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"¡Estás muy guapo!", balbuceaste, aplastando las mejillas de tu novio.
"Lo dice el angelito de verdad". Te dio un beso en los labios, sonriendo.
"¿Estás listo para irnos?"
Eddie suspiró, aún sonriendo. "No puedo creer que me hayas convencido de esto, Bubbles".
"¡Será divertido! Le daré una paliza a cualquiera si se porta mal contigo".
Se rió. "Estoy seguro de que lo harás".
"¡Vamos, vamos!" Le agarraste de la mano y tiraste de él hacia la puerta. "La fiesta es en casa de Steve".
"Lo sé, cariño, lo recuerdo". Eddie arrancó el coche.
"Lo siento, he tenido que decírtelo varias veces, así que quería asegurarme de que lo recordabas".
Eddie se rió, encendiendo la radio mientras empezaba a conducir. Tú cantabas y él golpeaba el volante al compás.
"Bien, nena, ya estamos aquí, ¿estás lista?", preguntó mientras se metía en la casa de Steve.
"¡Mhm!" Te desabrochaste el cinturón de seguridad. "¿Estás lista?"
"Supongo". Él sonrió, inclinándose para darte un beso en la mejilla. "Entremos".
Steve abrió la puerta inmediatamente después de que llamaras al timbre. "¡Eddie, mi hombre!" Le dio una palmada, y luego te disparó con los dedos. "¡Y (Y/N)!"
Te reíste. "Hola, Steve".
"Harrington, deja de ser lo que sea que seas y déjalos entrar". Robin, vestida como Velma de Scooby Doo, apareció junto a Steve. "¡Ángel y demonio! Eso es de mal gusto".
"Oh, cállate, Robin. ¿Tú y Vickie vestidas como Velma y Daphne?"
"Mhm". Robin sonrió con suficiencia. "Me pareció ingenioso".
"Creo que el nuestro es mejor", dijo Eddie. "Ya sabes, porque estoy poseído por el diablo y todo eso. Y como (Y/N) es un ángel bastante perfecto". Besó su mejilla.
"Voy a vomitar, las parejas heterosexuales son asquerosas". Robin desapareció del marco de la puerta.
"¡Así que!" Rebotaste sobre tus talones. "¿Podemos entrar?"
"¡Sí!" Steve parpadeó, apartándose del camino. "¡Sí, sí, por supuesto!"
Su casa tenía decoraciones de Halloween de medio lado, y adolescentes borrachos pegados unos a otros en el centro de la habitación.
"¿Qué se supone que eres?" preguntó Eddie a Steve, gritando por encima de la música alta.
"Se supone que somos Danny y Sandy de Grease", contestó Nancy, metiéndose bajo el brazo de Steve, "pero Steve sólo parece un imbécil para que no se note".
Steve abrió la boca en señal de ofensa. "Oh, vamos, Pequeña Señorita Perfecta. Te vistes como Sandy a diario".
"Sinceramente, no puedo decir que ambos estén disfrazados", admitió.
"Te dije que era una mierda de idea de disfraz", murmuró Nancy.
"¡Oh, vamos!" La pareja se alejó, discutiendo juguetonamente.
"¿Quieres bailar?", preguntaste, tirando de la americana roja de Eddie.
"Cualquier cosa por ti, Ángel". Te hizo girar y dejó que le arrastraras a la ruidosa manada.
"¡Ves, esto es divertido!", gritaste, bailando delante de él.
Se encogió de hombros, sonriendo. "No pasa nada".
Le echaste una mirada. "Vamos, te encanta".
"Me encanta", corrigió él. "Estoy tolerando esta fiesta".
Te encogiste de hombros. "Para mí es suficiente".
Se inclinó para susurrarte al oído. "Sin embargo, me encantaría que encontraras un dormitorio vacío". Tenía una mirada que hacía juego con su disfraz.
Una sonrisa se dibujó en sus rasgos. "Vamos arriba".
