Día de lluvia

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El cielo comenzó a ponerse negro en cuestión de minutos, Riza, que había salido con Hayate a pasear supo que se venía una tormenta. La rubia decidió volver a casa, puesto que no había cogido ningún paraguas, sin embargo, la lluvia les sorprendió de camino a casa y era muy intensa. La casa de Riza aún quedaba a unas cuantas manzanas de donde se encontraba, pero había una casa que estaba más cerca. Cogió a Hayate en brazos y corrió hacia allí. 

Roy, por su parte, estaba leyendo un libro mientras escuchaba las gotas caer, odiaba la lluvia, le hacía inútil y eso le ponía de muy mal humor. De repente llamaron a la puerta, dejó el libro sobre la mesa y fue a ver quién osaba interrumpir su lectura en su día libre. Cuando abrió la puerta se encontró con Riza completamente empapada. En sus brazos sujetaba a Hayate, que no presentaba mejor aspecto. 

- Siento molestarle, Coronel, pero nos ha pillado la tormenta. ¿Le importa si nos resguardamos aquí? -Dijo la rubia. 

- ¿Qué si me importa? Riza, estáis empapados -Roy se hizo a un lado para que pudieran pasar- vamos, pasa, te vas a resfriar. 

Riza entró en el apartamento y dejó a Hayate en el suelo, mientras, Roy había ido a su dormitorio a por toallas y algo seco para que Riza pudiera cambiarse de ropa. Llegó y le tendió un par de toallas y una camisa mientras se agachaba para secar al cachorro de la teniente. 

- Date una ducha mientras yo te preparo algo caliente. -Dijo Roy

- Pero...-comenzó a decir Riza. 

- Sin peros, Teniente. 

Riza se dirigió al baño, cerró la puerta y se quitó la ropa empapada. Abrió el agua caliente y se metió debajo de la ducha. El agua se llevó todo el frío que sentía y que no había notado hasta ese momento. Cuando estuvo lista cerró el grifo, salió de la ducha y cogió la camisa que Roy la había dejado. Por suerte a ella le quedaba grande y cubría bastante, ya que su ropa interior también estaba empapada y no podía ponérsela de momento. 

Cuando salió del baño, Roy la estaba esperando con una taza de té caliente y jugando con Hayate, que ya estaba completamente seco. 

- Te he preparado una taza de té -dijo-voy a tender la ropa cerca del fuego para que se seque. 

- Gracias. 

Riza se tomó la bebida caliente mientras Hayate se dormía en el sofá. Cuando se la terminó fue hacia la cocina a dejar la taza dentro del fregadero. De repente unos brazos la rodearon por la cintura. 

- ¿Sabe, Teniente, que está muy sexy con mi camisa? 


One Shots "Royai"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora