Después de años desaparecida, nuestra híbrida vuelve a Beacon Hills para hacerle un favor a un amigo, pero encontrará a personas que significaran algo para ella, ¿Se quedara en Becon? ¿Querrá volver con la familia Mikaelson?
Solo hay una manera de d...
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°°°
Llevábamos alrededor de una hora sentados. Un agente del FBI nos había dicho que debíamos esperar a que venga su jefe que él nos interrogaría.
-¿Entonces, tu padre y Mel... son parte del sacrificio?
Stiles asintió con la mirada perdida. No se me da muy bien lo de consolar a las personas, así que solo me acerqué más a él y lo abracé tratando de ser un apoyo para los dos.
-¿Sabes...? Ay dios, lo que faltaba
Seguí el camino de su mirada encontrándome con lo que menos quería, o mejor dicho a quien menos quería ver.
-¿M-madison?
-Si, no te hagas el que me extrañó. Haz tu trabajo.
Como siempre intente aparentar que no me afectaba verlo. El chico a un lado mío ya no me abrazaba pero tomó mi mano, dándome fuerzas ahora él a mí.
Mi progenitor, porque no se le puede llamar padre, se recuperó rápidamente de su altibajo de emociones y atacó verbalmente a mi amigo.
-Un Stilinski en medio de todo el lío. Que sorpresa...- miró nuestras manos unidas- ¿Crees que puedan responder un par de preguntas sin su usual nivel de sarcasmo?
Stiles respondió antes que yo pudiera pensar algo.
-Solo si tu preguntas sin tu usual nivel de estupidez
-¿Dónde está tu padre y porque nadie puede encontrarlo?
-No lo sabemos, llevamos horas sin verlo, Rafael.
-Le estoy hablando a tu amigo- me observó como si quisiera callarme- ¿Tu padre sigue bebiendo?
Al ver que el chico se quedaba callado, le respondí para darle tiempo para pensar.
-Nunca dejo de beber. ¿Tu dejaste de beber? o todavía bebes tanto que te tienen que arrastrar hasta la puerta de tu casa...
-Madison...- advirtió
-O mejor aún, ¿Conseguiste a alguien para empujar de las escaleras cuando no hace lo que deseas?
Ambos me miraron sorprendidos. Para esta punto yo ya estaba parada cara a cara con Rafael. Stiles me tuvo que volver a sentar. Intentó ignorar lo que dije y continuo hablando por mí.
-La próxima que lo veamos le haremos un test de alcoholemia y lo haré caminar en línea recta hasta pegarte en el trasero.
-¿Por qué no me dicen que fue lo que pasó aquí?
-No lo sabemos, estuvimos todo el tiempo encerrados en el ascensor... solos
-¿Ustedes escribieron ese nombre?
Nos miramos sorprendidos.
-¿Que nombre?
Nos guió hasta el ascensor que estaba escrito, en el pudimos leer un apellido.
