Capítulo 19- El bien y el Mal

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El grupo se sentó abatido en la habitación donde ambos encontraron su esperanza y la perdieron en cuestión de minutos gracias a la madre de un fabricante de sombreros que echaba humo.

Hatta se paseaba por el cuarto con un temperamento furioso, lanzando maldiciones y gruñidos de ira. Su propia madre lo había jodido, y juró que se vengaría. Si esa mujer preferiría usar el corazón para algo más que la felicidad entre todos los reinos, entonces realmente estaba loca.

Penélope estaba casi igual de enfadada, pero sobre todo sentía pena por Jest. El pobre muchacho recibió una mala mano. Suspiró y hundió la cabeza entre las manos cuando escuchó que se abría el pestillo de la puerta. Supuso que eran los guardias del palacio que finalmente venían por ellos, pero cuando escuchó la voz de Cath, el alivio inundó sus sentidos. No todo estaba acabado.

Jest y Cath se agarraron de las manos mientras entraban en la habitación con sus camaradas caídos. Ambos sabían que necesitaban un plan, uno lo suficientemente bueno para pasar desapercibido en ambos reinos. Catherine sabía que tendría que quedarse aquí, pero la idea de dejar a Jest tan pronto hizo que su corazón se hundiera.

Alicia observaba todo con una mirada calculadora. Se veía diferente, casi vibrante. Entrecerró los ojos.

- Ambos han cambiado-.

 Cath se giró a ver a la jovencita y suspiró, sacudiendo la cabeza.

 -Lo explicaré más tarde, pero por ahora, tenemos que pensar en una manera de sacarlos de aquí-.

Callum, el príncipe del Reino Blanco, acechaba furioso por los pasillos del palacio. Había escuchado la noticia de su propio compromiso de un par de criadas chismosas que limpiaban su habitación. ¡Cómo se atrevía su madre a hacer tal acuerdo sin su consentimiento! Estaba perfectamente feliz gobernando el reino por sí mismo, no necesitaba que una "novia sonrojada" lo ayudara.

Abrió las puertas de los aposentos de su madre y se dirigió hacia donde ella miraba las calles rotas de su país.

 -¿A quién crees que estás haciendo un trato sin su conocimiento? ¡Soy el futuro rey, madre! ¿No crees que tengo derecho a al menos elegir a mi reina?-. 

Chrystal no dijo nada durante varios segundos antes de suspirar.

-Cielo mío, - respondió la monarca en un tono acaramelado- en todo lo que he pensado es en el bienestar de mi Reino y en mi amor por ti. Creo que he hecho una pareja que ayudará a ambos al final-.

Se volvió hacia su hijo y él notó una expresión que nunca antes había visto en el rostro de su madre. Estaba envejeciendo. El hundimiento de sus ojos y la caída casi imperceptible de su boca eran las más convincentes pruebas de aquello.

Callum suspiró.

 -Ni siquiera conozco a esta "Reina Catherine de Corazones", por lo que sé, podría ser un monstruo sin corazón. ¿Es realmente tan importante?- Preguntó.

 Chrystal suspiró y asintió. Odiaba tener que depender de alguien que no fuera ella misma.

-Ella es probablemente la persona más importante que ha honrado nuestra tierra en mucho tiempo-.

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Cath regresó a su habitación y sonrió a los frenéticos guardias que corrían por los pasillos. Estaban más que enojados cuando el jefe de guardia dijo "todo despejado" y afirmó que había encontrado a la reina fugitiva. La mano que sostenía su antebrazo y la arrastraba de vuelta a sus aposentos era dolorosa, pero parecía que no podía dejar de pensar en el plan que habían ideado.

Todos habían decidido que la mejor manera de escapar era pasar desapercibidos en lugar de planear un escape elaborado, por lo que el mejor momento para hacerlo era el baile de compromiso. El evento en el que Cath entregaba su libertad por lo que parecía ser la milésima vez.

Con la puerta cerrada detrás de ella, se dirigió a su baño y abrió el grifo. Comenzó a quitarse el vestido cuando una figura se acercó de la nada. Dejó escapar un grito, pero un suspiro de alivio salió de su cuerpo cuando vio quién era.

Mary Ann se quedó allí con una mano en el corazón, no esperaba que estuviera en la habitación. Ella sonrió cuando vio que la chica la miraba fijamente. 

-¿Qué haces aquí?- ella siseó.

Mary Ann la envolvió en un abrazo.

 -¡Oh Catherine, te he extrañado tanto!-. Dijo feliz de ver a su vieja amiga. 

Cath frunció el ceño.

 -Eso no responde a mi pregunta, Mary Ann-. 

 La muchacha siguió abrazándola incluso cuando comenzó a retorcerse. 

-Vine aquí después de lo que pasó. No podía quedarme en Corazones sabiendo que me odiabas-. Dijo con los hombros caídos. 

El pecho de Cath palpitó y también dejó escapar un suspiro.Poniendo todo el esfuerzo posible por tragarse su orgullo, la reina de Corazones soltó las palabras que jamás creyó volver a pronunciar.

-Yo... lo siento, Mary Ann, no fue tu culpa-. Mary Ann sonrió un poco triste.

-Está bien Cath, solo quiero empezar de nuevo y volver a ser amigas-. 

Ella asintió, aliviada de que Mary Ann no estuviera amargada. Y quién sabe, Mary Ann podría ser una buena aliada algún día. Cath probablemente acudiría a ella cuando se tratara de cualquier problema relacionado con las matemáticas o los números. Mary Ann siempre fue buena con ellos.

Cath tomó la mano de su amiga con una pequeña sonrisa,

 -Me gustaría-.


Hopeful (Secuela de Heartless) [ En construccion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora