Día de playa

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El verano estaba en su punto más alto, en Ciudad Central hacía muchísimo calor y más aún en el cuartel general, donde Roy Mustang estaba intentando, sin éxito, realizar todo el papeleo que tenía atrasado. 

"Si solo pudiera tomarme un día libre" pensó. En ese momento se abrió la puerta, Roy miró a ver quién era y se encontró con Riza, que llegaba a trabajar. La rubia lo miró con cara sorprendida, pues era la primera vez que él llegaba el primero a trabajar. 

- Vaya, Coronel, esto si que es nuevo. -Dijo Riza. - a llegado a trabajar pronto. Espero que también termine todo el papeleo a tiempo y no se ponga a vaguear con la excusa del calor. 

- Hablando del calor, Teniente, estaba pensando en tomarme un día libre. Quería ir a una playa cercana, muy solitaria, ideal para estar tranquilos. 

- ¿Tranquilos? ¿Me está invitando a ir con usted a la playa, Coronel? 

- La necesitaré si pasa algo. Ya sabe, Teniente, en la playa hay agua y con el agua me vuelvo un inútil. 

- Jaja. Está bien, iré con usted. - Dijo Riza mientras se reía. 

- Bien, la pasaré a buscar a las 8 am. 

***

Al día siguiente llegaron a la playa, tal y como Roy había dicho era un lugar muy tranquilo. Parecía que iba a ser un día relajado, solo ellos dos solos, junto con Hayate, ya que Riza no quería dejarlo solo todo el día. Ambos bajaron del coche, que dejaron aparcado a unos metros de la arena, pero, cuando llegaron a la zona de playa comenzaron a escuchar unas voces: 

- ¡Mira, Al, he pescado un enorme pez! ¡Con esto tenemos para comer una semana! 

- ¡Eres un exagerado, Ed! 

La felicidad de Roy por estar a solas con Riza se convirtió en frustración cuando, al llegar, vio que, efectivamente, los Elric habían tenido la misma idea que él. 

- Anda, si son los hermanos Elric -Dijo Riza mientras iba a saludarlos. 

Roy también se acercó. 

- Acero, ¿qué haces aquí? ¿No deberías estar buscando la forma de recuperar vuestros cuerpos? 

- ¿No debería estar trabajando, Coronel? -Dijo Ed. 

- ¡Enano, a mi no me digas lo que tengo que hacer! -Gritó Roy. 

Riza, mientras, estaba saludando a Alphonse. En ese momento salió del agua Winry, que se estaba dando un baño y también fue a saludarlos. Viendo que la discusión de Roy y Edward iba para largo, Riza le dijo a Winry: 

- Me alegro de verte. ¿Todo bien? 

- Todo bien, señorita Riza. ¿Se viene a dar un baño? 

- Creo que si. ¡Ven Hayate, vamos a bañarnos! 

Así las chicas se fueron, junto con Hayate, a bañarse. Mientras Roy y Ed habían terminado de discutir. Fue una tarde tranquila hasta que llegó la hora de cenar. 

Las chicas habían salido del agua y hablaban alegremente sentadas en una toalla. Winry no paraba de acariciar a Hayate y el perro se mostraba encantado por sus mimos. Edward y Alphonse habían pescado bastantes peces para la cena y Roy, bueno, él estuvo todo el rato tomando el sol y mirando embobado a Riza sin que ella se diera cuenta. 

- Bien, hora de cenar -dijo Edward, que cogió unos trozos de metal que había pedido a Winry para transmutar una barbacoa. 

- ¡Yo me encargaré de la cena! -Dijo Roy -de todas formas, me necesitáis para encender el fuego. 

Todos se miraron. Si Roy encendía el fuego habría una gran cantidad de posibilidades de que la barbacoa se fuera al traste. 

- No es necesario, Coronel. -Dijo Riza- He traído comida. No necesitamos encender un fuego. 

- No, no, Teniente, vamos a cenar pescado fresco. -Dijo Roy muy convencido. Fue a por sus guantes que le permitían hacer su alquimia de fuego y se los puso. Se dirigió hacia la parrilla, chasqueó los dedos y, automáticamente, la parrilla se derritió entera. 

- Vaya, Coronel, parece que no tiene control sobre sus propias llamas. -Dijo Edward mientras se reía. 

- A callar, enano. 

- Winry, ¿quieres un bocadillo? Creo que estos dos van para largo. -Dijo Riza. 

Así, mientras Riza y Winry disfrutaban de unos bocadillos con Alphonse acompañándolas, Roy y Edward discutían si parar. 

Ya en el coche, mientras volvían, Riza le dijo a Roy: 

- Sabe, Coronel, hoy ha sido uno de los días más divertidos de mi vida. Gracias por invitarme. 

Roy, que seguía enfadado y resignado, la miró y la dijo: 

- Me alegro de que haya sido así, Teniente. Hubiera preferido estar solos, pero me alegro que se lo haya pasado tan bien. ¿Le parece que volvamos otro día? 

- Me encantaría. 

One Shots "Royai"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora