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Eddie estaba fuera preguntándose si era correcto estar ahí, si todo lo que había preparado fuera a suceder como el quería que pasará. El ridículo traje lo estaba agobiando, usarlo no estaba en sus planes ni mucho menos se imagino que en algún momento de su vida lo fuera usar después de todo no esperaba graduarse, pero ahora estaba vestido elegante esperando a la chica que había invitado que fuera su pareja de baile, con un pequeño ramo de flores azules.
Su respiración la sentía pesada, el corazón le latía a mil por hora, sus manos sudaban, su cabello se comenzaba a pegar en la frente por el sudor, miraba su reloj cada segundo esperando que este marcara la hora para tocar la puerta. Se sentía ridículo haber llegado 30 minutos antes y quedarse parado frente a la puerta sin tocar, viendo su reloj deseando que mágicamente la puerta se abriera y lo recibieran con gusto, pero no, tenía que tocar y eso le daba miedo.
¿Y si los padres de T/n me detestan?
¿Y si no dejan que vaya conmigo al baile porque no soy la persona con quien quiere que su hija vaya?
Y si... tantas preguntas estaban en la mente de Eddie en todo momento, pero se detuvieron cuando inconscientemente toco a la puerta y escucho la voz de la madre de T/n quien se iba acercando a abrir la puerta.
- ¿Hola? - le saludo cuando abrió la puerta, le dio una sonrisa nerviosa al ver que la madre de T/n le veía con cara de confusión - Soy... soy la cita de su hija... para él baile.
- ¿Tú? - le pregunto, Eddie creyó que le cerraría la puerta en la cara - Lo siento, llegaste temprano - le contesto amablemente - Pasa, aún no esta lista pero no tarda.
Se hizo a un lado para que pasará y con miedo entro viendo a su alrededor un recibidor con un florero y con una foto de T/n con su familia muy felices.
- Ven, ¿gustas algo? - le guío a la cocina, pero se detuvo al ver que el pobre chico estaba temblando y que las flores que estaban en sus manos estaban moviéndose al ritmo de sus temblores - Eddie, ¿verdad? - asintió como respuesta - Tu tranquilo, T/n me ha hablado mucho sobre ti - le dio una sonrisa amable - Vamos a la cocina porque si me escucha hablando de más se vuelve loca.
El cuerpo de Eddie se fue relajando conforme el tiempo avanzaba, la conversación con la madre de T/N estaba siendo agradable y sin querer a ella se le salió decir un pequeño secreto "mi hija se volvió loca cuando la invitaste, toda la semana estuvo gritando y presumiendo que iría al baile con el chico que le gusta"
Una sonrisa se escapo de los labios de Eddie al pensar que le gustaba a T/n pero se borro al instante cuando escucho su voz acercándose a la cocina.
- ¿Ha llegado? - entro apresurada sin mirar quien estaba en la cocina y dio un brinco al verlo ahí sentado con un vaso de agua y aún con el pequeño ramo de flores - Hola - le saludo nerviosa pero sin aprovechar la oportunidad de darle una mirada asesina a su madre por no avisarle.
Por dentro estaba que se desmayaba y más por que agradecía internamente que bajará ya arreglada y no cuando aún tenia los rodillos rizadores en el cabello. Fue consciente de que Eddie llevaba traje y no sus típicos pantalones de mezclilla y su chaqueta, era guapísimo.
