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UNA TRADUCCIÓN PEQUEÑA PARA QUE NO ESTEN TRISTES POR LOS ANTERIORES :C
"Cariño, por favor, por favor, siéntate sobre mi cara, por favor", Eddie está tumbado en tu cama, con la cabeza cómodamente apoyada en la almohada mientras tú te sientas a horcajadas sobre su pecho, completamente desnuda.
Sus manos anilladas te agarran los muslos, tratando de empujarte encima de su cara, y tú te aferras, empujándote a ti misma para situarte sobre su cara.
Se lame los labios, mirando desde tu cara, hasta tu coño que brilla para él. "Maldita sea, siéntate", suplica.
Pasas tus dedos por su pelo para sujetarte, y te hundes hasta que puedes sentir su lengua lamiendo una raya hacia arriba, separando tus pliegues.
Dejas escapar un gemido al contacto, y sus manos rodean tus muslos para mantenerte donde él quiere mientras tus piernas tiemblan al sentir su lengua recorriendo tu clítoris, burlándose de él.
"Dios, Eddie, te sientes tan jodidamente bien, comiéndome tan bien", puedes sentir que sonríe contra ti por los elogios, y tú te aprietas contra su cara.
El siente que su cara se moja por tu coño, y deja escapar pequeños gemidos. las vibraciones recorren tu cuerpo, y echas la cabeza hacia atrás para dejar escapar un gemido propio.
"Joder, Eddie, por favor, chúpame el clítoris, por favor", apenas puedes soltarlo antes de sentir cómo sus suaves labios envuelven el capullo, chupándolo y moviendo su lengua en círculos dentro de él.
Gritas de placer y te abalanzas sobre su cara, con los dedos enredados en sus rizos oscuros. Con su pelo, tiras de su cabeza alrededor de tu coño, guiando su cabeza hacia donde quieres que vaya.
No es tu intención tirar tan fuerte, pero a Eddie no parece importarle, gimiendo cuando le das tirones especialmente fuertes a sus rizos.
Se divierte como nunca entre tus piernas, excitándote mientras te saborea y se deja llevar por su pelo hasta donde tú quieres. Casi se corre él mismo cuando lo utilizas para tu placer y, con determinación, rodea tus caderas con sus brazos para sujetarte y poder meter su lengua todo lo que pueda dentro de tu coño, desesperado por hacer que te corras.
Su nariz roza ligeramente tu clítoris, y tú te doblas, tirando de su pelo quizá con demasiada fuerza, y te muerdes el labio inferior mientras te corres sobre la lengua y la cara de Eddie.
"Joder, qué buen chico, Eddie", jadeas, chocando ligeramente con su cara.
Entre tus muslos asoma la cara de Eddie, con una enorme sonrisa de bobo (y ligeramente necesitado) que adorna su rostro. "¿te animas a la segunda ronda?"
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