Sang sik despertó temprano para hacer sus deberes usuales, arreglar algunas cosas y preparar el desayuno para todos, después de unos minutos sin escuchar de Ji Eun ni del señor Kim, subió las escaleras para entrar al estudio. Ya sospechaba lo que estaba pasando entre ambos, ya no eran simplemente desconocidos, pero seguramente Kim ya había enloquecido después de lo qué pasó ayer en la noche, dándose cuenta que estaba equivocado y no quería estarlo y no sólo eso, que había sucumbido ante los encantos de la chica que vivía bajo su techo. Entró lentamente al estudio para no asustar al muchacho, el chico miraba a un punto ciego en el suelo, el siervo le observó con preocupación y entonces se hizo presenciar.—. Ha comprobado que no es ella, ¿verdad? ¿Qué sigue en su plan, mi señor? ¿Debería preparar su equipaje para llevarla a la ciudad?
—. No.—negó rotundamente el muchacho—. Sé que no es ella, pero ahora, se ha convertido en mi todo; mi veneno, mi cura, mi deseo y mi perdición. Quiero dejarla libre, pero no quiero que se vaya. La quiero más de lo que quiero a mis más profundas pasiones. Sang sik-ah, la quiero como sólo una bestia puede querer a alguien.
Sang sik no era un experto, mucho menos un maestro en el arte de la seducción, pero conocía mejor que a nadie al joven Kim, y sabía perfectamente cuando podía sentir algo fuera de lo común como lo era la atracción, y podía observar, que Ji Eun sentía lo mismo.
—. No quiero que se vaya....—murmuró lleno de miedo.
—Sang sik soltó un suspiro—. Temo que...eso no lo decide usted.—Taehyung levantó su mirada y le miró preocupado—. Habrá que ver qué piensa la señorita Ji Eun.
♰
Debí haberme vuelto loca. Porque mi plan estaba yendo bien, ya había explorado la psique de Taehyung, conocía cada obscuro lugar en su corazón, esta era mi señal para escapar de este lugar, Sang sik dijo que Kim me dejaría libre y eso se decidía hoy; pero inexplicablemente, el pensar en escapar, me revolvía el estómago y me causaba asco.
No quería irme.
Pero a mi cabeza llegaban las imágenes de lo que le pasó al chico el día de la fiesta, Jimin esperándome en casa preocupado, Sohyun muerta de miedo sin saber si estoy bien o no. Les debía respuestas, les debía mi regreso.
Salí de mi habitación y bajé las escaleras hasta el lobby, no veía a Sang sik por ningún lado ni a Kim, asumía que si bajaba al comedor, sería para decirme si me dejaría libre al fin...o si había cambiado de opinión.
Después de dos horas esperando sola, escuché pisadas en las escaleras, miré hacia el pasillo encontrándome con su figura, afuera estaba nublado y casi nada alumbraba la mansión por dentro excepto unas cuantas luces. Me paré firme y esperé a que se acercara un poco más.
—. ¿Vas a dejarme ir?
Taehyung caminó pesadamente hacia mi, sin darme una respuesta inmediata. Cuando las puntas de sus zapatos chocaron con los míos se detuvo, elevó su mano hasta mi mejilla y la acarició como si tuviera miedo de romperme al tocarme. Sus ojos delataban un tipo de ternura al verme que solo había visto en poca gente. Era el tipo de mirada que veías en las películas románticas, los mismos ojos que mi madre le daba a Jimin admirándolo. Así me miraba Taehyung a mi.
Alejó su mano y soltó un suspiro lleno de dolor.
—. No quiero hacerlo.
Por el rabillo del ojo vi la luz potente de un relámpago entrar por los grandes ventanales de la mansión y poco después el sonido rebotando contra los muros de mármol. Después del rayo, sólo escuché la lluvia amortiguada con el césped del bosque.
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A Black Rose ; K.th
FanfictionKim Taehyung, un artista reconocido mundialmente invita a un grupo seleccionado de sus admiradores a su casa para pasar ahí una semana, sin embargo, lo que parecía una alegre fiesta cambia completamente cuando Park Ji Eun, una de las invitadas, se d...