Revelación
Marcos se encontraba en la mesa de la cocina, con unos libros y una copa de Vodka servida, estaba realizando una investigación para la universidad, eran las cuatro y quince minutos cuando el timbre de la casa sonó, con gran desesperación, como sin un problema tocara a la puerta.
¿Quién será? Lucas tienen llaves para estar tocando —alzo su musculatura del asiento y camino hasta la puerta, al abrir vio a Sergio frente a él — ¿Qué haces aquí?
—Marcos... ¿Por qué no respondes a mis mensajes en Facebook? Estaba preocupado por ti, tengo dos semanas sin saber de tu existencia —le expreso parado frente a Marcos con los ojos llenos de confusión.
—Sergio tú no puedes estar aquí. Si Lucas viene es capaz de cualquier cosa, él está teniendo arranques de ira, estos días no parece el mismo —después de decir aquello trato de cerrar la puerta.
—No cierres Marcos —el chico coloco su cuerpo entre la puerta para que esta no cerrara —estoy aquí porque me importas.
Marcos dejo que entrara, pero le dio igual lo que este dijera.
—Te amo, le contaremos a Lucas todo lo que paso, seamos sincero con él.
—Sabes algo... tú y Lucas me tienen cansado —tomo un sorbo de la copa —mejor márchate, estaba muy bien acompañado con el Vodka.
Sergio se acercó a la mesa, agarro la botella y se acercó al lavado, y en el vertió todo lo que quedaba de botella.
—ahora esto es lo tuyo, ahogarte en el alcohol. No puedo creer esto de ti...
—No tienes derecho a venir y destruir mis cosas —Marcos empujo a Sergio —eso es lo que tu querías, que yo me acabara poco a poco, eres un maldito Sergio.
Sergio se aproximó, para tratar de abrazarlo, pero Marcos se movía para no quedar entre los brazos del chico.
—Lárgate Sergio, vete maldición —en ese momento Marcos empezó a llorar, Sergio lo tomo entre los brazos y Marcos se desahogó entre los brazos del que en el pasado había sido su chico.
***
Casi al mismo tiempo Lucas o tal vez no era Lucas realmente en ese momento. Estaba estacionando su carro fuera de la casa. En la atmosfera del lugar todo se sentía tenso, Lucas bajo del carro y dirigió a la casa, momento antes de abrir la puerta olio aquel perfume que conocía muy bien.
—Aquí está el perfume o través —percibió el olor al entrar en la casa —Maldición él está aquí —Lucas camino hasta la cocina sin hacer ruido, al ver a Marcos en los brazos de Sergio. Su mente se tornó negra, no sabía qué hacer, pero pensaba que ya eso se venía ver, callado entro a la habitación y busco en su maleta, al encontrar lo que estaba buscando regreso a la cocina.
—Así de esta forma era que los quería encontrar, abrazados, dándose amor, como no saberlo, ¿Tú que piensas de esto Lucas? —Sonrió para el mismo —Acaso nos engañaban desde un inicio. Se hacen los inocentes simples infames, tranquilos niños que por amor nadie fallece —movió el arma que sus manos poseía — ahora que dirán...
Los jóvenes estaban sorprendidos y aterrados al mismo tiempo, querían que la tierra los tragara.
— ¡Lucas cálmate! —grito Marcos, mientras dejaba los brazos de Sergio.
—Lucas... Lucas... Lucas —rio como un frenético — ¿acaso me llamo Lucas? —Apuntaba a los dos chicos con el arma —por qué le hicieron esto a él, tan bueno que era contigo Marcos, fue porque no era bueno en la cama, pobre Lucas, desde niño lleva una vida arrastrada por la culpa de no ser hijo de ese hombre que se llamaba Relio —los chicos miraban al joven con pánico y se preguntaban si Lucas se había vuelto loco —las risas de un encanto como tu Marcos. Dime ¿Por qué le hiciste esto?... —le gritaba mientras movía el arma.
—Lucas ¿Qué te pasa? ¿Por qué hablas de ti en tercera persona? Cálmate, las cosas no son como tú piensas —expresaba Sergio.
—Lucas duerme en este momento —golpeaba su cráneo con la pistola —a veces no comprendo este mundo, no entiendo que espera la naturaleza de los humanos, si somos mierda seca, servimos como abono para los árboles —dejo de golpearse, estiro el brazo con la pistola apuntando a Sergio y Marcos —tú te lo trajiste a vivir contigo... tú eras quien lo tenías así... no dejabas que yo saliera... por tu culpa la ira broto mi nombre. El al verlos abrazados no entendía la mierda que pasaba, en cambio yo percibí todo —se aproximó a ellos—ahora siéntense.
Ambos chicos hicieron caso omiso a lo que les decía aquel chico(Lucas)
—Que está pasando contigo —grito Marcos —deja de actuar como un loco, acaso quieres matarnos...
—Ganas no me faltan para asesinarlos a los dos. Eso que le hicieron a mi amigo Lucas no está bien. Son unos malditos infelices —se acercó a los chicos, apuntando con la pistola — debieron decírselo y no jugar con él, pequeños malnacidos — comenzó a rodearlos —de niño era su amigo imaginario, me llamaba cuando tenía problemas para solucionarlos. Estar con él se fue intensificando, recuerdo cuando un compañero en el liceo trato de golpearlo, al día siguiente en clases yo salí a defenderlo. Su rostro quedo muy herido y sin un diente, eso se ganaba por meterse con mi amigo, nos expulsaron el mismo día —sonrió — era el malo de la película, pero el chico lo llamo maldita marica, Lucas no se defendía, yo tenía que hacerlo...
—Hermano que te paso. Si no eres Lucas ¿Entonces quién eres?—Dijo Sergio asustado.
—Sergio... eres tan incrédulo, siempre le dije que no me gustabas como amigo, pero nunca me hizo caso —se frenó frente a Sergio y lo apunto con el arma —podría ahora mismo soltar un disparo en tu cabeza.
—No, estás loco —grito Marcos.
El chico apunto a Marcos en el rostro—O podría desfigurarte el rostro a ti maricon. Todo depende quien suplica mejor.
—Para ya con todo esto Lucas. Esto no está bien, puede salir alguien lastimado—expreso Sergio.
—No soy Lucas maldición —empezó a caminar alrededor de los chicos nuevamente —yo era feliz con él, éramos solo él y yo en esa habitación. Nos tocábamos juntos. Yo si lo amo, no como tú que juegas con sus sentimientos.
—Pero dinos, ¿Quién eres tú? —exclamo Marcos.
—Yo era todo para él, hasta que llego el maldito doctor y le receto esas pastillas en aquel momento se olvidó de mí. Ricardo me decía —se detuvo detrás de Marcos y se acercó a su odio —pero tú dañaste todo.
—La puerta de la casa está abierta, y Lucas está gritando como loco —expreso Zamire.
Zamire y Roger caminaron con cuidado hasta la cocina, vieron a Lucas con un arma en las manos apuntando a los chicos, la reacción de Zamire fue de pánico, pero no dejo que el miedo la dominara.
—No te muevas de aquí ya vuelvo.
Roger observo todo a lo lejos, pero le dio miedo intervenir
—Yo no hice nada maldito loco —expreso Marcos. Soltó una carcajada.
—Ahora si soy un loco. Tal vez lo soy.
La chica bajo rápidamente de la habitación, con un bate entre sus manos.
— ¿Qué vas hacer Zamire?
La chica no le respondió, en cambio camino hasta la cocina y golpeo a Lucas por la cabeza con el bate, en ese momento a Lucas se le escapo un disparo, el lugar comenzó a llenarse de sangre, Roger llamo a emergencias porque un cuerpo yacía en el suelo. Zamire grito y corrió hasta donde se encontraban los chicos, uno de ellos había recibido un disparo y el otro lloraba sosteniendo el cuerpo de su amado.
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Love At Home
Teen FictionLa ciudad de Cabimas. Muchas mentiras y secretos que se mezclaran entre sí. Una universidad. Muchos conflictos que atravesar. Tres chicos tendrán que sumergirse en este juego tan peligroso. Las tentaciones y el romance se tomaran de la mano, los sec...