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Desde que habían confesado sus sentimientos pasaron cada día juntos. Eran más maduros y la relación iba fluyendo bien. Joseph era muy tierno y atento a ti. Cada noche que salías de tu trabajo el ya estaba ahí parado esperando por ti, pero eso se acabo cuando fans lo descubrieron y tuvo que dejar de ir a recogerte.
Así que siempre se veían en su departamento o en tu casa. Veían películas o solo jugaban juegos de mesa.
ー Eres un tramposo Quinn.
Rodaste los ojos al notar su trampa en el Monopoly.
ー Se una buena perdedora y no me digas tramposo. Aparte, ¿Qué trampa se puede hacer en Monopoly?
Te alejaste de la mesita yendo a la nevera para tomar una botella de agua.
ー Ya no quiero jugar ー te sentaste en el sillón bebiendo agua.
Joe fue hacia ti quedando de rodillas entre tus piernas. Puso sus manos en tus muslos dándoles un apretón. Te miro fijamente con un puchero.
ー Amor, no seas así. Solo es un juego.
Le diste una sonrisa apenada, ー Dame un beso
Y fue lo que hizo, se acercó hacia ti dándote un beso en los labios, aún estaba entre tus piernas y al momento de darte el beso cargo tu cuerpo quedando el sentado y tu sobre él.
Los besos siguieron pero estos pasaron de ser tiernos a ser con otras intenciones, eran más salvajes y apasionados.
Sus manos viajaron hasta tu trasero el cuál apretó un poco provocando un jadeo de tu parte que fue silenciado por sus besos. Tus manos fueron hasta su nuca dónde enrollaste sus pequeños rizos en tus dedos, esos pequeños masajes provocaron algo en Joe. Sus labios viajaron hasta tu cuello dejando suaves besos. Te quito la sudadera dejando a la vista tus pechos, no llevabas otra cosa más que la sudadera. Fue directo a besarlos y sus toques eran suaves pero exitantes.
Tus manos seguían en su nuca, estabas disfrutando de sus caricias con los ojos cerrados.
ー No tienes idea de cuantas veces soñe con esto... tomarte como esa parte del libro que provocó que tuvieras las piernas tan apretadas.
Te quedaste quieta abriendo los ojos viéndolo.
ー ¿Qué?
ー Lo recuerdo demasiado bien. Esa vez me contuve para no besarte. Cuando entraste al baño tome el libro que estabas leyendo en esa página, y entendí el porque de tu actitud.
Volvió a besarte cargando tu cuerpo poniendose de pie volviendo a sentarte. Se volvió a poner de rodillas y fue bajando lentamente tu pantalón de pijama. Quitando con el las bragas.
ー ¿Quieres que me detenga?
No habías dicho nada y tu silencio comenzó a abrumarlo.
ー No, no te detengas.
Te dió una mirada que demostraba todo lo que sentía en ese momento, deseo.
Siguió pasando sus manos a lo largo de tus piernas y adentrandose entre tus muslos. Tu mirada estaba fija en cada movimiento que daba. Era excitante verlo tan concentrado en cada toque que te daba. Con su pulgar delineó tus pliegues.
ー Tan húmeda para mi.
Sus manos fueron hasta tu cadera cercando mas tu pelvis hacía él. Sus labios no tardaron en besar tu intimidad. Con la punta de su lengua trazo una línea tomando todo de tí. Tu respiración se agito al sentir como su lengua iba pasando por todos tus pliegues, era una excitación que nunca habías llegado a sentir. El calor de su boca proporcionaba una buena estimulación y más cuando comenzó a prestar atención a tu clítoris, uno de sus dedos entro en ti lentamente. Eso hizo que tus gemidos aumentaran. Sentías como si te fueras a desmayar, estabas mareada por la sensación y no querías que terminara. Estabas tan cerca pero jo querías verlo fuera de tus piernas.
Saco su dedo de ti apartándose y poniendo se de pie, se desvistió frente a ti dejando a la.vista su enorme excitación. Querías tomarlo pero no te dejo, fue más rápido.
ー En cuatro, te quiero ver en cuatro.
A duras penas te acomodaste en el sillón dejando a la vista tu trasero hacia él, se posiciono a la altura de tu entrada.
ー ¿Estas lista preciosa?
Asentíste eufóricamente esperando su siguiente paso, se erección fue entrando en ti y tus paredes se abrían ante él, no estabas acostumbrada a él por lo que soltaste un gemido de dolor provocando que Joe se detuviera pero lo alentaste a seguir. Entro lo más que pudo y espero unos momentos antes de comenzar a moverse, lo hizo lento muy lento tomando tus caderas fue aumentando sus movimientos. Tus manos estaban sostenidas en la tela del sillón apretándolo, era demasiado para ti pero realmente lo estabas disfrutando.
Sus embestidas se volvieron más rápidas, cada vez más y más rápidas, tu humedad ayudaba a que sus movimientos tuvieran sincronía. Ambos estaban disfrutando del momento, Joe se estaba volviendo loco al sentír como tus paredes se apretaban. Eso hizo que su orgasmo llegará y tu terminarás gritando de excitación su nombre.
Al terminar te ayudo a limpiarte y recogieron todo su desastre. En ningún momento soltó tu cuerpo de él y te mantenía lo más cerca posible. Besos en el rostro o solo pequeños cariños eran los que sentías cada 5 segundos.
ー Te amo Joe.
ー También te amo preciosa.
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