Espero y sea de tu agrado y fue un gran reto escribirlo...♥️
Como todas las tardes que pasabas sola en casa decides prender el televisor y comenzar a ver aquella serie de la que todos hablan, Stranger Things, y no esperabas que el personaje de Eddie Munson provocara tantas emociones en ti desde el primer momento que salió en escena. El personaje te había atrapado totalmente y no podías parar de ver cada parte donde él salía.
Una tarde habías leído sobre un ritual, en el decía que podías sentir a cualquier persona, ya fuese real o no y tu mente totalmente pensó en Eddie Munson.
Hiciste cada uno de los pasos que venían y desilucionada y triste te rendiste al ver que nada sucedía, decidiste repetirlo nuevamente pero como la primera vez, nada había sucedido.
Rendida te sentaste en el sofá a ver el televisor con una cerveza para relajarte un poco, estabas quedándote dormida pero unos sonidos en la cocina llamaron tu atención.
Estabas sola así que no había manera de que alguien estuviese en la cocina. Confundida te pusiste de pie caminando lentamente, una voz se escuchó la cual no se te hacía para nada conocida.
Seguiste caminando lentamente hasta quedar en la entrada, una cabellera rizada se asomaba un poco a través de la puerta de la nevera, un miedo recorrió todo tu cuerpo y estabas a punto de gritar cuando cerro la nevera, pero solo un grito ahogados salío de tus labios.
ー ¿Amor?
Aún mas confundida por lo que estabas viendo, y más que te había llamado Amor. No podías formular ningúna palabra tu rostro reflejaba todo el miedo y sorpresa que sentías en ese momento.
ー ¿Eddie?
Tu voz salió muy baja y temblorosa, aquel chico se acercó hacía ti para tocar tu rostro, pero un grito tuyo hizo que se detuviera.
ー ¿Qué sucede cariño?
Esta vez si acercó a ti tomando tu rostro entre sus manos, tu cuerpo temblaba. No podías creer que estuviera frente a ti, Eddie Munson.
¿Acaso el ritual si funcionó?
Intentaste regular tu respiración y llevaste una mano hacia el rostro de Eddie, tocaste cada parte de él y se sentía tan real, tocabas su cabello, nariz, mejillas, orejas, cejas, etc. Todo lo que pudieras tocar de su rostro.
El shock quedo en el olvido y ahora la emoción cada vez crecía más en ti, pusiste tus manos encima de las suyas que aún seguían reposando sobre tus mejillas, querías llorar de la emoción de tenerlo frente a ti, pero era totalmente una locura.
