𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: Mención de bailes erótico, club de stripper, contenidos adulto
𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫: Yo
Pedido: dindjarinwife Espero sea de tu agrado y perdón por la tardanza.
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La música del club retumbaba en todo el lugar, hombres ebrios intentando conquistar a las chicas que trabajaban ahí, nubes de humo de cigarros, olor del alcohol, gritos, risas, obscenidades, todo aquello que Joseph detestaba.
Sus amigos querían divertirse y Joseph se había negado porque no era el tipo de diversión que a él le gustase o no era algo que en ese momento deseara hacer, ir a un club de stripper, el mejor club de la ciudad y el más famoso por tener, según críticas, a las mujeres más hermosas, y puede que en eso último tuvieran razón pero, no era algo que le llamará la atención.
ー Joseph toma, bebe algo ー uno de sus amigos, quien ya estaba pasado de copas le acercó una. No se negó porque ya estaba harto del ambiente y lo último que quería era estar conciente de todo.
ー Uhhhh el Señor perfecto por fin se digno a tomar una gota de alcohol ー otro de sus "amigos" decía burlandose y apretando el hombro de Joseph quien incómodo se alejo.
ー Tal vez para ponerlo contento deberíamos pagar por un baile privado ー todos gritaron en afirmación, ignorando lo que Quinn les decía, era como si él no tuviera el derecho a opinar. Sus amigos fueron corriendo a solicitar dicho servicio mientras que Joseph se quedaba en la barra del bar observando a las chicas que estaban bailando en el escenario, rodeadas de hombres asquerosamente vulgares.
ー Vamos Joseph alégrate un poco, es un regalo adelantado ー el mismo que había sugerido el baile se acerco corriendo a él para llevarlo hasta el lugar. Puso resistencia pero entre todos lograron que entrará y cerraron la puerta. Inmaduros, pensó.
Su vista estaba hacia la puerta de la entrada ignorando la escena detrás de él, que al momento de girar vio a una mujer angelical. Sus largas piernas danzaban perfectamente sincronizadas a lo largo del tubo que le servía de soporte, sus caderas se movian al compás de la música, su mirada salvaje y coqueta lo atrapó, lentamente se fue alejando de su lugar acercándose a Joseph quien carraspeó nervioso, y su vestimenta claramente no ayudaba para nada.
Las cálidas manos de la chica tocaron su rostro para ir bajando lentamente hasta su entrepierna, sin dejar de mirarle directamente los ojos, se sentía nervioso, y el calor en sus mejillas aumentaba.
Se puso de rodillas frente a él, quedando a la altura de su notable erección. Se sentía avergonzado de lo rápido que aquello lo excito pero con la mujer tan guapa y sensual, era muy fácil que eso sucediera.
Dió un suspiro entrecortado cortado sintió las manos de ls chica volver a tocar su cuerpo, la calidez que le transmitía le dejaba la duda si todo su cuerpo podría transmitirle esa sensación, ¿Qué demonios estas pensando Quinn?
Perdió un poco la concentración pero regreso al momento cuando no sintió cerca de él su cuerpo y su vista se centro nuevamente en aquel objeto metálico que le ayudaba a mostrar su pasos, su trasero esta vez quedo expuesto a él y sentía que en ese momento moriría, así que tomo asiento para poder disfrutar del baile que estaba haciendo.
Su mente comenzo a divagar en diversos escenarios de ellos dos juntos, disfrutando de una noche de pasión, solo ellos dos alejados de aquel asqueroso lugar. ¿Acaso quería tenerla solo para él?
Esta vez se posicionó sobre él, su cuerpo quedo sobre él, sus piernas a cada lado de su cadera, su centro sobre ma erección de Joseph, quien sin querer solto un pequeño gemido de dolor por la presión de los pantalones sobre su bulto ya notorio. Los pechos de la chica quedaron perfectamente sobre su rostro, eran los mas lindos que él había visto y deseaba poder tenerlos sobre sus labios, saboreando la piel.
Llevo su cabeza hacia atrás dejando con libertad la piel de su cuello expuesto para ella quien aprovecho para besarle, Joseph cerró los ojos disfrutando de la sensación. Inconscientemente ella comenzo a mover sis caderas suavemente sobre la erección de Joseph. Estaba en el paraíso, tenía demasiado tiempo que no se sentía de esa manera.
Los labios de ella seguían dando caricias al cuello de él, sin poder evitar pensar como se sentirían estos en otra parte de su cuerpo que tanto deseaba que ella tocará.
Se animo a llevar sus manos a su trasero y dar un ligero apretón provocando que gimiera cerca de su oído, volvió a repetir la acción para que volvería a hacerlo, quería volver a escucharla.
No sabía que más hacer, estaba mareado de tantas sensaciones que estaba teniendo, sentir el calor de su entrepierna y los movimientos que ella estaba haciendo sobre él, los ligeros gemidos que daba cerca de su oído, los labios de ella besando su cuello y una que otra vez la comisura de sus labios, sus manos en su trasero y el roce de sus senos en su pecho, estaba recibiendo una buena atención pero quisiera y deseaba que llegaran a más, pero se detuvo.
ー Chico lindo, lamento decirte que... tu tiempo a terminado.
Demonios, maldijo internamente y quería decirle que no se detuviera pero las palabras no salían y solo pudo quedarse quieto.
Sintió como lentamente se ponía de pie alejándose de él, dándole una sonrisa pícara porque sabía el efecto que había tenido sobre él todo lo que había hecho.
Sabía que lo que hizo estaba mal, su trabajo solo era bailar pero él la hizo querer sentir más, quería más pero debía detenerse, no era el lugar donde ella quería que él la hiciera suya, y no solo una vez.
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