CAPÍTULO 28

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Te amo

Martes tres de septiembre, una de la tarde, un día normal como todos, Sergio toco la puerta de Marcos, quien se dirigió a la puerta y al abrirla no se sorprendió al ver a Sergio. Quería acercarse y darle un beso, su mente sabía que no podía hacer eso, no era lo correcto.

—Entra Sergio siéntate en el sofá. ¿Quieres algo de tomar?

—No, está bien —entro y tomo asiento.

—Quiero decirte tantas cosas. Primero te diré que ya lo nuestro no tiene arreglo, lo que en su momento paso, ya mátalo, arráncalo y tíralo, olvídate de mí Sergio, lo que haces me está destruyendo, además estas acabando con el poco querer que siento por ti.

—No quiero eso, tal vez mi mente me ayuda a alejarme de ti, pero mi cuerpo me traiciona, no puedo controlarlo —se acercó un poco al chico —perdóname Marcos, si te hice daño, por no tener el valor de estar a tu lado.

—El pasado no me importa, la falla fue de los dos, tu por alejarte y yo por no luchar por ti o quizás no luche por lo nuestro porque no entendía lo que pasaba en ese momento —el chico sentía como sus ojos se mojaban comenzando a sollozar —yo te amé Sergio, siempre espere por tu voz, me quebrantaba en mis sabanas porque te echaba de menos, siempre te espere maldición, ahora que Lucas está aquí, vienes y entras sin mi permiso, no te comprendo Sergio —giro su mirada.

—Mírame Marcos, sé que es tu decisión estar con él, reprimo el deseo de que tú me ames, fui un idiota al alejarme de ti, al no decir que te extraño, yo también lloro contigo, porque mi alma sufre, mi mente está convirtiéndose en un daño de recuerdos — paso su mano por sus ojos —piensas que estas lágrimas son falsas o que juego contigo, pero no Marcos, te amo.

—Ya es tarde para decir eso, muy tarde para venir a mí con esas excusas de amor, vivía a tu lado y nunca llamaste a mi puerta para decírmelo.

—Estaba confundido, al verte con Lucas quería matarlo y llevarlo al abismo, porque pensé que siempre serias mío, el tiempo es sabio, la distancia y el olvido también lo son, mi tiempo lo perdí, la distancia que era diminuta, pero solo podía observarte como un estúpido, el olvido fue más fuerte.

— ¿Qué hablas Sergio? —se levantó del sofá.

—Comprende que el olvido no llego, luchamos contra él, yo sigo en tus pensamientos y tu estas aquí en mi mundo, daría cualquier cosa por estar nuevamente contigo.

—No, ya tu tiempo pasó. Espera voy por un vaso de agua —fue a la cocina. Regreso —Creo que ya no llegaremos a nada, tú no te darás por vencido. Sergio si de verdad me amas, aléjate no destruyas mi nueva relación.

—No, Marcos no me apartare como así, porque mi corazón late por ti, no quiero, pero en realidad si quiero estar a tu lado, hoy en la mañana converse con Zamire y termine de contarle todo, no me importa si no me perdona, porque lo hice por estar a tu lado— se acercó un poco más al chico—me alejare de ti cuando ya me cansé de luchar por lo nuestro.

—Estas muy cerca Sergio.

—No importa lo cerca que este, si no puedo tocarte, besarte, acariciarte —En aquel momento Sergio se acercó a Marcos y trato de besarlo, sin embargo fue rechazado.

—No Sergio, apártate.

—No pienses que haré eso Marcos, aunque anhelo hacerlo, estar así me recuerda a una película que vi de los años noventa, un romance peligroso.

—Ahora comparas esto que sucede con una película —Lo miro enojado.

—No, la nuestra es mucho mejor —sonrió — ¿Qué hubiese pasado si estuviésemos juntos como hace cinco años atrás? — miro al Marcos a los ojos.

—Quizás estuviera cansado de tus malos chistes, discutiríamos porque lado de la cama prefieres dormir, cuál de los dos prepararía el desayuno, ya ni amor sentiríamos —sonrió —Que hago hablando de estas tonterías, que está pasando.

—Es una conversación Marcos, yo imagino que estuviésemos felices juntos, pero choca ese momento de la habitación de tu casa, cuando me expresaste que debíamos confesar todo. Me sentí como un animal con miedo, por más que sentía amor, tenía que alejarme de tu lado, ahora me golpeo porque te amo.

—Nada cambiara, piensa mejor las cosas Sergio, recopila todo lo antedicho y trata de olvidarte de mí, debes irte son las tres, Zamire está por llegar.

—Me iré, recuerda no me daré por vencido.

Los dos chicos caminaron hasta la puerta, antes de abrir Sergio se acerca a Marcos y le dio un beso, aquel beso fue el más apasionante que sus labios habían tenido en mucho tiempo. Fueron tres segundos de amor correspondido. Marcos lo desvía de su cuerpo.

—No vengas con esto Sergio, lárgate.

A lo lejos Estaba alguien observando toda la escena, mirando a Sergio con mucha rabia.

***

—Amigo hoy vi como su rostro estaba lleno de tristeza, sus ojos mostraban arrepentimiento, las palabras apropiadas fueron dichas de su boca. Aunque es complicado aceptar sus disculpas porque me utilizo, tú estas al tanto, cuando lo mire a la cara, quería acercarme y golpearlo, decirle miles de porquerías, me contuve, porque pienso que lo que hizo fue por amor. No lo admiro ni tampoco tengo lastima por él.

—Él estuvo aquí hoy.

La chica dio un salto de su asiento—Marcos… ¿Tú lo aceptaste? ¿Permitiste que entrara?

El chico estaba preparando un juego de mango.
—Yo lo invite, quería conversar de nuestra situación, porque estoy hasta las neuronas de él.

— ¿Qué sucedió? ¿Qué te dijo? ¿Qué hicieron? —Destrabo una carcajada —y ¿Lucas estaba aquí?

—Le explique lo que tenía que explicar, no entiende que ya no quiero estar con él, que ahora Lucas es mí ser especial, el sigue diciendo que me ama, que no puede esta sin mí, lloro ahí frente a mí como un niño, yo no me contuve y mis ojos lloraron por su tristeza.

—Que difícil estar así, tendrás que hacer algo, quizás una denuncia.

—Ya no sé qué hacer Zamire, si esto continúa no podré ser más fuerte, terminare acurrucado en su espalda, Lucas no estaba, fue al trabajo, él sabe que Sergio todavía está detrás de mí, porque anoche me lo pregunto, ¿Cómo sabe? No lo sé.

—Tal vez si te haces el ciego, el que no ve que Sergio está ahí, tal vez se canse y se olvide de ti —abrió la nevera, se sirvió un poco de agua.

—Es que él se empeña en volver, en curar la herida que sangraba hasta hace poco, me hizo un rompecabezas la vida, ahora llega a decir que me construya junto a él, porque no pensó eso cuando en esa casa le dije que saliéramos de una vez por toda, pero no quiso, huyo como un cobarde, estas noches he entrado al baño a verme en el espejo a charlar conmigo, el miedo se está haciendo más fuerte. Mi pecho ya no lo puede contener amiga, como dice esa canción de Beret “Donde fuiste tan feliz regresaras, aunque confundas dolor con la felicidad” el punto está ahí.

—Marcos estoy contigo. Tu eres dueño de tus circunstancias, el camino que deseas tener saldrá de tu corazón, no soy muy cursi, para darte consejos amorosos porque yo estaba en esa situación. Aunque la mía fue más diferente y resulto menos dolorosa, en cambio, tu estas dentro un dilema muy difícil, pero la solución que yo le veo a todo esto es, que te vayas con Lucas a otra parte del país o fuera. Donde él no sepa más de ti, a menos que tú no quieras apartarte de él.

—Zamire creo que es lo mejor que has pensado —Sonrió — hablare eso con Lucas, para después de octubre irnos a otro lado, porque necesito arreglar unos papeles para el acto de grado.

—Coméntale a ver, seguro se van a Mérida esa casa que tiene es magnífica y hace un frio increíble, un rio súper rico, ahí lo hice con Roger —Sonrió —Le llevare el agua a Roger, ese cine hoy estaba muy caluroso, hubo unos apagones a mitad de película, horrible.

—Si amiga le diré. Ve, llévale el agua a tu hombre.
Marcos no tenía otra salida a aquel encarcelamiento. Se prometió olvidarlo, pero su recuerdo estaba con él, sabía que era lo que tenía que hacer se marcharía de aquel estado y Lucas estaría de acuerdo.

Love At HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora