Capítulo 8.

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Los 3 se habían mudado de la terraza a una de las múltiples habitaciones que la casa tenía.

Y una vez adentro Namjoon es el primero en tomar asiento en la pequeña salita que había en el lugar. Inmediatamente Dae camina par tomar asiento sobre su regazo y Seokjin se sienta frente a ambos.

— ¿Y bien? — Pregunta el Kim mayor mirando a la pareja.

Namjoon suspira y mira a su primo. — Sí te soy sincero... No estoy seguro. Creo que aún es muy pronto para dejar que Dae este con otros hombres. Todo depende de ella. — Namjoon mira a su preciosa creación. — Bien cariño... Decide, ¿Te gustaría jugar con Seokjin y dejar que él te usé? —

Dae sonríe. — Solo sí a papi no le molesta... Yo quiero hacerte feliz. — Responde.

— ¿Y sabes que me haría realmente feliz? Ver a mi niña disfrutar plenamente de su sexualidad. — Dejar que Dae se acostara con otros hombres no representaba ningún riesgo para Namjoon, él era un hombre muy seguro d sí mismo y confiaba en su pequeña. Eso sí, Dae solo podría hacerlo con quien él se lo permitiera, Todo esto ya que debía cuidar y proteger a su nena.

Cuidar de su salud sexual y de que la trataran bien era su deber no sólo como su compañero de vida sinó también como el padre que fue para ella por tantos años.

Mira a Seokjin para finalmente asentir. — De acuerdo... Adelante nena. —

Como si Dae fuera un cachorrito entrenado, Asiente y obedientemente se levanta del regazo de su papi para ir hacia el de su tío.

Pero antes de si quiera poder comenzar con algo, Es Jin quien la detiene. — Un momento nena... —Pide  y mira a Namjoon. — ¿Hay reglas? — Le pregunta.

Namjoon asiente y enumera con sus dedos. — Hazla disfrutar, tratala bien y tienes prohibido  venirte dentro sin protección... —

— ¡Oh vamos, Hombre! — Bufa el mayor mientras Dae comienza a besar su cuello. — Tu no usas protección con ella. —

La chica se separa y mira a su tío. — Es que papi se hizo la Vasectomía. Pero podrá quitársela cuando quiera hacerme un bebé. — Responde.

El chico sonríe orgulloso de Daesun— Agradece que te estoy dando permiso de usarla ahora. Son mis únicas condiciones. — Namjoon se cruza de brazos. — Tómalo o déjalo. —

—Pues ya que... — Acepta muy a regañadientes para después ahora sí, prestarle atención a su nenita. — ¿Quién es la niña de mis ojos? — Pregunta.

— Yo... — Responde con una sonrisa y ahí es cuando Seokjin la atrae para comenzar a besarla.

Daesun era la princesita de ese grupo, no sólo de Namjoon o de Seokjin sinó del resto de hombres que estaban deseosos por poder probarla de esa manera.

La chica es tan delgada y ligera que manipularla no representa mayor problema. La única diferencia es que al estar los 3 solos en una habitación bajo llave, Seokjin podía darse el lujo de desnudar a la menor para poder finalmente admirarla en todo su esplendor.

— Pero mira que bella eres... No hay duda de que ya te has convertido en toda una señorita. — Halaga Jin mientras explora el cuerpo de Dae sin ninguna restricción lo que provoca que en momentos ella se remueva o ría un poco por ese excitante cosquilleo.

Namjoon por su parte se mantiene cerca, tranquilo. Cuidando a su esclava desde una distancia prudente y prendiendose un habano para fumar mientras ve todo el espectáculo, No había ningún problema pues no era la primera vez que veía a alguno de los suyos tener relaciones. Incluso mientras él también se ocupaba de sus propios asuntos.

— Namjoon te dejó lista así que por esta vez seré rápido. ¿De acuerdo? Muero por probarte la próxima vez... —

Dae asiente y se acomoda mejor mientras  Seokjin comienza a preparar el preservativo.

Pero su mirada no se separa de Papi. Ella quiere, realmente desea ver que papi se ponga orgulloso  de ella al ver que puede estar con otro hombre.

Pero que sin importar cuantos pasen por ella, ninguno será tan bueno como papi.

Jin se frota un poco  antes de comenzar a introducirse en ella. Con algo de trabajo pues tal y como lo sospecho desde que la vió en la terraza, estaba demasiado estrecha. Incluso par una chica de su edad, ella apretaba demasiado.

Jin sale y está vez sí se entierra por completo  de una sola estocada lo cual le arranca un gemido a Dae. Uno tanto de dolor como de placer.

— ¿Todo bien, Cariño? — Pregunta Namjoon  echando humo hacia ella.

Esta asiente. — P-papi... El tío Jin lo tiene casi como tú... — Jadea.

Jin ríe un poco y acaricia ese bonito rostro. — Es que viene de familia Querida. — Responde.

Namjoon también ríe levemente y mira a su primo. — No te contentas Jin... Quiero que compruebes de primera mano lo resistente que es Dae, no por nada la he entrenado día y noche. — Aquello tampoco era mentira pues disfurtaba mucho de hacerlo con Dae y cuando simplemente no podía encontraba las maneras de que está siguiera entrenando.

Y como sí esas palabras fueran música para sus oídos. Seokjin se inclina hacia la menor tomándole con un poco de fuerza el cuello. — ¿Escuchaste eso, princesa? Papi quiere que te folle hasta el hartazgo. Debemos obedecerlo. —

— A-adelante...Tio Jin... Todas mis entradas están a tu disposición. — Responde con un poco de dificultad.

Entonces  sin previo aviso es cuando el Kim mayor comienza a dar estocadas fuertes y duras pero bastante  exactas. Mientras  sus cara se hunde en los pechos de Daesun quien solo podía limitarse a gemir y pedir por más.

"Oh, Daddy!" © [Kim Namjoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora