Capítulo 20. No todo es gris.

6.3K 759 142
                                    

Los siguientes días, se sentían grises, vertiginosos, entre las terapias y las visitas de los chicos, que ahora eran más cortas y silenciosas, el ambiente en general estaba demasiado tenso y no era de más si Mikey pasaba demasiado deprimido por no ver mucho cambio en el estado de Shinichiro, y a los demás no les caía tampoco en gracias que los autores de tal accidente eran parte de nuestro grupo de amigos los cuales no habíamos visto desde ese día, eso más el ver a Mikey triste nos tenía a todos con los ánimos por los suelos.

Había intentado ir a ver a Kazutora, pero las enfermeras me dijeron que no iba a ser posible porque cada vez que alguien quería entrar para visitarlo volvía a entrar en crisis y tenían que sedarlo, así que decidí no insistir al menos estos últimos días.

Mitsuya me contó que había intentado comunicarse con Baji, le mandó mensajes y le llamó varias veces, pero él nunca contestó, le dije que teníamos que darle su tiempo que probablemente todavía se sentía muy afectado por lo que pasó y que cuando estuviera mejor él nos buscaría, además que muy probablemente su madre lo tiene castigado, Mitsuya aceptó y decidimos que iríamos a verlo después de que yo saliera del hospital.

El día que al fin me dieron el alta era de mañana, y acababa de quedarme sola, mi madre se había ido al trabajo, Kenchin acababa de irse para cambiarse de ropa, Mikey había ido a su casa a acompañar a Emma y descansar, así que le dije a una enfermera si podía llamar a mi madre para avisarle para que luego llegara a firmar los papeles, mientras yo recogía mis cosas, me cambié con la única mudada de ropa que estaba en la habitación era la que andaba el día de la pelea, aunque la camiseta había sido cortada por los doctores cuando llegue a emergencias, tenía un par de tops que mi madre me había dejado para que me pusiera debajo de la bata del hospital, además de que también tenía ahí la chaqueta que Mitsuya me había regalado, estaba agradecida de que estuviera intacta porque no hubo necesidad de que la cortaran también, así que me puse un top azul y encima la chaqueta y me coloque el pans negro, sentí que me quedaba un poco flojo de la cadera y la chaqueta me quedaba menos ajustaba del pecho, estar en el hospital me había hecho perder un poco de peso, ya no sabía si eso era bueno o malo, pues una parte de mi ya no me sentía tan insegura de mi cuerpo, apreciaba mucho la nueva oportunidad que tenía, además de que a mi alrededor tenía personas que me querían y no me juzgaban por mi físico, eso me hacía sentir bien, como parte de mi recuperación en casa iba a tener que comer bien y hacer ejercicio así que probablemente iba a volver a entrenar, pero ya no lo iba a hacer porque me sintiera incomoda con mi físico sino por mi salud, estaba aprendiendo a amarme a mi misma poco a poco.

Cuando estuve lista le mandé un mensaje a Kenchin para decirle que me habían dado el alta y que me iba a ir a mi casa, rápidamente el me respondió y me dijo que lo esperara que me iba a llevar a casa, decidí esperarlo, le mande un mensaje diciéndole ok; me despedí de las enfermeras y les agradecí por las atenciones que habían tenido conmigo ellas se despidieron de mi diciéndome que no iban a extrañarme ni a mi ni a mis ruidosos amigos, luego se rieron y me dijeron que la verdad si nos iban a extrañar y que esperaban que todo mejorara, refiriéndose a Shinichiro, yo solo asentí y les sonreí empecé a caminar a la entrada, pero de repente sentí que tenia que hacer un ultimo intento antes de irme así que me regrese por mi paso y fui al ascensor para ir al servicio de psiquiatría.

En el centro del servicio estaban unas enfermeras me acerqué a ellas y les dije:

- Buenos días – ellas volvieron a verme – puedo pasar a ver al paciente Kazutora Hanemiya

- Es tu tercer intento en esta semana, pequeña – me dijo la enfermera que siempre me decía que no podía verlo – y creo que estas de suerte porque hoy a amanecido bastante tranquilo.

- Bien, dicen que la tercera es la vencida – le dije sonriendo y encogiendo mis hombros ella se rio

- Es la última habitación del pasillo ahí vas a ver a un policía le dices que tienes permiso para que te deje entrar cualquier cosa hay un botón verde a un lado de la puerta y otro al lado de la cama por si pasa algo, ¿está bien? – yo asentí y ella luego agregó – normalmente no dejaríamos que una menor entre, pero veo que en verdad eres su amiga así que, creo que podría hacerle bien tu visita, además de que tu mamá firmo una autorización para que pudieras visitarlo, así que ve – le sonreí y comencé a caminar

"Mis dos almas gemelas" - Mikey x ____ x DrakenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora