Parte 1

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Brisa

-Te ves preciosa, bebé. - escuche la voz de mi novia, Camila, acercándose a mí.

-Gracias. - me gire a su encuentro.

Camila era una hermosa pelirroja, que había conocido en el último colegio al que entre. Era de las chicas más populares y de mejor familia, claro después de la mía, en aquel colegio. Apenas me había visto había estado tras de mí y hace un año habíamos estado saliendo. La vi mejor, en su largo vestido azul oscuro.  

-Karl diseño este vestido personalmente para mí. - le conté. 

Hoy en mi cumpleaños 18 mis padres habían organizado una gran y elegante fiesta, al puro estilo Domínguez, y yo había estado meses estresada con el vestido que escogería. Y Karl, uno de los mejores diseñadores en el país, que era por cierto muy amigo de mi madre, había diseñado el perfecto vestido para mí. Era rosa, con un elegante escote, de largo hasta mis pies con una abertura en la pierna.

-No puedo esperar a quitártelo más tarde. – me dijo seductoramente acercándose. Le sonreí cómplice.

-¡Wow, Brisa!- una chillona voz nos interrumpió, era Ana, una de mis amigas.- Ese vestido se te ve ¡increíble! ¡Feliz cumpleaños!

Solté una risita y le devolví el abrazo.

-¿Qué tipo de regalo crees que tus padres te darán esta vez?- me pregunto.

-Realmente estoy esperando que me sorprendan con un viaje a algún lujoso lugar. - le dije en un gritito emocionado.

Mis padres siempre me sorprendían con grandes regalos, el año pasado habían renovado mi auto, podía esperar cualquier cosa este año y sabía que sería increíble.

-¿Un viaje romántico para dos, quizá? - Camila se hizo presente en la conversación.

-Si jugas bien tus cartas sí. - le dije coquetamente.

-Te amo, Brisa. – me dijo cariñosamente. - ¿Lo sabes, ¿verdad?

-Claro que lo sé, bebé.

-¿Queres que te traiga uno de esos canapés de caviar negro que están sirviendo?- se ofreció.

-Odio el caviar negro. - le dije, como ella podía olvidarlo. - Y dios, se lo pusieron a todo.

Dije fastidiada, olvidándome del lindo momento. Justo mi grupo de amigos se nos unían, todos felicitándome y abrazándome en sus elegantes trajes y vestidos.

-Espera. - hablo Richie escandalosamente. - ¿Andrea está aquí?

Delante de nosotros paso Andrea, una chica que se podría considerar como mi enemiga en la escuela. Solté una risita mientras la veía perderse entre la gente de la pista de baile.

-¿Por qué siquiera la invitarías a tu cumpleaños?- me pregunto Eloísa.- Se la pasa hablando mal de ti en Instagram.

Volví a reír, claro que sabía que Andrea se la pasaba hablando mal de mi por la escuela a mis espaldas, pero me importaba un carajo, era patética, deseaba mi vida, y cuando me la encontraba fingíamos que nos caíamos bien. La había invitado porque, que mejor que tener al enemigo cerca, ¿no?

-No muchos la soportan, pobrecita, solo estoy siendo amable. – dije irónicamente.

Todos rieron.

-Por no mencionar que está obsesionada con ese horrible cabello que tiene. - dijo Eloísa. 

-¿Su cabello o su peluca?- agrego Richie.- ¡Porque estoy seguro que es la misma peluca que yo use para Halloween el año pasado! 

Reímos y sentí a Camila abrazarme por la espalda cuando llamaron por un micrófono para que pusiéramos atención al escenario.

-Damas y caballeros. – mi padre en su elegante traje era el que hablaba desde el escenario con mi madre al lado. - Muchas gracias por estar aquí para celebrar el especial cumpleaños de nuestra hija.

-Querida Brisa. - ahora mi madre hablo. - ¡cumples dieciocho hoy! Todavía te recuerdo cuando eras un bebe. Eras preciosa.

La sonrisa con la que los había estado viendo hablar fue sustituida por una cara de vergüenza, rodé los ojos.

-Mamáaaa- dije avergonzada, pero reí un poco. Porque sé que les gustaba fastidiarme de broma.

-Es por eso que, mereces siempre lo mejor. - mi padre continuo.

Ana soltó un grito a mi lado.

-Dios, sos como una princesa de la vida real.

-El periódico en la sección de espectáculos dijo lo mismo en su último artículo. – dije orgullosa.

Mis padres eran famosos en el mundo de los negocios por lo que en general éramos bastante conocidos en el país. Y cuando yo realizaba mis famosas fiestas era normal verme encabezar las noticas de espectáculos locales.

-Soy muy afortunada de tenerte. - Camila susurro en mi odio.

Sonreí feliz, mi vida era justo ahora un maldito sueño.

-Es por eso también, que tuvimos que prepararte este año un regalo tan especial como vos. - mi mama siguió hablando en el micrófono, con una copa de champagne en la mano.

Oh dios, grite emocionada en mi interior, podría ser cualquier cosa, una mansión, una renovación de auto, o un jet privado para hacer ese viaje que mencione antes, que tanto esperaba.

De pronto la música que había estado sonando de fondo paro de abrupto y la gente alrededor empezó a moverse abriendo paso. De entre la gente pude ver dos hombres de traje negro seguidos de un montón de policías siguiéndolos, todos con pistolas. ¿Pero que carajo estaba pasando?

-Oficina de Investigación del Estado, ¡manos arriba! - uno de los hombres grito cuando se acercó más a el escenario, apuntando a mi padre. 

Abrí los ojos asustada, pero que mierda.

-Jimena y Sebastián Domínguez. - hablo acercándoseles- Están bajo arresto por lavado de dinero y fraude.

-¿QUE?.- grite acercándome ahora yo.

-Esto tiene que ser un error. - dijo mi madre confundida.

-Todo su capital está congelado hasta nuevo aviso. – siguió hablando el hombre.

-¿Cómo se atreve?- mi papá grito furioso.

El hombre soltó un suspiro cansado y camino a mi papá.

-Todo lo que diga puede y será usado en su contra en una corte. - se cruzó de brazos. - Arréstalos, Jony.

Uno de los tantos policías avanzo y se posiciono detrás de mis padres, posteriormente les coloco esposas. Yo no entendía nada, la sala llena de invitados se había quedado en silencio, observando todo y chismoseando, yo solo veía horrorizada.

-Papá. - me acerque a ellos y lo abrace. - Mamá, pero...

-Aléjese señorita. - dijo el policía empujándome. Mis ojos se llenaron de lágrimas, estaba completamente perdida.

-¡¿Pero que mierda está pasando?!

Los demás policías y los hombres de traje empezaron a salir, seguidos de el policía que esposo a mis padres, arrastrándolos con él, los cuales, por supuesto no pusieron resistencia, esto debía ser una confusión.

-¡Encontra a Ubaldo Velasco, él va a cuidar de ti!- mi padre me dijo mientras pasaban frente a mí.

-¿Quién? - pregunte confundida.

-Ubaldo Velasco, Brisa ¡Buscalo! – eso fue lo último que escuche de mi madre antes de que los sacaran del lugar.-

-No no noo. - dije tomando mi cabello en manos, no entendía nada.

Vi a Camila hacerse paso entre la multitud y alcanzarme, me tomo en brazos mientras yo lloraba.

-¿Esto quiere decir que ya no tendrás ese lujoso viaje?- me pregunto.

La miré enojada, creí que se había acercado a consolarme a ayudarme, incluso si solo bromeaba ¿eso era todo lo que se le ocurría decir?

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Cute Mess (Brangie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora