Después de la muerte de Billy, Max dejó de ser la misma.
Una carcajada, incluso una sonrisa sincera se volvieron desconocidos en su vida.
Por otro lado esta t/n Bennett, recién llegada a Hawkins (o regresada), con un trágico pasado, pero dispuesta...
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Era la hora del partido, Chrissy seguía bastante preocupada por Jason pero intentaba disimularlo. Una tal Tammy cantó el himno nacional, terrible, si me lo preguntan y nosotras solo hacíamos nuestro trabajo que era animar al equipo. Jason era sin duda el que más destacaba, se veía tan... sano, que por ello aún no me entraba en la cabeza el haberlo visto comprándole drogas a Eddie Munson, si no lo hubiera visto jamás lo hubiera sospechado.
La multitud de Hawkins High School gritaron emocionados cuando Jason anotó otra canasta y este señaló a Chrissy con una sonrisa dando a entender que era por ella, mi amiga se sintió alagada, pero seguramente con todo lo que estaba pasando por su cabeza le costó sonreír porque le salió una mueca un tanto extraña pero que Jason no pudo notar muy bien ya que casi de inmediato regresó a poner toda su atención en el juego.
—Tranquila, todo está bien. Pronto lo resolveremos y todo va a mejorar —me incliné un poco para hablarle en el oído de una manera disimulada ya que podía notar sus nervios y ansiedad. Estaba tan concentrada en el partido, Jason y Chrissy que nunca me dio por mirar a otro lado, ni siquiera unas gradas más atrás donde estaba Max a lado de Steve por apoyar a Lucas.
El juego se estaba poniendo intenso, cuando nosotros reponíamos una canasta el contrincante nos pisaba los talones, el marcador estaba muy cerca del empate siendo nosotros los de abajo. Pidieron un tiempo fuera, buscaron estrategias y regresaron al juego. Después de varios pases Jason se quedó con el balón, era la oportunidad de ganar, lanzó la bola pero al momento de hacerlo cerró los ojos como si hubiera sentido dolor, me recordó a mí cuando me había dolido la cabeza y de la nada llegaban fuertes punzadas. Pero fuera de eso el balón logró llegar al aro, rebotó en él, pero no entró. Por suerte, Lucas la atrapó, salió del área y lanzó, al igual que con Jason, el balón se quedó rebotando en el aro por unos segundos, y justo cuando creímos que todo estaba perdido, entró.
El reloj del partido se detuvo dándonos el campeonato, todos emocionados corrieron a Lucas y nosotras las animadoras también. Gritamos el nombre de Lucas en repetidas ocasiones y me alegró ver su cara de orgullo y felicidad.
—Felicidades, Lucas —fue una felicitación más personal en medio de todo el alboroto. No había hablado con él desde anoche, no sabía él cómo se había tomado todo el tema de lo que realmente soy, pero me tranquilizó cuando lo vi sonreírme.
—Gracias... T/n.
La Euforia continuaba, los jugadores se fueron a las duchas al igual que nosotras. Me estaba bañando al igual que el resto de las chicas intentando relajarme un poco cuando las punzadas en mi cabeza comenzaron a llegar, esas se sentían incluso un poco más fuertes que las anteriores, abrí mis ojos y miré la sangre en el suelo. Lo que me faltaba.
Salí dándome una poca de prisa, me cambié por un atuendo casual y tomé algunas píldoras para el dolor de cabeza que me estaba matando. Esperé a Chrissy, quien se veía preocupada, y no era para menos. Si se tratara de Max seguramente estaría igual o peor... Max, no había hablado con ella en todo el día, no había tenido la oportunidad pero tampoco había tenido el valor. A esas alturas ya ni siquiera estaba segura de si seguíamos siendo novias, pero no tenía tiempo de pensar en eso.
