Hold You ||James Potter|| [Saga Secrets] (Wattys2022)✓

22. Tristeza

10 de abril de 1979

Había pasado casi un año desde que puse un punto y final a mi historia con James. No estaba bien y eso todo el mundo lo sabía, pero Maddie, Reg y Mack no me dijeron nada, simplemente se quedaron a mi lado para apoyarme y ayudarme a salir adelante. Aunque eso era difícil, no dormía bien, no comía bien, estaba mas delgada y eso preocupo a Maddie demasiado, así que intentaba hacerme comer aunque sea un poco de mi desayuno, al igual que Mack y Reg. 

Al llegar a casa después de decirle a James que quería terminar, no deje que nadie entrara a mi habitación. Llegaron Marlene y Naia y quisieron verme, pero no las deje. No quería hablar con nadie de esto, pero estaba segura de que todos me odiaban por haberle roto de esa manera el corazón a James. 

Mack me dijo que si no me sentía bien en casa que podía ir con ella a casa de Andrómeda en las vacaciones, Andrómeda era como una hermana mayor para mí y siempre sabía como animar a las personas. Así que días después Andrómeda vino a hablar con mis padres para que fuera el verano con ella. Mis padres accedieron preocupados al verme de esa manera, pero entendieron que tal vez así pudiera estar bien.

Así que decidí ir, por lo que me contaba Anthony un mes después de salir de Hogwarts Naia, Mike y Sirius se habían mudado a una casa que habían encontrado, según sé mis padres les ayudaron. Me alegraba por ellos la verdad, aunque extrañaría a Mike y a Naia también.

Andrómeda se caso con un hijo de Muggles, Edward Tonks, aunque le solíamos decir Ted, era un chico demasiado encantador y fue seleccionado en Hufflepuff, aunque Mack sí que nos hablo de él. Nunca tuve el placer de conocerlo hasta ahora y en serio era muy divertido y amable. Andy era la deshonra de la familia por haberse casado con Ted, al igual que Sirius cuando se fugo de casa en ese invierno de 1975.

Era lindo ver a Andy feliz, así que me alegraba muchísimo por ella, además era una increíble mujer. 

Mack también vino unas dos semanas después, aunque le costó convencer a sus padres, al final lo logro y estuvimos todos juntos. También vino Maddie unas semanas antes de volver para nuestro último año.

A veces me preguntaba como sería si James y yo no hubiéramos roto. Supongo que hubiéramos estado el verano juntos, aunque también iría a sus entrenamientos de Auror, pero nunca lo sabría porque lo nuestro se había acabado. Quedarían los buenos recuerdos y nunca lo dejaría de amar.

En todo el verano no supimos nada de Reg, hasta que volvimos a Hogwarts, Andy nos llevo a las tres a la Estación. Sirius digamos que nos presto el Mapa del Merodeador para que lo tuviéramos. Así que una noche lo utilizamos para poder encontrar a Reg. Estaba en el lago abrazándose mientras lloraba. Estuvimos consolándolo y estábamos muy preocupadas por él hasta que él nos enseño lo que le perturbaba. 

Le habían hecho la Marca Tenebrosa.

Era algo que nos impacto un poco a todas, pero no lo íbamos a juzgar, seguía siendo parte de nuestra pequeña familia, porque al final siempre seríamos Reg, Mack, Maddie y yo y siempre seria sin importar nada. 

Así que lo único que nos quedaba era mas o menos intentar disfrutar de nuestro último año los cuatro juntos, aunque Reg y yo no poníamos mucho de nuestra parte, pero lo intentábamos.

Aunque en noviembre había sido la boda de Naia y Sirius y la verdad no es como si quisiera ir para verlo a él, así que por obvias razones tuve que negarme a ir, pero Naia insistió en que fuera. Incluso si hacía falta haría lo que pudiera para que James y yo no cruzáramos miradas. 

Al final accedí a regañadientes, aunque no estuvimos mucho tiempo porque debíamos volver a Hogwarts, pero fue lindo ver a Sirius y Naia felices. Si vi a James, pero él no a mí y lo veía mas cansado de lo normal y todo era culpa mía.

Ahora ya solo quedaban dos meses para acabar Hogwarts y estaba demasiado nerviosa la verdad, sabía que haría las prácticas en San Mungo. Mi madre me ayudo con el papeleo así que una vez que saliera de Hogwarts, empezaría mis prácticas en San Mungo y gracias a Pomfrey iba demasiado avanzada.

Según me contaba Remus, porque si Remus solía venir a vernos muy a menudo, ya que había vuelto con Mack a principio de nuestro séptimo año porque a Mack le paso algo y Pomfrey aviso a Remus, así que tuvieron una discusión, pero pudieron solucionarlo y ahora eran muy felices. Me alegraba bastante por ellos.

Maddie y Reg también iban bien, aunque tuvieron sus problemas siempre supieron arreglarlo así que estaba muy feliz por ellos. 

En cambio, yo cada día que pasaba me sentía más horrible, sin James todo era complicado y jamás pensé que lo necesitaría tanto. A veces solo quería ir donde él estuviera para decirle que lo amaba demasiado y que no quería alejarme de él, pero no podía hacerlo.

Remus me contó que él no estaba mejor que yo, me dijo que solía estar mucho en el Ministerio y que cuando llegaba a casa se encerraba en su habitación, y eso logro romperme mas el corazón. 

En estos momentos estaba en la biblioteca porque ya no quedaba nada para los exámenes así que me la pasaba estudiando y aprendiendo mas sobre medicina. Incluso ayudaba a Pomfrey en la enfermería, según ella, es sumaria puntos para que las cosas fueran mas rápido a la hora de mis prácticas. 

Así que me estaba esforzando demasiado para poder sacar muy buenas notas, no había ido por Navidad a casa, pero me entere de que Marlene y Mérope se casaron, pero no se lo dijeron a nadie porque fue demasiado rápido y con una guerra, ellas no querían una boda. Aunque dijeron que tal vez este verano se casarían por petición de mi madre que quería verlas vestidas de blanco a las dos. 

Lea y Lily también querían casarse en verano y hace unos meses habían adoptado a tres niños, dos niños y una niña. No sabía mucho por qué simplemente me enteraba de todo por Remus, también nos contó hace unos días que Naia estaba embarazada de su primer hijo. Aún no sabíamos muy bien si era niño o niña, pero lo importante es que el bebé estuviera sano y feliz. Aunque con la familia que tenía seguro que era muy feliz.

La verdad es que era raro sin los Merodeadores haciendo bromas, pero bueno. 

Saque de mi bolso la Snitch, la primera que atrapo James y no pude evitar sonreír, ese día fue sin duda uno de mis favoritos. Empece a llorar mientras acercaba la Snitch a mi pecho, menos mal que estaba sentada en el suelo de unos pasillos que no solía venir nadie. Me abracé mientras seguía llorando porque de verdad echaba demasiado de menos a James. 

Ojalá algún día él me perdonara por lo que había hecho.

NOTA DE AUTORA

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