THE QUEEN -A NEW MONARCH- LEE MINHO (2)

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—Anna, no necesitas salir a trabajar—Gon me seguía por los pasillos del palacio.

—Esto no se trata de dinero, se trata de que Lenna me ha confiado su academia y no puedo dejarla botada—contesté—Manda a todos los guardias que quieras conmigo, de igual forma iré—me detuve y lo miré.

—De acuerdo, pero que Young vaya contigo—negué.

—Él se queda contigo y eso no se discute—respondí.

-—Anna, por favor, has lo que te pido—sonreí.

—Mi amor, te recuerdo que he hecho muchas cosas a petición tuya, no necesitas que te lo recuerde, así que, por favor, tú has lo que yo te pida—besé sus labios y continué caminando.

Ya estaba acostumbrada a que me siguieran los guardias a todos lados, lo que yo quería era que él estuviera seguro, y no podría confiarle su vida a nadie más que a Jo Young.

Salí del palacio y nos dirigimos a la academia.

Mi día inició con papeleo y otra junta, esta vez fue para decidir la temática del evento para el próximo año. Haríamos un festival para el día de muertos, buscaríamos financiamiento para traer bailarines del folclor mexicano, y todo lo que representara la cultura de nuestro país. Me emocionaba compartir un poco de nuestra increíble y rica cultura, el día de muertos en México era una celebración digna de admirar.

Por otra parte, nuestra relación la sentía más sólida, más que en cualquier momento, mi confianza y mi vida prácticamente estaban en sus manos, así como él lo hacía conmigo.
Desde que nos conocimos, nunca se detuvo a ocultar o mostrarse afectuoso conmigo, al contrario, ahora lo era más. Las flores no faltaban en la academia, o en mi recámara, enviaba comida o bebidas para mí. En el aspecto material, había repuesto la camioneta y de vez en cuando las flores tenían un collar o pulseras con dedicatoria.

En el reino ya me consideraban su reina, solo era cuestión de unirnos en matrimonio y todo sería legal. Mis padres terminaron por enterarse de que ya era oficial el hecho de que sería reina de Corea. Recibí llamadas de todo mundo preguntando que sucedía, simplemente me limité a decir que era cierto y sin dar detalle.

Como todo lo bueno, también había cosas malas, pues vivía bajo estrés porque aún no podían atrapar al traidor, tenía la incertidumbre de que en cualquier momento algo malo pasaría y eso me desgastaba demasiado, podía notar lo mismo en Gon, sus ojeras eran notorias y me preocupaba que todo le afectara en el peor momento, podía sentir la presión sobre él y yo no quisiera ser el detonante.

Mis días yendo a la academia a trabajar, era lo que me mantenía ocupada en lo que no estaba con él.
También había comenzado a pasar el tiempo con su tío, y también nuestro médico de cabecera, era amable conmigo y las pláticas que teníamos eran largas. En cada ocasión era diferente nuestro tema de conversación. Hoy por ejemplo hablamos acerca de mi familia y lo curioso que resultaba el hecho de que mi padre y mi madre fueran de nacionalidades diferentes.

—¿Quién es Oxanna?—dejó su taza de té.

—Es muchas cosas—sonreí—Ella creció entre dos culturas, tuvo que aprender bastante rápido y siempre ser la mejor en todo—me devolvió la sonrisa.

—Suena a mucha presión—jugué con mis dedos.

—Un poco, pero no por parte de mis padres, sino de la escuela. Mis profesores y compañeros de clase. Era demasiado y no entendía porqué. Como dijo mi abuelo materno, "el ser diferente siempre hará que seas el foco de atención", así que podrá imaginar lo que es ser observado por todo mundo—asintió.

—Entiendo el sentimiento, así sucede con la familia real, el reino está a la espera de que nos equivoquemos en algo para señalarlo—arrugué la frente.