Hopeful (Secuela de Heartless) [ En construccion]

Capítulo 23- Encuentros extraños

Moretones en forma de dedos envueltos alrededor de su brazo desde donde la arrastró fuera del salón de baile. Ahora sentados en un salón escondido en muchos de los pasillos secretos de todo el palacio en caso de un ataque.

y esto ciertamente había sido un ataque.

al menos, eso creían.

Chrystal había estado paseando furiosamente por la habitación con una botella de alcohol fuerte de un tinte azul. Callum se sentó con un codo apoyado en su rodilla mientras miraba hacia un mundo que Cath no podía ver. Era obvio que también estaba angustiado, pero lo llevaba bien.

Mientras tanto, Cath no podía dejar de mirar la sangre que cubría sus brazos y su vestido. ¿Cuántas veces había sido ella la causante del sangrado?

Demasiadas veces.

Era algo extraño, estar sentada en una habitación con sus enemigos/aliados y pensar en todas las cosas en las que se había equivocado.

Chrystal finalmente se había metido en un estupor ebrio cuando se volvió hacia Cath y su hijo. 

-Voy a dormir en ese sofá, espero que todos se callen y me dejen revolcarme en mi ira-. Con eso, se derrumbó exhausta en el sofá, dormida antes de que su cabeza golpeara el cojín.

Callum la miró de una forma que Cath no pudo identificar. Era una mezcla de tristeza, amor, odio e indiferencia. Estaba más que confuso.

Finalmente se atrevió a hablarle a su prometido. Se aclaró la garganta para llamar su atención.

-¿Cuándo crees que será seguro partir?- preguntó ella, sus dedos escondidos y agarrando los pliegues de su vestido. En realidad, nunca antes había tenido una conversación con Callum y estaba completamente preparada para un encuentro frío e incómodo.

Y eso fue exactamente lo que obtuvo.

La facciones del príncipe mostraron un poco de enojo.

-Cuando los guardias nos digan que es seguro.

Cath le devolvió la mirada, era un instinto natural.

-No sé por qué estás tan enojado conmigo, niño, casarme contigo tampoco es exactamente un picnic para mí.

Callum dejó escapar una risa incrédula mientras ponía los ojos en blanco y la miraba con incredulidad.

-Oh, sí, no solo recibes otro territorio para gobernar, sino que también puedes vivir 10 años más y obtener la fortuna que se suponía que yo heredaría. Lo siento si es tan agotador para ti, mi reina-. Escupió amargamente.

Cath quedó ciertamente desconcertada. Realmente había pensado en aquello antes. Ella estaba recibiendo las cosas para las que él había estado entrenando desde su nacimiento. Le estaba robando su derecho de nacimiento, y ni siquiera era su culpa.

Arrugó la nariz y volvió la cabeza. Ella no se disculparía. No había hecho nada malo y era demasiado terca para cambiar de idea.

Lo oyó inhalar y exhalar unas cuantas veces para calmarse antes de ponerse de pie abruptamente. Él no la miró mientras hablaba. 

-No me importa si hay una bestia sedienta de sangre merodeando por ahí, no voy a pasar un momento más en este salón. Te veré mañana-. Dijo con desdén.

Cath levantó la barbilla, aún sin mirar en su dirección hasta que escuchó sus pasos salir de la habitación.

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Jest nunca habría imaginado que esos niños eran de Cath. Parecían tan distantes y fríos, pero, de nuevo, nunca había visto a Cath como madre. El pensamiento le hizo compadecerse de ellos.

Solo tenían alrededor de 7 u 8 años de edad, y eran casi una viva imagen de su amada, con su cabello oscuro y piel pálida. Se sintió inmediatamente cercano a ellos.

Pero, como resultaría, sintieron lo contrario.

Los gemelos se arrastraron de nuevo en su cama y miraron a Elsie, Lacie y Tillie esperando una explicación.

Hatta se aclaró la garganta torpemente mientras miraba a Jest y a los hijos de su novia. Se sentía mal por él, esperaba que estuviera bien.

Después de algunas miradas incómodas más entre los niños, Lacie dio un paso adelante, con una llave en la mano.

-Lamento que tuvieran que reunirse en tal circunstancia, y nos prometimos que no intervendríamos más, pero Mariah robó algo que todos necesitamos, y estamos aquí para asegurarnos de que lo recuperen antes de que se acabe el tiempo. 

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Nadie sabía su nombre, siempre era "Su Majestad" o "Mi Rey", ni siquiera su esposa lo sabía.

El recuerdo de ella lo hizo sollozar aún más fuerte.

Oh, Catherine, el amor de su vida, había desaparecido, y no sabía dónde, o por qué; ya no podía levantarse de la cama. No se sentía como hace solo unos días.

Había suplicado y suplicado ver a sus hijos, a sus bebés que tanto amaba. Su único vínculo con la mujer que tanto amaba y extrañaba. Se sintió tan inútil al yacer en su cama mientras sus guardias buscaban a su reina.

Qué no haría para encontrarla y abrazarla en ese momento.

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Sí, en realidad no pasa nada en este capítulo, estoy pasando por este bloqueo del escritor, que básicamente consiste en tratar de decidir cómo debo hacer la transición a las partes más ajetreadas de la historia. Lo siento mucho chicos, he tenido muchas cosas en mi mente últimamente, así que tengan paciencia conmigo. Lo siento por todas las personas que se toman el tiempo de leer este libro, solo que será un poco más largo de lo que pensaba.

-Tasha