Hold You ||James Potter|| [Saga Secrets] (Wattys2022)✓

15. Vacaciones con los McKinnon

20 de junio de 1975

Bueno después de ese día por obvias razones a los cuatro nos había afectado eso y Remus nos dio horas después cuando nos encontró en la biblioteca chocolates para hacernos sentir mejor.

Estar aislada de todo hizo que no me enterara de mucho la verdad, pero según nos había contado Remus. James y Lily iban bien, pero Mary y Peter habían roto en octubre y Mary empezó a salir con Fabian Prewett en diciembre, aunque hace un mes habían roto. Esperaba que ella estuviera bien la verdad, porque era una chica maravillosa. 

Por lo que me contó Marlene, le empezó a gustar Mérope y tenía mucho miedo por los tiempos en los que estábamos viviendo, pero siempre estaría para ella en las buenas y en las malas. Anthony era muy buen amigo de Mack, por ser de la misma casa, así que me alegraba de que Mack tuviera alguna amistad dentro de su casa.

James y yo llevábamos bastante sin hablar y siendo sincera lo extrañaba demasiado, pero era lo mejor para ambos. Aunque eso no evitaba que no fuera a sus partidos, por lo que me contó Remus seguía teniendo mi pulsera y por obvias razones yo tenía la suya. Semanas antes de empezar las vacaciones admití que me estaba gustando James y aunque sabía perfectamente que entre los dos no habría nada, pues tal vez más adelante podrías tratar de tener la amistad de antes o algo parecido.

Lo echaba de menos, pero no ayudaba verlo casi todo el tiempo con Lily abrazándose y dándose besos. Era algo que no podía soportar o al menos en estos momentos. Tal vez simplemente necesitaba asimilar que James y Lily estarían juntos.

Remus también me contó que James me extrañaba también, y que no era divertido sin nosotros en el grupo, pero yo les dije a Mack, Reg y Maddie que siguieran en el grupo, pero no quisieron. Según Maddie o todos o ninguno, así que tenía que olvidar ese sentimiento que tenía por James rápidamente para volver en el grupo.

Sabía que era algo difícil, pero no imposible. Así que lograría apartar todo tipo de sentimiento amoroso que tuviera, además, o podía hacerle eso a Lily.

A mí tampoco me gustaría que una de mis amigas saliera con mi exnovio, así que yo no seria esa clase de amiga que le importaba poco su amistad.

Ahora nos encontrábamos en la casa de campo que teníamos, habíamos invitado a Maddie a pasar unos días con nosotros y era demasiado bueno tenerla con nosotros.

Solíamos jugar con Marlene y Anthony a cualquier cosa, era sin duda alguna demasiado divertido y los días se pasaban volando sin duda alguna.

Ahora que lo recordaba en ningún momento le había contado a Maddie mis miedos y después de años de amistad ya era hora de que se lo contara. La verdad es que no era algo que le contara a todo el mundo porque era algo demasiado personal y bueno no era algo que quisiera recordar todo el tiempo. 

Aunque según mamá, me había dicho que estaba mejorando bastante y que poco a poco iría dejando al menos un poco ese miedo atrás. La verdad es que quería dejar de sentir miedo, porque los días antes de Hogwarts solíamos ir los cuatro al lago, ellos entraban al agua, pero yo solía negarme así que me la pasaba leyendo.

Así que creo que ya era el momento de contarle a Maddie y así supiera del porqué mi comportamiento cuando me negaba a ir al lago.

—Maddie —las dos nos encontrábamos en el pasto, ella estaba pintando y yo estaba escribiendo. Ella dejo de hacer lo que estaba haciendo y me miro con una sonrisa.

—¿Si? 

—Creo que nunca te dije del porqué no entro al lago con vosotros —ella dejo las cosas par prestarme más atención.

—No, pero tampoco quiero obligarte a que me lo cuentes, hazlo cuando te sientas preparada —asentí.

—Pero quiero contártelo —ella se acerco a mí y me agarro de las manos.

—Sin presión, ¿vale? —asentí.

—Tenía cuatro años y estábamos toda mi familia en esta casa. Yo estaba por esta zona leyendo creo, cuando Marlene de pronto me llamó y se acerco a mí con una gran sonrisa. Ella dijo que fuéramos al río que hay cerca de aquí para mojarnos los pies, accedí porque también tenía muchas ganas. Al llegar metimos nuestros pies y bueno Marlene quiso meterse un poco más, aun cuando le dije que no lo hiciera. Al final no me hizo caso, pero ella se resbalo y obviamente fui a ayudarla, la corriente se hizo más fuerte y nos llevo con ella. Estábamos desesperadas y yo lo estaba un poco más porque quería salvar a Marlene a toda costa. Vi una rama a lo lejos y le dije a Marlene que se sujetara de ella, así que la ayude y cuando quise sujetarme yo, la corriente volvió a hacerse mas fuerte y me alejo de Marlene por no decir que me golpee la cabeza. Todo era tan lejano, por un momento dejé que todo fluyera, en ese momento tuve mucho miedo —le dije con la voz entrecortada, Maddie me abrazo fuerte logrando que soltara algunas lágrimas. Cada vez que lo recordaba era como si fuera la peor pesadilla de todas, por eso no solía hablar con nadie sobre el tema.

—Tranquila Leah, no hace falta que me digas nada más. No quiero que te pongas peor, así que llora si hace falta que yo no voy a soltarte —seguí llorando y no solo por lo del incidente sino también por James, porque yo sí que pensé en un futuro con él. No había prestado mucha atención al tema, pero había acumulado mucho y todo se me había juntado. Era horrible sentirme de esta manera y no poder hacer nada para evitarlo.

—Quiero seguir contándote —nos separamos un poco y Maddie me quito las lágrimas de los ojos con cuidado.

—¿Segura? —asentí— Bien.

—Me había hundido, pero no sé algo dentro de mí dijo que lo volviera a intentar, así que salí de la superficie y grite el nombre de Marlene y a mi padre. Me estaba quedando sin fuerzas, pero no quería dejar de intentarlo. Hasta que no pude más y deje que el agua me hundiera y la corriente me llevara. Lo único que se es que mi padre consiguió sacarme y bueno mi madre hizo todo lo posible porque volviera a la vida. Desde ese momento le tengo bastante terror al agua, no solo por mí, sino por los demás también, por eso me pongo a leer, para no entrar en pánico.

—Eres la niña más valiente que he conocido Leah, muchas gracias por abrirte de esa manera conmigo de verdad. Me alegra saber tu historia, así sabré como ayudarte. Tú me ayudaste, no es justo que yo no te ayude a ti, después de todo eres como una hermana para mí y significa mucho que me hayas contado tus miedos —sonreí un poco y las dos nos dimos un fuerte abrazo.

Al fin y al cabo me sirvió demasiado contárselo a ella, me sentía bastante bien, como si me quitara un peso de encima.

Estaba tan feliz de tener a Maddie a mi lado, sin duda alguna era la mejor amiga del mundo.

NOTA DE AUTORA

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