11. Una historia más vieja que el tiempo

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Entré al tercer piso, ya había vapor por todas partes debido a la temperatura del agua en la tina que estaba en el centro de la habitación. En una silla estaba un cambio de ropa nueva y una toalla para cuando terminara de bañarme, además de un jabón en barra nuevo en su empaque sobre la ropa.

Comencé a desvestirme poco a poco y entré en la tina con el jabón en la mano para comenzar a enjabonarme una vez me acostumbrara a la temperatura del agua. Debía darle la razón a Sang sik, me hacía falta un baño para relajarme. El agua caliente, el olor del jabón nuevo, toda la naturaleza conservando el calor a mi alrededor.

Podía quedarme dormida de lo calmada que estaba. Después de enjabonarme y lavar mi cabello, me fijé en lo ya normalmente amplio que era este cuarto, y de nuevo pensaba en el solitario Kim Taehyung, y me preguntaba por qué necesitaba tanto espacio.

Sobretodo para un baño, que no está planeado exactamente para que diez personas se bañen al mismo tiempo, en el mismo espacio.

Terminé de asearme y acerqué la toalla para secarme, la enredé alrededor de mi torso mientras desdoblaba la ropa sobre la silla para analizar el atuendo que Sang sik me había preparado. Era un vestido negro, muy sencillo, lo que lo hacía bonito era la parte de la falda, tenía unos pliegues tableados que hacían que se viera más voluminoso; con él incluyó un pequeño cardigan del mismo color, este sí podía reconocerlo porque era mío, seguramente lo halló en mi equipaje.

El pensar que Kim Taehyung estaba invitándome a cenar, probablemente para establecer una conversación en la que no nos queramos matar el uno al otro, y que bajaría sus elegantes escaleras en este vestido...me hizo bufar. Porque es una escena que había visto en las películas de princesas en mi infancia, todo mundo la conoce. Es una historia más vieja que el tiempo.

Pff. Claro, yo era la Bella, él era la bestia.

Me puse el vestido y el cardigan y sequé mi pelo con la toalla antes de dejarla en mi habitación y bajar al comedor, cuando me asomé Kim Taehyung ya estaba sentado en su usual asiento en la cabecera de la mesa, tenía su plato y su copa intactos. Cuando se percató de mi presencia, inmediatamente levantó su vista y detalló cortamente mi atuendo.

—. Te queda bien el vestido.—dijo para romper el hielo. Yo bajé mi cabeza para observarme a mi misma y si era verdad lo que decía. No era quien para traer el tema a colación, pero en verdad me aterraba el origen del vestido.

—. ¿De donde lo sacaste?—pregunté acercándome a la mesa y tomando asiento. Kim frunció su ceño e hizo un puchero confundido.

—. ¿El qué?

—reí cortamente—. El candelabro.—bromeé, claramente no estaba hablando de eso, y lo notó porque solté otra risa—. Obviamente, el vestido.

—. Mandé a Sang sik a que lo comprara.—mencionó restándole importancia y comenzado a comer, el mencionado había acudido a la mesa para dejar frente a mi el plato con comida y una copa.—. No entiendo la pregunta.

—. Bueno, no voy a mentirte, pudiste habérselo arrancado a un cadáver, yo qué se.—le reclamé bufando y tomando los cubiertos para comenzar a comer. Taehyung hizo una mueca muy similar a una sonrisa. Terminó asintiendo, tal vez dándome la razón.—. ¿Por qué...quisiste cenar conmigo?

Entonces, Kim deja de comer completamente, suelta sus cubiertos delicadamente y frunce sus labios pensando en qué dirá. Yo le miré expectante, y después de unos segundos él también me sostuvo la mirada.

—. Porque tenías razón.—soltó encogiéndose de hombros ligeramente.—. Tenemos que tratarnos como seres humanos, ¿no crees?—asentí con la cabeza.—. ¿Por qué no me cuentas entonces por qué no celebras navidad?

A Black Rose ; K.thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora