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No me maten, son dos partes La otra la publicó mas tarde
Eddie siempre había tenido pensamientos acerca de como sería si tu tuvieras el control a la hora de tener relaciones, esa idea siempre estaba en su mente cada vez que te veía. Aunque eran abiertos en el aspecto de decir lo que les gustaba y lo que no, aún no se atrevía a confesarte su deseo de ser dominado por ti.
Una noche estando en tu cuarto acostados hizo una indirecta sobre eso, tu reacción fue tranquila y sin juzgarlo, pero aún no se atrevía a sugerir que lo experimentarán.
Aunque era una persona que no se avergonzaba tan fácil y que no le importaba lo que la gente decía, cuando se trataba de ti, era un poco tímido y sumiso, algo que a ti te gustaba. Eddie era un chico muy atractivo y lo sabía, frente a la gente le gustaba ser muy dominante, demostrar que era alguien de carácter fuerte pero no, era todo lo contrario. Algo que obvio el no sabía era que tu también deseabas dominarlo, su cara inocente provocaba algo dentro de ti, cuando te mencionó algo respecto a eso querías decirle que si lo intentaban pero te detuviste.
Ambos querían lo mismo, querían experimentar una nueva sensación a la hora de complacerse, como siempre lo hacian.
Veías sus manos las cuales amabas, su cuello, sus brazos, sus ojos inocentes frente a la gente, sus labios que deseabas sentirlos en otro lado, sus dedos adornados por sus característicos anillos plateados, sus piernas. Estaban junto a sus amigos disfrutando de una salida, pero tus pensamientos divagaron en todo su cuerpo, cruzabas las piernas haciendo presión calmando tus ganas de besarlo en ese momento, no entendías que sucedía pero el tan solo verlo de esa manera estaba comenzando a excitarte.
Las voces y la plática paso en según plano. De pronto solo tu mente comenzó a pensar en Eddie sujetado, pidiendo y rogando que lo tocaras, que le permitieras correrse, que esos ojos lindos de cachorro suplicarán por más, inconscientemente mordiste tu labio inferior con tu mirada fija en su entrepierna, Eddie se dió cuenta y se puso de pie caminando hacia ti tocando tu hombro.
ー Amor, ¿Estás bien? ー se sentó y te hablo al oído, su voz te trajo de regreso para verlo, tus mejillas estaban rojas. Necesitabas tenerlo entre tus piernas lo más rápido posible.
ー No me siento bien.
ー ¿Quieres irte?
ー Si ー te levantaste tomando su mano arrastrándolo fuera despidiéndose rápidamente de sus amigos. Lo llevaste hasta el auto donde rápido lo pusiste en marcha conduciendo hasta el departamento de ambos. Eddie estaba confundido por tu actuar, te veías muy apurada y agitada. Al llegar bajaste subiendo hasta su departamento, no tardaste ni un minuto más y lo llevaste hasta la sala dónde lo empujaste provocando que cayera sentado.
