Después de la muerte de Billy, Max dejó de ser la misma.
Una carcajada, incluso una sonrisa sincera se volvieron desconocidos en su vida.
Por otro lado esta t/n Bennett, recién llegada a Hawkins (o regresada), con un trágico pasado, pero dispuesta...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Qué pasó?
-Maxine Mayfield es insoportable, eso pasó -contesté aún con la sensación de molestia caminando. Max ya no estaba a la vista, lo cual me alegraba.
-¿Tienes detención?
-Sí, rompimos un microscopio. Me quedaré después de clases -bufé irritada. Todo era culpa de Max.
-Íbamos a ir de compras después de clases, dijimos que te daríamos un recorrido por los buenos lugares de Hawkins.
-No podrá ser hoy. El profesor Hudson prácticamente nos sentenció a muerte si no nos presentabamos.
-Ahg, siempre lo detesté.
Estuvimos juntas por varios minutos y ayudaron a que mi humor mejorara bastante, pero la hora de clase estaba por acabar, así que antes decidieron decirme algo.
-No escuches a Max, sabes que está afectada aún por lo de Billy, dice las cosas sin pensar y...
-Pura mierda -interrumpió a Chrissy.
-¡Lana! -le regañaron las otras.
-¿Qué? Está bien que esté en duelo y la mierda, pero no le da derecho a ser una idiota con los demás, especialmente con alguien que no le ha hecho nada malo. Esta es la cuestión -se acercó más a mí-, si esa chica te vuelve a hacer o decir algo, me avisas para patear su inútil y rojo trasero -no pude evitar reír notoriamente. Estaba agradecida por tenerlas en mi vida. No hace mucho que las conozco y ya no las quiero dejar ir.
-Hecho -estreché su mano con una sonrisa recibiendo el mismo gesto de ella.
-Buena suerte escuchando a la loca -esa fue Emily. Lana le mostró el dedo medio sin dejar de sonreír.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las clases ya habían terminado, y en lugar de dirigirme a mi casa estaba caminando hacia el aula de detención.
Al llegar ya se podía ver a T/n y unos siete chicos más. Me senté en el asiento a lado de T/n dándome cuenta de como esta intenraba evadirme. No podía culparla. Me sentía mal por lo que dije, y por como la había tratado últimamente. Estaba consciente de que le debía una disculpa, pero no sabía cómo hacerlo. Ya no.