Capítulo 29.

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Los juegos dejan de ser juegos cuando hay sentimientos. -M.

París, Francia.

Nicolás.

—Entonces, señor, Teefey, ¿Continuara distribuyendo el vino en Francia o prefiere retirar la asociación? —muevo el lapicero, sin ansias, solo con paciencia y espera.

A veces creemos que las malas acciones no dejarán consecuencias, nos sentimos tan confiados que no miramos que hay muchos lados por dónde esa mala acción puede recorrer y manchar; como ahora, por ejemplo, en donde tuve que viajar hace dos semanas por un estúpido descontrol en la distribución del vino en Francia, pues el señor Teefey había recibido el mismo mensaje acerca de que yo estaba involucrado en una mafia, pero a este se la enviaron con "pruebas" mal habidas, y él para no manchar su reputación envío un comunicado para romper la asociación, así mismo algunos socios no querían seguir adquiriendo el vino para llevarlo a sus mercados.

Me jodió, no lo voy a negar, porque hay mucha gente que no entra en razón, y debes luchar contra una mentira que para otro es verdad. Se desataron uno que otros rumores, y para la gente el que un empresario tenga una vida intachable es de suma importancia, no les beneficia en nada, pero lo es y eso hace que las demandas caigan, no en un gran total, en cambio, se puede complicar más.

La gente es complicada, ellos pueden fallar pero su entorno, no. Les encanta juzgar sin conocer, pero ellos no se juzgan, pues es más fácil mirar defectos ajenos, que los propios.

La reunión queda en silencio, el equipo y yo llevamos dos semanas en reuniones constantes, intentando limpiar parte de lo que se propagó, callando noticias en Francia para que no llegue a más países, callando los socios para que no sigan divulgando, pues para el público tener una prueba aunque sean patrañas es como un buen manjar para disfrutar. Hemos llegado acuerdos, muchos han creído en mí, otros simplemente se han dejado llevar por malas lenguas.

La rabia la tengo a flor de piel, me confíe y por eso joder no les cuesta nada. Pero lo que no saben es que no me quedaré hundido, siempre busco opciones y obtengo soluciones, como ahora; convenciendo a Teefey, que es mi mayor inversionista y las relaciones de él nos han colocado en un buen lugar aquí en Francia e incluso nos ha llevado a pronto abrir otra sucursal de la empresa en las Bahamas.

—¿Sabes, Nicolás?, este negocio es complicado, tener buena reputación y palabra es algo que nos lleva lejos muchas veces, otras veces, vale más el trabajo. Y, he hecho negocios contigo por años, se me hace difícil creer en esto —señala el correo con el mensaje.

—Porque sabes que no es verdad.

—Siempre te he admirado, un muchacho tan joven con su astucia levanto un gran imperio, se abrió camino y mira hoy es uno de los hombres más importantes de Italia y parte del mundo. Tu vino suena en todos lados y cada día te superas muchacho —se levanta con la copa de vino rodeándome —Y uno de las cosas que más te han llevado a dónde estás, es tu honor a la hora de trabajar, y eso es algo que me gustó y es por ello que continúo contigo. Porque de ser cierto no estarías aquí, preocupado y buscando la solución a los problemas y eso es algo para destacar, te conozco Lombardo, sé que esto te importa, y tienes compromiso. Te daré una oportunidad, pero con otro rumor, no aceptaré seguir aquí, no quiero manchar mi nombre. No es por nada personal, pero sabes cómo funciona esto.

Ruedo los ojos y suspiro cansado, ya que no he dormido, la semana ha sido muy pesada y no he tenido tiempo para nada.

—Como quieras, Teefey. Si estás aquí es porque te conviene tanto como a mí, nadie acepta nada sin beneficio, y sabes que mi vino es un puto tesoro. No me estás haciendo un favor, y lo sabes, estamos aquí porque a ambos nos interesa y hemos trabajado muy duro para llevar esto hasta aquí —el sonríe, asintiendo y dándome la razón, piensa que le agradeceré cuando sé que en los negocios hay más interés que otra cosa.

A través de ti  [COMPLETÁ] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora