CAPÌTULO 30

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Imprevisto


—Anoche me llego un mensaje un poco extraño, mi papá. Me pregunto ¿Qué habrá pasado? Él no es programar reuniones — la chica peinaba su cabello frente al espejo, Roger estaba a su espalda.

— ¿Que noticia tendrá tu padre Zamire? —Se preguntó Roger mientras se echaba perfume por su cuerpo —sabes, estoy feliz por todo lo que nos ha pasado, hoy iremos para casa de mis padres, ellos lograron reconciliarse, pensaron mejor la cosas y no se separaron. Cuando estaba enojado, no quería saber de ninguno de los dos, deseaba tantas cosas, pero nunca pensé en marcharme de sus lados —miro a la chica —apúrate o llegaremos tarde para el almuerzo.

—Cálmate Roger, si llegaremos a tiempo.

Los dos chicos terminaron de arreglarse, perfumarse y salieron para la casa de Sonia.

El sol era tremendo, el resplandor se observaba en los rostros de las personas, en las calles las personas caminaban a sus destinos, el mundo giraba con normalidad, en casa esperando estaban Sonia y Jesús.

El timbre sonó. La mujer emocionada se levantó y corrió a abrir la puerta.

—Bendición mamá. Ella es Zamire — Le dijo su hijo.

—un gusto señora Sonia— la chica se arrimó

La mujer sonrió. —Solo Sonia. Entren, ahí está Jesús esperando por ustedes.

Los chicos entraron a la casa.

—Hijo, es muy hermosa tu novia. Sales a mí —Le dijo su madre mientras entraban sonrió.

La mesa se convirtió en un sin fin de historias, la felicidad se reflejaba en la cara Sonia y Jesus, después del almuerzo preparado por Jesús, se dirigieron a la sala, tomaron asiento, en ese momento comenzaría una conversación seria.

—Zamire, tengo algo que decirte —El chico miro directo a los ojos negros que poseía la joven —nunca en mi vida pensé que llegaría a este momento de la vida, pero creo que es el mejor momento, el instante correcto para decirte Zamire Ortega ¿Aceptas casarte conmigo?

La chica brinco del sillón, la emoción y ella se volvieron una sola. Salto a sus brazos y se aferró fuerte al él, acerco su boca al oído de Roger.

—Claro que acepto mi catire bello, acepto, acepto maldición, disculpen estoy emocionada —se acercó a los padres del chico y los abrazo, ellos mostraron felicidad —te amo Roger, te amo...

—Bueno lo que falta es ponerle fecha—expreso Sonia.

Pronto diremos la fecha madre—dijo Roger y todos alzaron las copas.

***

—Lucas ven, ya el almuerzo está listo —gritaba Marcos desde la cocina.

Mientras arriba esta Lucas con su cuerpo en la cama, observando su teléfono.

—Ya voy.

El teléfono de Marcos sonó, el chico se acercó al teléfono para ver de quien se trataba, solo lo observo y no le prestó atención, camino hasta el baño, orino y se dirigió a la cocina, cuando llego vio que estaba Lucas

— ¿Qué preparaste de comer?

—Arroz con pollo, la ensalada sí que esta rara —sonrió —Lucas  ¿Por qué tienes esa cara de viejo malhumorado?

—Por nada Marcos, almorcemos.

La tensión entre los dos chicos se sentía, la frialdad de una conversación que no llegaba a nada, los comentarios de la comida eran terribles.

Love At HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora