Capítulo 44.

1.6K 91 8
                                    

No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos. -Cesare Pavese.

Ámsterdam.

Alessia.

—Me llevaré una maleta de dulces a casa para comerme uno todas las noches.

Estaba embobada con Ámsterdam, es una ciudad hermosa. Aquí en Ámsterdam, destacan demasiado los dulces. Literalmente, en cada rincón de Ámsterdam hay dulces. He sido impulsiva y he hecho que Nicolás parara cada minuto para comprar dulces nuevos.

Lo he obligado a probar algunos conmigo, pero ya se harto y no quiere saber de ellos.

¡No puedo creer que también este conociendo Ámsterdam!

Es una ciudad donde fácilmente también podría vivir, es bastante amplia, por ello, es muy difícil aburrirse aquí.

Nicolás está detrás de mí con mi chaqueta en mano ya que hacía mucho calor y le pedí que la tomara para poder agarrar la canasta de dulces. Él también vino informal, con el cabello alocado, lentes de sol, camiseta y chaqueta negra con vaqueros. Lucia guapo como siempre.

—Me vas a gastar —dijo cuando me atrapó viéndolo.

—¿No puedo?

—No he dicho que no. —Se defendió.

—Si no trabajaras tanto te ofrecería un viaje a Suiza. —Le guiñe un ojo intentando convencerlo.

Sin embargo, en el fondo sé que es imposible, ha estado prácticamente un mes de viaje conmigo posponiendo reuniones y trabajando desde aquí. Me he llevado la atención y por eso acepto regresar, tiene sus asuntos y yo tengo los míos.

—¿Qué incluye ese viaje?

—Comida, paseos, bailes, y quizás besos.

—¿Solo eso?

Sonreí coqueta.

—¿Que más quieres? No puedes estar abusando del anfitrión.

—Desnudos privados.

—No hago esas cosas, eso es ser impuro y yo de pura me paso.

La señora me pasó la funda con mis dulces en el momento que pague. Él me mira con una ceja arqueada.

—Calla.

Lo callo antes de que diga algo sucio que me deje en evidencia.

—Cobarde.

—Dime algo que nunca le hayas dicho a nadie.

Es una forma de sacarle mucha información, hemos jugado a eso en estos días y he aprendido muchas cosas nuevas de él.

—Hablo ruso.

—¿De verdad? —Me pasme en medio del camino sin poder creerlo.

—Si.

—Dime algo en ruso.

Me pego contra una pared con sensualidad y espere que me dijera algo aunque no captara el significado, sé que me iba a gustar escucharlo con un acento distinto al nuestro. Jamás imaginé que Nicolás hablara ese idioma. Lo he escuchado hablar inglés y suena bastante bien, ahora me imagino en una lengua que yo ni siquiera entienda.

—Ты мне нравишься —susurro con un perfecto acento—. Я хочу трахать тебя каждый день.

—Eso suena a algo pervertido si viene de ti.

Se ríe y me suelta.

—Averígualo.

—¿Nunca hablaste ruso con nadie?

A través de ti  [COMPLETÁ] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora