Era un viernes por la noche y en casa de los Mustang, Riza se estaba preparando para salir. La rubia no era de pasarse los viernes en pubs, pero los Elric estaban pasando unos días en la ciudad y había quedado con Winry para cenar y pasar una noche de chicas. Después de ponerse unos pantalones, una camisa y unos zapatos de tacón, salió al salón donde Roy se encontraba jugando con Maes.
– Me marcho -dijo Riza- recuerda que...
– Tranquila, que lo tengo todo controlado -la interrumpió su marido- tu sal y disfruta con Winry. A ver si la puedes sacar algún cotilleo sobre Acero.
Riza cogió a su hijo en brazos y le dio un beso, se lo pasó a su padre y, con otro beso le dijo:
– No acuestes a Maes muy tarde. Te quiero.
La joven se marchó y, 10 minutos después, llegó al restaurante. Winry llegó enseguida, ambas se dieron un fuerte abrazo y entraron dentro. Las dos jóvenes se habían hecho muy amigas después del Día Prometido y, aunque hablaban mucho por teléfono, muy pocas veces podían verse.
Se sentaron en la mesa que les habían asignado y, después de pedir la cena, comenzaron a ponerse al día de los últimos acontecimientos. Primero hablaron sobre cómo iban en el trabajo, ya que Winry seguía con su negocio de automails. Cuando llegó la cena, Winry dijo:
– ¿Sabes lo qué me ha dicho Ed? Que te pregunte algún cotilleo sobre tu marido.
– Roy me ha dicho exactamente lo mismo -dijo Riza entre risas- creo que los dos se extrañan mutuamente aunque son demasiados orgullosos como para verse más allá de lo necesario.
– Tienes razón -dijo Winry- y bien, ¿hacemos un intercambio equivalente como diría Ed? Tu me cuentas algo embarazoso de Roy y yo te cuento algo de mi esposo.
– Por supuesto -contestó Riza- yo empiezo. Hace poco Roy intentó prepararme una cena romántica, todo iba genial hasta que decidió que no iba a usar un mechero para encender unas velas que había puesto sobre la mesa porque "Riza, cielo, yo puedo encenderlas solo" -Riza comenzó a reír- prendió fuego a las velas, si, y también a la mesa. Estuvo durmiendo en el sofá una semana.
Winry, que en ese momento estaba bebiendo, comenzó a reirse con ganas.
– Yo dejé a los niños con Ed 10 minutos para ir comprar unos materiales, cuando volví a casa me encontré con Edward durmiendo en el sofá mientras los niños le estaban pintando bigotes de gato en la cara. Le hice una foto y ahora, cuando me enfado con él, solo tengo que decirle que voy a poner esa foto en la puerta de la entrada para que todo el mundo la vea.
Esta vez fue el turno de Riza de reír. Ambas sabían que sus maridos podían llegar a ser las personas más tontas del mundo cuando se lo proponían, pero también que, si ellas se lo pidieran, les bajarían la Luna si hiciera falta.
Así, entre anécdotas embarazosas sobre Edward y Roy, las chicas terminaron de cenar, pagaron la cuenta y se marcharon, no sin antes planear una cena donde también estuvieran sus maridos.
Riza llegó a casa a las 12 de la noche, abrió la puerta, se quitó los zapatos para no hacer ruido y fue a la habitación de Maes para darle un beso de buenas noches, pero se encontró que el niño no estaba en su cuna, así que fue a su propio dormitorio. Allí, dormidos profundamente estaban Maes y Roy, este último con un brazo rodeando al primero en actitud protectora. Riza se quedó mirándolos embelesada un buen rato hasta que, finalmente, se quitó la ropa, se puso el pijama y se tumbó en la cama, al otro lado de Maes para que el niño estuviera mucho más protegido, enseguida cerró los ojos y se quedó dormida.
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One Shots "Royai"
FanfictionRecopilación de historias cortas de mi pareja favorita de "Fullmetal Alchemist" Roy y Riza, porque, en el fondo estos dos son pareja (aunque no sean canon) NOTA: Los personajes no me pertenecen, solo las historias.