"Mis dos almas gemelas" - Mikey x ____ x Draken

Capítulo 33. No recuerdo lo que pasó esa noche

Pov ______

A la mañana siguiente mientras desayunamos, mi madre no paraba de hablar sobre que la cena había sido un éxito, y como estaban felices de que Takemichi y yo nos llevemos bien, además me dijo que estaba ansiosa porque volviéramos a reunirnos, y que estaba pensando en que el fin de semana saliéramos juntos, yo solo la escuchaba y asentía me hacía feliz que ella se sintiera feliz.

Pero entre prestar atención a sus palabras y comer mi desayuno, mi mente comenzó a divagar entre los recuerdos de la noche del cumpleaños de Mikey, tenía que resolver que había sucedido y estaba decidida a hacerlo ese día.

Al terminar de comer le dije a mamá que saldría con los chicos, ella asintió y comenzó a alistarse para ir a trabajar, yo me fui a mi cuarto a bañarme, pero no sin antes enviarle un mensaje de texto de Kenchin para preguntarle si nos podíamos ver.

Su respuesta fue rápida y acepto sin dudar que nos reuniéramos, le dije que fuera en la banca de siempre en el parque en una hora así tenía tiempo para arreglarme y pensar bien que era lo que quería saber exactamente, él me confirmó que me vería ahí.

Pocos eran los recuerdos que se unían a lo que ya tenía, pero nada que me ayudara a completar lo que había pasado, recordaba a Kenchin decirle a Mikey que yo estaba tomada y a Mikey un poco decepcionado, por eso decidí hablar primero con Kenchin.

Al terminar de vestirme y arreglarme, salí de mi casa y comencé a caminar al parque, cuando llegue no había mucha gente pues es de mañana y en la banca pude ver a Kenchin esperando sentado se miraba nervioso por la forma en que no dejaba de mover sus manos, será que en serio paso algo tan malo que no quiera verme, respire profundo y me arme de valor para seguir acercándome, a penas me vio se levantó y llegó hasta mi, puso su mano en mi cara y me vio a los ojos y me dijo:

- Yo también te quiero a ti - y comenzó a acercarse, me tomó por la cintura y sus labios se juntaron con los míos, era un beso ansioso, necesitado y lleno de amor, no entendía porque lo hacía, pero tampoco quería separarme de él su cercanía hacia que cada parte de mi se sintiera viva. Cuando se separo, lo mire agitado y confundido - discúlpame, ______, si fui demasiado brusco - a lo que yo solo negué con la cabeza - es que después de tu declaración del otro día no pude evitar decirtelo y demostrarte lo mucho que me importas y lo feliz que me siento por saber tus sentimientos.

Espera que dijo declaración, sentimientos pero que fue lo que dije, Dios mío, esto es peor de lo que pense, vio en mi cara la enorme confusión por lo que dijo y trato de aclarar las cosas.

-No fue por eso que me citaste, verdad? - negué con la cabeza - ¿qué pasa entonces?

-No recuerdo lo que pasó esa noche - le dije avergonzada agache la mira y sentí como mis mejillas ardían - no recuerdo nada y me siento mal porque tampoco se que fue lo que te dije o lo que les dije y quería preguntarte a ti si sabías

-Oh, pequeña, lo siento por venir a confundirte más, ven, siéntate, así podremos hablar mejor - el se sentó al lado mío y acaricio mi cabello - no hiciste nada malo - su tono de voz trataba de convencerme de que no era así, pero no había manera de que no lo fuera.

-¿Cómo me dice tan tranquilo eso? - le dije sin mirarlo a los ojos

- Porque ni Mikey ni yo estamos molestos contigo al contrario hemos hablado y queremos proponerte algo, pero primero tengo que contarte cómo fue que ocurrió todo - comenzó a narrarme todo desde que llegamos al cuarto como me les había declarado a ambos y me les había avalanzado y besado a ambos como casi pierdo mi virginidad con los dos al mismo tiempo y de como él puso un stop haciendo que me quedara dormida porque en el estado que estaba ellos no iban a aprovechase de mí.

Mi cara ya no solo estaba roja me quemaba de escuchar todo lo que hice, hasta cierto punto no podía creerlo, pero ese es el valor que puede darte el alcohol, luego de que terminó seguía sin poder verlo a los ojos hasta que tomo mi barbilla y levanto mi cara para que lo viera, sus ojos me miraban tierna y divertidamente cómo cuando ves a un niño pequeño arrepentido por su travesura y me dijo con un tono dulce.

- No tienes porque avergonzarte es algo que tarde o temprano íbamos a saber y fue bueno que nos lo dijeras - su dedo acariciaba mi mejilla mientras continúa - ahora quieres que te diga lo que Mikey y yo hablamos o quieres que te lo digamos los dos?

- Prefiero que me lo digan juntos - le dije sin pensarlo

- Perfecto - me contestó él y saco su celular para escribirle a Mikey - vamos a casa de Mikey para que terminemos de hablar sobre esto - tomo mi mano y comenzamos a caminar en silencio hasta la casa de los Sano.