A Black Rose ; K.th

5. Medianoche

Sang sik me dijo todo. Absolutamente todo.

Kim Taehyung, aparentemente estaba convencido de que yo formaba parte de un grupo que lo ha estado persiguiendo, y en orden de que él pudiera atraparlos, debía primero mantenerme a mi en cautiverio hasta que mis otros colegas vinieran a rescatarme y a su vez, a rendirse. Sin embargo, ese grupo no existía, no era algo de lo que yo formara parte, y me di cuenta que en todo caso, nadie vendría a rescatarme.

Salí de la habitación con el corazón en la mano, apenas podía mantenerme de pie mientras caminaba por el pasillo, me sentía vomitar en cualquier momento, entre mis dedos de mis pies descalzos sentía el terciopelo rojo de la alfombra y cuando levanté mi cabeza, la gran inmensidad de la casa que me rodeaba me hacía sentir tan...pequeña e insignificante. Perdida.

—. ¡Yah, Ji Eun-ah!, ¿dónde estabas?

Cuando giré repentinamente mis ojos cayeron sobre Sohyun, se veía emocionada paseando de aquí por allá en la mansión. En mi mente sólo podía escuchar miles de voces provenientes de lo más profundo de mi miedo gritándome que tenía que irme de ahí lo más pronto posible, debía decirle a Sohyun, no podía dejarla aquí.

—. Baja con nosotros, Taehyung preparó una cena de bienvenida.

No le pude decir nada, las palabras no me salían y realmente no encontraba la forma de organizarlas. Sohyun tomó mi mano y me obligó a bajar. En el primer piso se encontraban los demás chicos que venían conmigo, poco a poco se acoplaban en la mesa que Sang sik ahora preparaba de forma apresurada.

Taehyung estaba sentado en la cabeza de la mesa llena de platillos deliciosos. Había un asiento vacío justo a su izquierda en la mesa, sus ojos miraron directo a los míos, podía leer en ellos que quería que me sentara a su lado.

Hice como que no lo había entendido. Sohyun se sentó a lado de un chico y yo rápidamente tomé el asiento a su lado tratando de mirar lo menos posible a Taehyung. Después de que todos hubieran tomado asiento y observaran con emoción al anfitrión y a la comida que había servido sobre la mesa, Taehyung toma la copa que está frente a él y se levanta para después golpearla levemente con una cuchara, llamando la atención de todos.

—. Amigos...me complace mucho que estén aquí. La vida de un artista como yo suele ser solitaria, y necesitaba la compañía de personas como ustedes...mi familia, la única que tengo.—mencionó con una sonrisa mientras nos observaba a cada uno de nosotros.

Sonrisa que yo sabía era más falsa que el bronceado de un vampiro.

—. Han venido aquí a relajarse, a celebrar, a convivir y a acompañarse. Así que...¡disfrútenlo!—exclamó Kim dejando de lado la copa que tenía en su mano.

Detrás de mi escuche un sonido estruendoso que me hizo encogerme por el miedo. Cuando volteé me di cuenta que era Sang sik que había abierto una botella de champagne y el ruido era del corcho saliéndose. Le miré atónita, seguía en estado de shock y no entendí muy bien lo que estaba pasando.

Él sirvió mi copa y cuando levanté mi mirada vi que todos ya estaban celebrando. Sí, había música, todos bailaban y brindaban, pero yo lo veía todo aturdida, igual que como si estuviera debajo del agua, todo en slow-mo y con mi audición ahogada por una barrera.

El mundo daba vueltas, pero no las daba conmigo.

Cuando reaccioné fue cuando sentía la mano de alguien sobre la mía y me di cuenta que era Kim, que tomando mi mano bailaba al ritmo de la música. Todo volvió a mi, tomé aire al darme cuenta que mis pulmones se habían vaciado y asustada le miré, cómo bailaba sin sentir nada, sin un ápice de vergüenza de lo que me quería hacer.