PREÁMBULO

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17 de Abril de 2016

New York, EE.UU

La Sala de Urgencias del Hill Hospital estaba conmocionada por el extraño suceso que involucraba a una jovencita de 12 años de edad, de nombre Margaret Williams. Una niña caucásica, de cabello castaño claro y ojos verdes. Había llegado viva a la Sala de Urgencias, luego de caer desde el décimo piso del Hotel Campbell. Sin embargo, pese a la altura y el gran impacto, la pequeña no presentaba heridas o lesiones. No había rastro siquiera de haber impactado contra el suelo.

A las 3:00a.m de un día domingo, la pequeña llegó a la sala de urgencias en una ambulancia, acompañada de su padre: Martin Williams. Un hombre alto, caucásico, de 38 años y cabello color café. Él estaba agobiado y con el alma en un hilo. Martin no se separaba ni un segundo de su pequeña hija. El mundo se le había derrumbado en instantes, y la muerte parecía estar acariciando su delicada humanidad.

Margaret aún respiraba. Era muy extraño después de este fatídico suceso. De pronto, el Dr. Corwin Fletcher se aproximó a la camilla que trasladaba a la pequeña.

—Señor; debe retirarse. Necesitamos atender a la niña.

—No me voy a separar de mi hija, Doctor. Ella es la luz de mis ojos. ¡Por favor, haga algo! —dijo Martin, mientras sus ojos se inundaban en lágrimas.

—Le prometo que haremos todo lo que esté en nuestras manos. Pero permítanos hacer nuestro trabajo.

Martin se separó de la camilla. Estaba acorralado entre el dolor y la incertidumbre. Con una tristeza absoluta, caminó hasta la Sala de Espera, mientras atendían a su pequeña. Luego, las noticias comenzaron a mostrarse en todos los televisores del hospital; exponiendo imágenes agobiantes del suceso.

«Una niña de 12 años cayó desde el décimo piso del conocido Hotel Campbell, según las declaraciones de algunos transeúntes que se encontraban a las afueras en el momento de la tragedia. Los paramédicos indican, que la pequeña Margaret William no presentaba lesiones o contusiones; esto es algo sumamente extraño debido a la altura. Sabemos que su padre, quien evitó dar declaraciones, subió a la ambulancia para acompañarla en su traslado al Hill Hospital. ¿Será un posible acto de suicidio?, ¿o existe un móvil criminal detrás de todo esto? Seguiremos informando para ustedes. Quien les habló: Claire Peterson, "Global New"»

—¡Idiotas! —exclamó Martin, con ira.

Una mujer que se hallaba en la Sala de Espera del Área de Urgencias, se acercó a Martin después de escuchar la noticia.

—¡No tiene sentido! Esa niña cayó desde el décimo piso de ese hotel y no presenta lesiones.

—¿Quién es usted? —preguntó Martin con un tono cortante.

—Que tonta soy. Mi nombre es Caroline. Caroline Meinbrath. Estoy aquí por mi hijo. Él se...

¡No me interesa!

¿Disculpe?

Martin volteó a su derecha para verla justo a los ojos.

Le dije que no me interesa. No me importa por qué está aquí, y mucho menos su opinión.

Discúlpeme, solo quería conversar con alguien. Es muy difícil estar en esta fría sala sin saber...

Martin la tomó de los hombros con mucha fuerza.

—¡Escúcheme bien! Es mi hija de la que hablan en ese noticiero; y lo que están diciendo es una estupidez. No hubo ningún crimen.

—¡Suélteme! Me hace daño.

La Sombra de MargaretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora