De camino a casa de Liv, le pusimos al día de todo. Le comentamos la historia detrás de Markus, el por qué Maddie salió huyendo, el pelo teñido, las lentillas... Todo. La pobre no pudo hacer otra cosa que quedarse callada, tratando de asimilar y digerir todo aquello. Se quedó en el asiento de atrás del coche, maldiciendo a aquel monstruo, ahora estaba a la altura de nosotros... Aunque no es que fuera algo positivo.
Al llegar a su casa, corrimos hacia la puerta para tardar lo menos posible.
- ¡Vale, tardo nada, lo prometo! – Dijo Liv, metiéndose la carrera de su vida para pillar cuatro cosas y meterlas en un bolso.
- Uff... - Maddie cerró los ojos.
- Todo irá bien, ya verás.
- Samuel no tenemos ni idea de adónde vamos a ir. N-no se me ocurre ningún lugar en el que escondernos. Estoy de los nervios...
- Pues conduciremos hasta que veamos algo que nos parezca seguro, ya se nos ocurrirá algo – Entonces me percaté de que la casa estaba vacía. – Oye Liv, ¿y tus padres? O Charlie.
- ¡Vale, ya estoy! – Su cara de preocupación lo decía todo – Creo que sé dónde podemos ir. Mis padres tienen una casa a las afueras pueblo perdido por ahí, ¿conocéis Medianoche?
- Yo sí, pero... ¿Desde cuándo tus padres tienen esa casa? Nunca me lo habías contado.
- Ya, la verdad es que nunca surgió el tema... Allí estaremos a salvo. Y Charlie... Charlie está en casa de mi tía, me hizo el favor, ya que mis padres no están. Dios... ¿Debería ir a por él?
- NO – Maddie cortó toda duda. – ¿Tu tía vive lejos?
- P-pues sí, bastante, está como a dos pueblos, vino en tren.
- Vale, pues que Charlie se quede allí.
- Debería enviarle un mensaje y decirle...
- No – Le puso la mano encima del teléfono. – No puedes decirle nada, conozco a Markus, es capaz hasta de... Rastrear nuestros móviles, tenemos que deshacernos de ellos.
- Madre mía... S-Soy una estúpida – Liv comenzó a ponerse de los nervios. – Perdona es que... - Suspiró – Así no es como me esperaba que terminara la noche. Si le ocurriera algo a Charlie...
- Mírame a los ojos – Le dijo, poniendo las manos sobre sus hombros. – Mientras no interactuemos con nadie en las próximas horas, estarán a salvo. Eso va por Matt, Dustin y cualquier conocido.
- Vale... - Tragó su saliva – Pues vámonos.
Los tres nos metimos de nuevo en el coche, pusimos rumbo a Medianoche. Jamás había ido a aquella zona, no tenía ni idea de lo que nos íbamos a encontrar. Aunque sonaba bien saber que estaba en una zona tranquila, lejos de las ciudades como Soul Rivers. Nos metimos por la autopista, dejando atrás todas las luces de neón y rascacielos. Pasados unos minutos, tiramos nuestros móviles por la venilla, me dolió la verdad, había ahorrado para tener un teléfono algo decente, y todo aquello se desvaneció en un segundo.
Hubo un rato en el que ninguno dijimos nada, simplemente Maddie se dignaba a conducir, siguiendo las indicaciones que Liv le daba, cuando salimos de la autopista e íbamos más tranquilos... Decidí hablar.
- Todavía no me puedo creer lo que está pasando.
- Sí, es de locos... - Añadió Liv, algo decaída.
- Siento... Haberos metido en esto, de verdad... S-sabía que era mala idea establecer cualquier tipo de vínculo con cualquier persona y... - Maddie se estaba torturando.

ESTÁS LEYENDO
Maddie
RomantikaSamuel siempre creyó que tendría una vida plana, sin muchas emociones, aunque eso cambió tras conocer a Maddie. Apareció un día en aquel pub, charlaron un rato, se cayeron bien. Pero al oírla cantar, su corazón dio un vuelco, se enamoró de ella, ni...