Hold You ||James Potter|| [Saga Secrets] (Wattys2022)✓

28. Debéis esconderos

12  de febrero de 1981

Habían pasado ya unos meses y la verdad las cosas se estaban poniendo cada vez peor, gente moría, y Voldemort seguía ganando seguidores... Estaba cansada de todo esto, Maddie vino junto con Reg para pasar unos días. Según ella quería pasar tiempo con Harry y así yo podía descansar un poco.

Las reuniones de la Orden ya no eran tan abundantes porque no podíamos ponernos todos en peligro, pero si es verdad que Peter no siempre estaba y supongo que era por su madre. Naia también había faltado a algunas, supongo que el trabajo la tenía bastante ocupada. Hace unas semanas que deje de trabajar en San Mungo, porque no estaba bien, así que prefería estar con Harry.

Harry cada día se hacía un poco mas mayor y no quería que creciera tan rápido, era mi pequeño y quería que siguiera siendo un bebé por mucho tiempo.

Ahora me encontraba con Maddie en casa, ya que Regulus tuvo que hacer algo y los demás fueron a una reunión de la Orden. Yo no quise ir porque estaba cansada así que Maddie decidió que se quedaría conmigo.

Un rato después llegaron Remus, Sirius, James y Andrómeda, los miré confundida porque sabía que algo había ocurrido.

—James, ¿qué ocurre? —me levante preocupada mientras Maddie tomaba en brazos a Harry y se levantaba también.

—Dumbledore debe decirnos algo, Maddie también puede venir —dijo él.

—¿Pero qué ocurre? —le pregunto esta vez Maddie.

—No lo sabemos, solo nos dijo Dumbledore que trajéramos a Leah, pero sabemos que tú no la dejaras sola así que también puedes venir —explico Sirius brevemente.

—Iros ya antes de que se os haga muy tarde, yo me ocuparé de cuidar a Harry en lo que volvéis —asentimos y salimos de casa. 

Una vez que nos aparecimos en el lugar acordado, vimos a Dumbledore con una pequeña sonrisa, estaba sentado. James y yo nos sentamos en frente de él mientras Remus, Maddie y Sirius estaban detrás de nosotros expectantes al igual que nosotros por saber que es lo que nos diría Dumbledore.

—Gracias por venir —asentimos y yo estaba demasiado nerviosa por lo que nos tendría que decir. 

—¿Qué ocurre profesor? —le preguntó James preocupado mientras me agarraba de la mano.

—Siento no haberlo dicho antes, pero a principios de año, me contacté con la señorita Sybill Trelawney para una entrevista de trabajo y esta me reveló una profecía —James y yo nos miramos aún mas preocupados para volver a mirar a Dumbledore. James me apretó con cuidado la mano. Los dos estábamos demasiado preocupados por lo siguiente que diría.

—Tiene algo que ver con nosotros, ¿verdad? —le pregunté.

—También podría tener algo que ver con la familia Longbottom —no me gustaba nada como iba esta conversación.

—¿Qué decía la profecía? —pregunto Maddie y pude notar en su voz preocupación. Todos estábamos demasiado preocupados por esto.

—El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca..., Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida... El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes... —podía tratarse de Harry perfectamente porque había nacido al final del séptimo mes del año— También podría tratarse de los Longbottom porque Alice también tiene un niño, pero creo que esta profecía apunta más hacia vosotros. Lo mejor que podríais hacer ahora seria esconderos y utilizar el Encantamiento Fidelio para que Voldemort no os encuentre, porque lo único que quiere es matar al niño sin importar cuantas vidas arrebate por el camino.

—Esto no puede ser cierto, debe ser un error —susurro Sirius.

—Los Longbottom también se esconderán, ¿no? —Dumbledore asintió.

Yo no quería que mi hijo se enfrentará a un monstruo, yo quería que fuera feliz y ahora él era parte de una profecía que debía cumplirse sí o sí. Sin duda alguna las cosas estaban empeorando muy rápido.

Mire a Maddie y ella estaba en su mundo mientras se mordía el labio para no llorar, me levante para abrazarla fuerte y es cuando ella comenzó a llorar al igual que yo.

—No quiero que os pase nada malo, Leah no puedo perderte...

—Eres como una hermana para mí Maddie, ya lo sabes y te prometo que siempre estaremos juntas. Esto acabará pronto y volveremos a ser Maddie y Leah contra el mundo como siempre —susurré mientras la seguía abrazando.

—Mas te vale Leah Potter McKinnon porque eres muy importante para mí y te quiero muchísimo, eres mi alma gemela y no quiero perderte —murmuro ella mientras las dos llorábamos.

Los días después estuvimos buscando alguna casa para escondernos en lo que todo esto pasaba, que esperaba que fuera pronto. Al final encontramos una en Godric's Hollow, así que un día antes de mudarnos ahí. Decidimos pasar el día todos juntos por última vez porque no sabía cuando seria la próxima vez que los viera a todos. 

Así que todos estuvimos disfrutando del día y olvidando un poco todo lo que estaba ocurriendo a nuestro alrededor. 

Al día siguiente fuimos a Godric's Hollow y nos instalamos, habíamos decidido que Sirius fuera el Guardián del Secreto, él en parte se había ofrecido así que aceptamos. Dumbledore nos había explicado como debía hacerse y lo que era el Encantamiento. Había yo lo recordaba por una vez que lo habíamos dado en clase.

Es un encantamiento tremendamente complicado que supone el ocultamiento mágico de algo dentro de una sola mente. La información se oculta dentro de la persona elegida, que es el guardián del secreto. Y en lo sucesivo es imposible encontrar lo que guarda, a menos que el guardián del secreto opte por divulgarlo.

Así que estaríamos bien si teníamos a Sirius como Guardián, una vez que Harry y yo estábamos dentro. Sirius y James se ocuparon del Encantamiento. 

Yo estuve jugando con Harry todo el rato, hasta que aparecieron ellos diciendo que ya estaba todo listo. Sirius se quedo un rato con nosotros jugando con Harry y yo solo pensaba en lo horrible que seria no ver a los demás por tanto tiempo, pero era por el bien de Harry.

Ahora Voldemort nos buscaba y quería matar a mi hijo, así que no podíamos arriesgarnos. Un rato después Sirius decidió que ya era hora de irse, pero nos prometió que volvería pronto. Nos despedimos de él y fuimos a acostar a Harry.

Una vez que Harry estaba dormido nosotros nos fuimos a nuestra habitación y James me abrazo.

—Lo siento Leah —susurro él rompiendo en llanto.

—Amor, no te disculpes por algo que no tienes la culpa, estaremos bien y pronto volveremos a la tranquilidad. Solo te pido que por favor no te culpes por esto, porque no tienes la culpa —le dije cuando nos separamos un poco, le agarre con cuidado la cara para quitarle delicadamente las lágrimas.

—Te amo —susurro.

—Yo te amo más —murmuré regalándole una pequeña sonrisa.

Después de ese momento nos preparamos para dormir porque había sido un día bastante agotador.

NOTA DE AUTORA

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