Capítulo 3

50 7 0
                                    


               ∆Primer encuentro.∆

Astrid despertó bajo las cobijas de la reconfortante cama de su habitación, esa era su tercera mañana en la Torre y seguía sintiéndose sola y como una traidora, no había visto a Caleb el día de ayer y algo le decía que tampoco lo vería hoy, Vaughan lo había enviado en una misión a la ciudad, o eso le dijo Alizah, así que lo único que podía hacer era esperar a que volviera y a que volviera con bien, ademas tenia miedo de que en su regreso no viniera solo y trajera con él a un habitante de el refugio, dejo esos pensamientos de un lado y se quito las cobijas de encima, se puso de pie y de inmediato camino hasta el baño, en esos días no había salido de su piso, le daba miedo hacerlo y llegar a ver a Vaughan, en cambio Alizah la visitaba en las mañanas y en las tardes, eso era lo único que la ayudaba a no volverse loca.

Salió del baño ya lista para el día que tenia por delante, camino hacia la puerta y miro en la pantalla, al igual que los días anteriores había una mesa y sobre esta estaba la bandeja con su comida, justo delante de su puerta, abrió la puerta y tomo la bandeja en sus manos, entro y cerro la puerta detrás de ella de inmediato, dejo la bandeja delante del sillón y comió en silencio, extrañaba a Cyrus y a su padre, extrañaba a Alexei, a Nathan y a Eloise, ademas de a los pequeños Iris y Grigory, constantemente se preguntaba cómo estarían ellos, tal vez ni siquiera la recordaban, tal vez estaban mejor sin ella, esos pensamientos la llenaban de dolor, después de todo ella había llegado de golpe y había movido su vida y sus rutinas, había traído recuerdos dolorosos a su padre y a su hermano.

—tal vez es mejor que este lejos de ellos — susurro.

El silencio que le siguió a su voz la lleno de la misma soledad en la que se sentía desde que había dejado el refugio, miro su plato con comida a medio comer y decidió que ya no quería mas, entonces recordó la biblioteca que estaba en el primer piso de la Torre, sopeso el echo de salir y de inmediato tomo la idea y se puso de pie, cualquier cosa era mejor que quedarse un segundo mas en la habitación, camino hasta la puerta y salió, bajo las escaleras y se detuvo en el piso de Alizah, todo estaba en silencio, así que supuso que seguía dormida, siguió bajando hasta que llego al primer piso, miro alrededor y vio que estaba la misma persona que había visto la primera vez que entro en la Torre, pero no le hizo ningún caso, incluso pareció que ni siquiera sabia que ella estaba allí.

Se giro y camino hasta la biblioteca a un lado de las escaleras, abrió la puerta y entro en esta, la biblioteca estaba a media luz, pero era suficiente para que supiera en donde estaba todo, tres de las paredes estaban llenas de estantes con libros, la cuarta era algo parecido a una cajonera hasta la mitad de la pared, cajones grandes, medianos y pequeños llenaban esa zona de la pared, la mitad superior era cubierta por una pintura de un paisaje en blanco, y justo en el centro había una larga mesa con papeles en blanco y plumas justo en el centro, tenia dos sillas, una a cada lado y enfrentándose, parecía mas una sala de estudio que otra cosa.

De inmediato comenzó a buscar algún libro que fuera de su interés, paso las manos por la mayoría de los libros y finalmente camino hasta los cajones de la cuarta pared, abrió algunos y solo encontró algunas tarjetas que coincidían con algunos libros, otros estaban vacíos y finalmente, en uno de los cajones mas grandes, encontró varios mapas, mapas del Nido y de la Torre, ella miro los mapas extendidos en la larga mesa y de inmediato busco salidas y entradas, zonas que decían resguardo y finalmente encontró una que decía laboratorio y sala de soldados, esta ultima le llamo la atención, la sala parecía ser grande y solo tenia una entrada, pero justo por encima tenia una ventila de aire, algo dentro de ella le dijo que tenia descubrir lo mas que pudiera de el Nido ahora que estaba allí, su mente le decía que cuando saliera y volviera al refugio eso seria de una gran ayuda en su lucha contra Vaughan y contra lo que le hacia a la humanidad, de inmediato tomo una hoja y una pluma y comenzó a tomar notas y a copiar partes del mapa que la llevaría a los cuartos que llamaron su atención.

Justo cuando estaba terminando y cuando comenzaba a guardar todo lo que necesito escucho que las puertas de entrada a la Torre se abrían y como se escuchaba la voz de un hombre, se quedo quieta por un segundo y escucho con atención, por un instante creyó que era Caleb, pero la voz no se parecía a la de su compañero, escuchó otra vez y sus músculos se tensaron en cuanto descubrió de quien era la voz que estaba afuera, era Vaughan.

—¿sigue en su habitación? — le pregunto a alguien, pero no hubo una voz que le respondiera, ella se quedo quieta por un segundo, algunos de los planos seguían en sus manos —¿en la biblioteca? — de nuevo no escucho la respuesta, pero algo le dijo que estaba mirando hacia la puerta y ella se estremeció.

Escucho sus pasos y por un instante pensó que se iría, pero fue todo lo contrario, los pasos se acercaban a la biblioteca y ella se movió con velocidad, guardo los mapas en sus lugares y tomo un puñado de libros del estante mas cercano, doblo las hojas que tenia en la mesa con las instrucciones y las metió entre los libros, justo en ese instante las puertas de la biblioteca se abrieron y la imponente figura de Vaughan se encontró frente a ella, se quedo quieta y lo observo, tenia una expresión seria, pero aun así logro ver en sus ojos que le alegraba verla y estaba segura de que no era para nada bueno.

—veo que encontraste la biblioteca — susurro, su voz era plana y sin ninguna emoción, pero aun así la hizo estremecerse al escucharla, no le respondió y lo miro caminar hacia ella y cerrar la puerta a sus espaldas, el ver que estaba sola con él, al ver que estaba pasando lo que su compañero no quería que pasara, se lleno de miedo — tal perece que te habías encerrado en tu piso, algo muy desagradable — se detuvo delante de ella, Astrid no bajo la mirada, no le daría la satisfacción, estaba aterrada, de eso no había ninguna duda, pero no le daría ninguna señal de su miedo — pero me alegra ver que ya estas lejos de ese lugar, ahora puedo conocerte.

Ella lo vio alzar la mano y acercarla a su rostro, pero no aparto los ojos de los negros que la miraban, él era mucho mas grande que ella, el cabello blanco y los ojos negros, era robusto y de rasgos duros, sabia que con solo un golpe de su mano la podría mandar al piso, pero eso no fue lo que hizo, en cambio llevo su mano con fuerza a su rostro y se lo giro con velocidad, ella sintió el tirón en su cuello, la jalo mas cerca de él y sintió sus dedos presionar en la zona en donde aun estaba el chip que su hermano había intentado que le extirparan, la uña de Vaughan se enterró en su piel y ella peleó por alejarse de su agarre, pero la sostenía con firmeza y ella no pudo mas que lastimarse mas cuando sujeto el otro lado de su rostro con su mano restante y la alzo algunos centímetros del piso.

—aquí esta — hablo y presiono en el chip, ella gruño y se retorció en su agarre, puso sus manos encima de los brazos de Vaughan y pataleo, pero pareció que él no lo notaba, seguía mirando la zona de su chip y presionando — esto es lo que tanto necesito, fue un error, ¿sabes? — pregunto — este chip no era para ti, pero te lo pusieron por equivocación durante tu crío sueño — Astrid seguía luchando para que la soltara, podía sentir un hilo de sangre correr desde donde Vaughan tenia enterrada su uña — pero ahora lo tengo de regreso, aunque necesito que siga en ti un poco mas, solo un poco mas y después empezare con todo — y entonces la soltó y ella cayo al suelo de golpe, se giro y lo miro con la respiración agitada, aun desde el piso pudo ver que la veía como un trofeo, como un medio para un fin, se inclino y entonces sujeto su muñeca con fuerza, era la muñeca en donde tenia sus números en cero — el que le pusieran ese chip a alguien destinado a un compañero fue un acierto, mato dos pájaros de un tiro, tengo el chip y al compañero — Astrid miro con horror como se llevaba su muñeca a la nariz y la olía — no tienes ninguna idea de lo que pasara ahora, ya te tengo a ti, ahora solo necesito a mi rastreador y podré seguir adelante — soltó su muñeca y con velocidad la tomo del cuello y la jalo hasta que tuvo su cara a centímetros de su nariz — será mejor que no intentes nada, puedo terminar contigo y hacerte sufrir durante días, así que será mejor que te comportes, ¿entendido? — ella asintió, el agarre en su cuello era fuerte y apenas podía respirar, sabia que sus dedos dejarían una marca — bien — la lanzo de nuevo al piso y ella comenzó a toser, él se puso de pie y la miro desde arriba, Astrid lo miro con odio —ahora tengo que irme, tengo cosas que hacer, cosas mas importantes que tú, al menos por ahora, tú sigue tu estadía aquí como lo has hecho hasta ahora, después de todo esa calma no te durará mucho.

—¿Qué pasa si muero antes de que me necesites? — se atrevió a preguntarle cuando él se giro para irse, su pregunta lo detuvo y la miro por encima del hombro.

—no te preocupes, tengo métodos para que vuelvas a la vida — le aseguro y la sonrisa que le dio la lleno de miedo, él siguió con su camino y salió de la biblioteca, ella se quedo en el piso hasta que escucho que las puertas de entrada a la Torre se abrían y cerraban.

Miro hacia la mesa y se dio cuenta de que los libros seguían intactos en el mismo lugar donde ella los había dejado, respiro tranquila y se paso las manos por la piel del cuello, le picaba y sabia que de seguro tenia las marcas de sus dedos en la piel, toco la zona de su chip y la sintió húmeda, alejo sus dedos y noto el color rojo que brillaba ante sus ojos, eso era lo que quería, ese era el motivo por el que la quería con vida, su chip y el que fuera un compañero, y no solo eso, sino que era la compañera de su rastreador, ya sabia algo de Vaughan, solo faltaba saber para que motivos la quería a ella y a su chip, y con los papeles que había obtenido esa mañana lo descubriría y lo haría muy pronto.

Compañeros. Libro 2. En Tierras Enemigas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora