∆Capturados∆
Astrid seguía en su habitación, su corazón seguía doliendo y seguía viendo los números en su muñeca, no podía creerlo, no quería creerlo, no quería pensar en su compañero de esa forma, no después de como él la había mantenido ha salvo, pero eso era en lo único en lo que podía pensar, por eso le sorprendió sentir sorpresa en su vinculo, habían pasado solo un par de horas desde su conversación con Caleb, ni siquiera sabia que hora era, pero la sorpresa se transformo en miedo y después en enojo, no era ella, no eran sus sentimientos, aun cuando se sintiera de esa forma, esos sentimientos eran de su compañero, se puso de pie y se limpio el rostro, su pecho dolía y sentía el corazón pesado, se concentro en su compañero, aun cuando en ese momento no quisiera verlo, se concentro en su vinculo y lo sintió con mas claridad, ahora el sentimiento ya no era solo una sensación, ahora era algo completo dentro de ella, podía distinguirlo, podía palparlo, y no le gusto para nada lo que sintió.
Camino fuera de su habitación y de su piso y bajo las escaleras, Alizah estaba de pie delante de la puerta de la Torre y un soldado le daba instrucciones, Astrid se estremeció al ver al soldado frente a ella, pero lo hizo a un lado y se acerco mas.
—Alizah, ¿esta todo bien? — ella se giro y la miro, el miedo en sus ojos la puso en alerta.
—yo… no lo se, no estoy segura de lo que esta pasando — ambas miraron una vez mas al soldado frente a ellas, pero este no les dijo nada — me dijo que hoy nadie puede salir de la Torre, estamos bajo encierro.
—¿y porque estamos bajo encierro? — pregunto con dureza y dio un paso al frente — ¿de nuevo?
—ordenes de Vaughan — la voz del soldado frente a ellas fue plana, sin ninguna emoción.
—¿estamos en peligro? — Alizah pregunto, pero no obtuvo una respuesta.
—¿es por los hombres que han traído esta misma mañana? — la pregunta de Alizah la hizo mirarla con sorpresa, algo dentro de ella se removió.
—¿hombres? — pregunto en un susurro y cuando Alizah asintió fue cuando su miedo creció — ¿Cuáles hombres? — pregunto una vez mas, pero el soldado delante de ella se mantuvo en silencio.
Astrid miro todo a su alrededor, algo en cuanto a ese nuevo grupo que habían llegado no le gustaba, ademas los sentimientos que su compañero le enviaba la hacia sentir mil veces peor, tenia miedo, miedo de quien podría ser, pero ella no se quedaría en ese lugar a esperar a que alguien fuera, ella tenia que salir de la Torre, ella tenia que saber quienes eran los que habían llegado, sin que nadie la detuviera corrió hacia la puerta y salió de la Torre, no se detuvo a ver a su alrededor, corrió por los pasillos con los gritos y ordenes a sus espaldas, sentía la sangre corriendo con rapidez por sus venas, pero no se detendría, ella tenia que saber, algo la movía a saber.
Cuando llego frente a las puertas que daban a la zona de entrada, esa que había sido lo primero que vio al entrar en el Nido, fue cuando pudo detenerse por un segundo, su respiración era rápida y todo su cuerpo estaba caliente y sudado, escuchaba los pasos veloces a sus espaldas, las ordenes y el rápido movimiento de los soldados que la estaban buscando, pero no se daría la vuelta, no esta vez, dio un paso mas cerca de la puerta y antes de que ella pudiera abrirla, antes de que siquiera hiciera el intento, la puerta se abrió frente a ella, dio un paso atrás y se preparo para pelear, pero entonces vio el cabello blanco frente a ella y se relajo, era Caleb y la miraba con sorpresa, con miedo y con remordimiento.
—¿Astrid, qué haces aquí? — ella lo escucho, lo escucho con claridad, pero antes de que pudiera responderle guió su mirada a las espaldas de Caleb y sus ojos alcanzaron ha ver al interior de la habitación, fue cuando logro ver al grupo de sobrevivientes que estaban arrodillados justo a la mitad de una de las pistas de entrada, pero eso no fue lo que la motivo a seguir adelante, lo que la motivo fue distinguir el rostro de su hermano entre el grupo de personas.
Se movió con rapidez, empujo a Caleb he ignoro el grito que dio al verla dirigirse hacia la puerta, entro a la habitación y se quedo quieta al ver el grupo con mayor atención, Caleb la sujeto del brazo y la intento girar, pero ella se removió, no quería que la tocara, no ahora cuando podía ver a su hermano en ese lugar y en ese estado, todo el grupo estaba de rodillas en una fila, todos estaban heridos, sangre en sus rostros, en sus ropas y en el piso, todos estaban de rodillas delante de Vaughan y de Aharon.
—Cyrus — su voz se escucho como un grito en la gran habitación, Vaughan y Aharon se giraron a mirarla, pero ella solo veía a su hermano.
—parece que tengo que mejorar la seguridad de la Torre — susurro Vaughan al verla.
—me la llevare de inmediato — Caleb hablo detrás de ella, pero antes de que pudiera tomarla del brazo, la voz de Vaughan lo detuvo.
—no, déjala, la quiero aquí — se rio, Caleb y Cyrus lo miraron con enojo, pero él los ignoro — después de todo es gracias a ella que todos ellos — apunto con su mano al grupo de humanos de rodillas delante de él — están aquí.
Eso detuvo a Caleb y Astrid, fue ella la que habló después de el silencio que se formo — ¿de que estas hablando? — dio un paso mas cerca y entonces dejo de ver a su hermano para ver a Vaughan — ¿yo soy el motivo?
—pero claro — Vaughan se rio y dejo de estar delante del grupo de personas para caminar hasta ella — ¿Por qué otro motivo crees que sigues con vida? — Astrid negó y su ceño se frunció, pero no dio un paso atrás — siempre he necesitado algo tuyo, Astrid, pero para poder tenerlo necesito algo para motivarte a dármelo, al menos antes de que lo tome a la fuerza, después de todo no me gusta ensuciarme las manos.
—no entiendo — negó con la cabeza y Vaughan se rio al verla tan confundida — no tengo nada que pueda servirte.
—en eso te equivocas — alzo el dedo y lo acerco a donde estaba colocado su chip — tienes algo que quiero y que necesito, pero por desgracia no he podido tomarlo, mi buscador no me ha ayudado en esa tarea — Caleb lo miro con enojo al verlo tocarla — pero ahora, ahora tengo algo en mi poder que me ayudara a obtener lo que quiero.
Con velocidad, y sin que nadie lo detuviera, tomo a Astrid del cuello y la jalo con fuerza, Caleb dio un paso he intento alejarlo de ella, pero un golpe en sus costillas lo tiro al suelo, se doblo del dolor y miro a su espalda, Aharon lo miraba con una sonrisa burlona en el rostro y un tubo de metal en la mano.
—¿Qué se siente estar en el suelo, rastreador? — se rio.
—yo mismo me encargare de matarte, traidor — le advirtió y Aharon se rio, este se inclino y lo miro con burla.
—lo dudo, ahora yo estoy en donde tu estabas, ahora yo soy mayor que tú — le golpeo la mejilla con el puño y Caleb escupió la sangre en el piso, los gritos y forcejeos de Astrid lo envolvían, alzo la mirada y vio como su compañera era arrastrada hasta estar frente al grupo de sobrevivientes, vio como la colocaban de rodillas y como la sujetaban del cabello, él sintió su dolor y ella sintió el dolor de él, pero ninguno podía hacer algo por el otro.
—ahora, quiero que me permitas obtener el chip de tu cerebro — Vaughan le hablo a Astrid al oído, pero ella no se movió, sentía el dolor en su cabeza, en su cuello y en sus costilla, pero no le daría esa satisfacción a Vaughan — ¿no me dirás nada? — la jalo del cabello una vez mas, pero ella nunca alejo sus ojos de los de su hermano — veo que somos testarudos, entonces tendré que recurrir a otras medidas — sin soltarla alzo la mano y un soldado se coloco de una mujer que no parecía ser mas grande que Astrid, alzo su arma y apunto a su cabeza, Astrid se removió con miedo y miro al grupo de sobrevivientes delante de ella, miro a su hermano, a Nathan y muchos otros que la habían tratado con amabilidad en sus días en el Refugio — cada vez que me lo niegues yo daré la orden y uno de ellos será asesinado delante de ti, ¿esta claro?
—porque no solo lo tomas a la fuerza — le dijo y Vaughan se coloco delante de ella, la tomo de las mejillas y le apretó el rostro — ¿Por qué no tomarlo?
—veras, ese chip, el chip que tienes dentro de ti es uno muy especial, esta conectado a ti de una forma poco común, y si lo tomo a la fuerza podría dañarlo y entonces no me serviría de nada — su rostro estaba tan cerca del de ella, que Astrid sintió cu respiración entrar en su boca — así que necesito que me lo des sin luchar y te necesito despierta cuando eso pase, ahora, ¿me darás tu chip?
Astrid no podía, no quería dárselo, si lo que Caleb le había dicho era verdad, si ella le daba su chip, lo que quedaba de humanidad, los pocos sobrevivientes que quedaban en el mundo serian destruidos, desaparecerían poco a poco, pero si no se lo daba, si se negaba, mataría a todos frente a ella, mataría a su hermano y después seguiría ella, su padre se quedaría solo, pero no podría dárselo, no si con eso salvaba a aquellos que quedaban, miro por detrás del hombro de Vaughan y miro a su hermano y a su compañero, ambos heridos y con sangre en la piel, ambos la miraban con preocupación y cariño, ambos negaban con sus cabezas.
—no te lo daré — miro de nuevo a Vaughan, este ladeo la cabeza y la miro con atención — no te dejare tenerlo y si puedo hacer que se vuelva inútil para ti lo haré, si lo puedo evitar, tú nunca tendrás el chip en tus manos.
Vaughan se rio — muy bien, entonces tú tendrás su sangre y sus vidas sobre tus hombros — miro a su lado y un instante después el sonido de un arma hizo que Astrid saltara y mirara el cuerpo sin vida de la mujer, la sangre había salpicado el piso y comenzaba a extenderse como una alfombra carmesí, el hombre con el arma se movió al siguiente — preguntare de nuevo, pero antes necesito que me respondas otra pregunta — alejo sus manos de la piel de Astrid y la arrastro hasta estar frente al cuerpo frío he inerte que estaba tendido en el suelo, sus ojos estaban abiertos con horror y la miraban a ella — ¿Cuántos más morirán por causa tuya?
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Compañeros. Libro 2. En Tierras Enemigas.
Science FictionAstrid estaba nerviosa y asustada, estaba en un helicóptero con su compañero y con el responsable de lo sucedido al mundo, a partir de ahora caminaba en una cuerda floja. Había dejado atrás la seguridad del refugio, a sus amigos y a su familia, pero...