Sentí la cama removerse, abrí los ojos con pesadez, maldiciendo que Taehyung me hubiese despertado. No había logrado dormir para que no me atacase entre alucinaciones y ya que había logrado conciliar el sueño volvía a despertarme, ni siquiera había dormido tanto, afuera seguía habiendo luz pero la nevada había terminado.Lo más probable es que sólo hubiesen pasado unas horas desde que nos peleamos. Pero seguramente Taehyung no lo recuerda.
Taehyung se remueve y palpa mi cuerpo con cuidado, como para reconocerme. Yo lo ignoro, no se que esté buscando pero pienso seguir durmiendo; incluso cuando lo siento inclinarse y verme fijamente, yo mantengo mis ojos cerrados. Pero su respiración no suena normal, y dispuesta a quejarme y decirle que vuelva a dormirse abro por fin los ojos, encontrándome con los suyos, horriblemente dilatados y con esa mueca extraña que hace de vez en cuando, es el mismo rostro que hace cuando parece que está a punto de volverse loco.
Tal vez porque en ese momento, de verdad se había vuelto completamente loco.
Le miro fijamente, tratando de encontrar el problema. Entonces, Taehyung empieza a gruñir. No de forma tierna, como cuando solía despertarme mientras besaba mi cuello, no, está gruñendo como un perro, como cuando quería entrar a su estudio sin permiso.
Le miré completamente desorbitada, confundida de por qué repentinamente parecía haberse olvidado de quien era. Traté de tocarlo pero se removió acercando su rostro al mío, su nariz rozaba la mía. Creí que me besaría, pero en su lugar, me olfateó, y no me reconoció, porque acto seguido, quería morderme.
Rodeé en la cama alejándome de él pero volvió a tirarse sobre mi buscando con sus manos las mías para acorralarme. Gemí cuando encajó sus uñas sobre mis muñecas y elevó mis brazos sobre mi cabeza para inmovilizarme. Me removí gritándole que me soltara hasta que susurró algo en mi oído que me hizo quedarme helada.
—. ¿Cómo entraste a mi casa, conejita?
Mi corazón había dado un vuelco. No sólo de horror, también de dolor. Porque era cierto. Taehyung no me reconocía, no me recordaba, se había olvidado de mi. Para él, en este momento no era su novia, era una de sus alucinaciones, su más grande temor. Todo lo que habíamos hecho se había borrado, y me dolía profundamente.
Pero ese dolor se transformó pronto en miedo al recordar en lo que yo era antes de enamorarme de Taehyung. Yo era su presa, estaba en su mansión para que él me matase.
Cuando caí en cuenta de aquello, elevé mis pies a la altura de su abdomen y lo empujé con toda la fuerza que tenía, logrando quitármelo de encima. Salté de la cama y aprovechando que Taehyung estaba en el suelo, abrí con urgencia el cajón de la mesa de noche que estaba a mi lado derecho, tomé el revólver que había guardado y encaré a Taehyung. Él ya se había levantado y se estaba acercando a paso lento, casi burlándose de mi y de mi indefensa existencia; igual que un león camina hacia su presa cuando sabe que ya no tiene escapatoria.
Taehyung, con la cabeza en alto se acercó hasta que su abdomen chocó contra el revólver. Yo le sostuve la mirada, no podía encontrar a mi Tae dentro del monstruo que ahora me miraba.
Supe entonces que, no había vuelta atrás. Taehyung se había ido. Todo lo que quedaba era su enfermedad.
Tenía que matarlo.
Sostuve la pistola contra su estómago, las manos me temblaban y no sabía en qué momento disparar; era mi única oportunidad, un error y todo acabaría aquí. Taehyung sostuvo la pistola con sus manos, intentando quitármela antes de que lo matara, pero no cedí, se la arrebaté y salí corriendo de la habitación.
Mis pies descalzos resbalaron contra el mármol del piso del salón, haciéndome caer estrepitosamente y en el acto, soltar mi pistola que había caído junto a la chimenea. Escuché a Taehyung detrás de mi, chocándose contra todos los muebles y derribando todo a su paso como un huracán, seguía gruñendo y ladrando molesto. En cuanto me encontró en el suelo se abalanzó contra mi para volver a inmovilizarme. Luché con uñas y dientes para que me soltara, él se alejó cuando lo rasguñé, las marcas de mis uñas le habían dejado una herida que cruzaba en diagonal desde su mejilla hasta arriba de su ceja.
ESTÁS LEYENDO
A Black Rose ; K.th
FanfictionKim Taehyung, un artista reconocido mundialmente invita a un grupo seleccionado de sus admiradores a su casa para pasar ahí una semana, sin embargo, lo que parecía una alegre fiesta cambia completamente cuando Park Ji Eun, una de las invitadas, se d...