerta de su departamento y nos ve.
Hemos llegado esta mañana a Nueva York, y después de una escala de tres horas para nuestro vuelo de conexión a Baltimore, y diez horas previas de vuelo de Escocia a Estados Unidos, estoy listo para ir directamente a la cama y dormir las siguientes cuarenta y ocho horas. Mucho ha pasado en solo siete días, y ahora que hemos salido de ese puto castillo de cuento de hadas y nuestra realidad se estrella contra nosotros, me doy cuenta que ahora no sé cómo actuar con Jules. Ninguno ha hablado sobre si esto era algo que; "Lo que sucede en Escocia, se queda en Escocia" y no tengo idea de si él ya tomo una decisión sobre su futuro o que es lo que hará a continuación. Le ofrecí que viniera conmigo a Detroit, y la forma en la que rechazo mi propuesta fue tan rápida que sentí que me dio vueltas la cabeza, ¿Cómo demonios puede ser tan terco?
Y, a decir verdad, no veo que vayamos a tener una charla a corazón abierto pronto, quiero decir; ambos somos chicos, y jugadores de futbol, hablar de sentimientos definitivamente no está en nuestra lista de cosas por hacer. Es una mierda, sí. Pero así es como son las cosas, y pienso en que deberíamos trabajar en ello.
Nunca en mi vida me he sentido tan a la deriva como me siento ahora mismo con Jules. Es como si él fuera el océano, y yo una pequeña embarcación que se pierde en la inmensidad de él. Y cuando la noche llega, todo es tan jodidamente oscuro que no puedo ver siquiera mi propia mano frente a mí. Y tengo miedo, miedo de ser arrastrado tan profundamente dentro de él y no volver a tocar tierra nunca más. E incluso eso sería igual de aterrador, porque una vez que deje de navegar en él, eso significa que todo termino. Y no puedo soportar la idea de que él elija enlistarse en lugar de hacer cualquier otra cosa con su vida. Cosas increíbles, porque ese es Jules, tiene completamente la personalidad para encantar a todo el mundo y podría lograr tanto si solo se lo propusiera. Y en lo único que puedo pensar, es que tengo un poco más de tres meses antes de la graduación para convencerlo de sacar esa loca idea de su cabeza.
— ¿Dónde está Angie? —Jules pregunta, deslizándose dentro del departamento. Hay un fuerte ladrido, seguido de sonidos de lamento y cuando entro, Angelina esta boca arriba, retorciéndose como una loca mientras Jules la acaricia por todos lados. Tan pronto como me ve, se pone de pie y corre en mi dirección, intentando trepar sobre mí, tiene una fuerza impresionante que casi me derrumba cuando sus dos patas delanteras se estrellan contra mi estómago. Joder, es una chica fuerte.
Me pongo de cuclillas y eso solo potencializa la euforia de Angelina, porque se retuerce fervientemente en mis brazos cuando intento rodearla en un abrazo. Su entusiasmo me hace reír.
— Hola, preciosa. —le digo, depositando un suave beso en su peluda frente. — ¿Nos extrañaste?
— Por supuesto que ella lo hizo. —Jules se queja—. Solo imagina lo que es pasar una semana entera con Harry. —dice, tratando de ocultar la sonrisa de su rostro, pero es imposible, porque la sonrisa se filtra en su tono bromista y la diversión baila en sus ojos.
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Mentiras
RomanceEs tu mejor amigo, Zev. Deja de pensar con tu puto pene. Sin embargo, mi mejor amigo se inclina y roza sus labios suavemente con los míos. Y resistirme a su beso es solo una prueba de que hemos estado acumulando una pila de explosivos durante los do...