Capítulo 14

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           ∆Información necesaria.∆

Astrid se levanto esa mañana con un sentimiento de que ese día seria diferente a los demás que llevaba en la Torre, se cambio y desayuno, en cuanto se llevaron los restos de su desayuno decidió que esa mañana la pasaría en la biblioteca, tal vez pudiera encontrar algo mas que le seria de utilidad, no había utilizado de nuevo los mapas que encontró pero algo dentro de ella le decía que los necesitaría muy pronto, cuando llego a las puertas de la biblioteca se quedo de pie y no hizo ningún sonido, sentía algo diferente, algo no se sentía como los días anteriores, se quedo quieta y en silencio esperando descubrir que era lo diferente, solo un momento después supo que era, se escuchaba demasiado movimiento a las afueras de la Torre, pasos y ordenes se gritaban a solo centímetros de ella, la puerta que daba hacia el resto de el Nido era lo único que le evitaba ver el motivo de tanto escándalo, pero cuando escucho una voz que creyó reconocer supo que tenia que salir de la Torre, apretó el botón y miro al cuarto que la dividía de la otra puerta, por primera vez desde que llego y para su fortuna, esa habitación estaba vacía, camino y se quedo de pie justo frente a la ultima puerta, respiro hondo y salió de la Torre.

Miro de un lado a otro de el pasillo, estaba vacío, pero podía seguir escuchando el alboroto correr por el pasillo, sopeso un momento si ir por la derecha o por la izquierda, al final se fue por la izquierda, el lugar en donde se escuchaba menos ajetreo, caminaba despacio, casi de puntitas, iba pegada a la pared y miraba a todos lados, fue solo a final de un pasillo en donde encontró la raíz de todo el alboroto, podía distinguir la voz de Vaughan, de su compañero y otra voz masculina, que reconocía, pero no lograba saber con certeza quien podría ser el dueño de esa voz, se quedo agazapada a un lado de la puerta mientras escuchaba lo que se hablaba al interior de esa habitación.

—¿en donde dices que esta? — ese era Vaughan, hablaba con interés, como si lo que preguntara lo haría el hombre mas invencible de todos.

—justo aquí, cerca de lo que antes era el parque botánico — esa era la voz que reconocía, pero que no podía identificar, algo al escucharla la hacia estremecerse — esta justo debajo, pero las entradas están alrededor.

—¿y como podríamos creerte? — esa era la voz de su compañero y entonces recordó el tiempo que llevaba sin hablar con él — después de todo estas traicionando a los tuyos, ¿Cómo sabemos que no nos traicionaras a nosotros?

—es mejor para mi estar con ustedes, que en contra, ¿no lo crees, rastreador? — el tono de burla al referirse a su compañero la hizo llenarse de enojo — ademas, ustedes me ofrecen mas.

—eres una basura por traicionar a los tuyos.

—tal vez — se rio — pero también soy lo suficientemente inteligente como para buscar por mis propios intereses.
—eso es suficiente, rastreador — la voz de Vaughan se alzo y detuvo su pequeña pelea — puedes retirarte, te llamare cuando te necesite.

Después de eso no se escucho nada y Astrid se apresuro a esconderse, pero no pudo moverse con la suficiente velocidad, solo dio un par de pasos cuando la voz, incrédula y enojada, de su compañero, la hizo detenerse.

—¿Qué rayos estas haciendo en este lugar? — se quedo de pie delante de la puerta y miro con los ojos llenos de sorpresa a su compañera, dio un par de pasos y camino hasta donde ella estaba, la sujeto del brazo y la giro — ¿Por qué no estas en la Torre? ¿Qué haces aquí?

—yo… yo solo — Astrid tartamudeo al ver al rastreador delante de ella y no a su compañero — escuche demasiado ruido, creí que algo malo estaba pasando, solo quería saber que estaba ocurriendo.

La mirada de su compañero se calmo y la miro como antes — no tendrías que estar en este lugar, Astrid, algo muy malo podría pasarte si Vaughan se entera — antes de que pudiera decir algo mas un ruido de la puerta a sus espaldas se escucho y el rastreador sujeto a Astrid con mas fuerza del brazo y la jalo por el pasillo hasta una de las habitaciones que se utilizaban como bodega — no hagas ningún ruido — le susurro ha Astrid en el oído y ella sintió como su compañero se quedaba de pie a sus espaldas, su pecho la rozaba con cada respiración y sentía el tibio aliento sobre su cabeza.

Ambos se quedaron en silencio y esperaron, comenzaron ha escuchar los pasos acercarse a donde ellos estaban escondidos, Astrid soltó una profunda respiración y su compañero cubrió su boca con su mano, su otro brazo la rodeo por el estomago y la estrujo contra su pecho, Astrid dejo de respirar al sentir el calor del cuerpo de Caleb rodearla, Caleb no se quedaba atrás, estaba nervioso y no exactamente porque Vaughan pudiera encontrarlos, sus nervios tenían que ver con la mujer que solo le llegaba al pecho y que ahora mismo su respiración le calentaba la mano, tenia días sin sentirla tan cerca, sin verla siquiera, sabia que tenia que decirle a Astrid quien había llegado a el Nido, ella merecía saberlo, pero algo lo detenía, quería tenerla de esa forma mas tiempo, su piel ardía y su respiración se agitaba al sentir el calor de su compañera tan cerca.

Solo cuando dejaron de escuchar los pasos y las voces en el pasillo ambos se sintieron tranquilos y Caleb la soltó y se alejo un aso de ella, su cuerpo se sentía caliente y un cosquilleo le recorría lo bajo del abdomen, encendió la luz de la pequeña bodega y miro a su compañera, sus mejillas estaban llenas de color y sus ojos estaban brillosos, pero tenia que decirle quien había llegado esa misma mañana con Vaughan, así que ignoro lo que su compañera le hacia sentir y abrió la boca.

—uno de los tuyos llego hoy al Nido con Vaughan — Astrid frunció el sueño y miro a su compañero — creo que se llama Aharon — él miro como el reconocimiento cruzaba sus ojos — lo conoces.

Astrid asintió — él fue uno de los que me recibió cuando me encontraron en las cámaras de crío sueño — Astrid se mordió el labio y dio un paso mas cerca de su compañero — ¿Cómo llego aquí?

—por lo que nos dijo había salido en una expedición con otro compañero, parece que le disparo y Vaughan le ofreció una mejor oportunidad que en donde estaba, desde que volvieron sin ti él fue relevado de su puesto y se cree merecedor de cosas mejores — le dijo y Astrid se estremecía al escuchar lo que Aharon había echo para lograr lo que quería.

—¿a quien le disparo? — se detuvo justo delante de su compañero y lo miro a los ojos — ¿Quién iba con él?

—dijo el nombre de Alexei.

Astrid dejo de respirar, no podía ser cierto, eso no, ¿Aharon había matado a Alexei? No, no, no, se negaba a creerlo, pero si el mismo lo había asegurado debía de ser verdad, temblaba y sentía que no podía respirar, Alexei era alguien bueno alguien que no merecía algo como eso, ¿Dónde estaba ahora? ¿su cuerpo seguiría en la calle o los salvajes se lo habían llevado? Y Eloise, sus hermanos, ellos estaban en el Refugio esperando a que Alexei vuelva, ¿Cómo sabrían que nunca mas volvería con ellos?

—no pudo, eso-eso no es posible — alzo la mirada y vio como su compañero la veía con tristeza — ¿Cómo pudo hacerlo? — su voz se rompió y Caleb se acerco a ella y la sostuvo entre sus brazos, ella lucho para que la soltara, pero él no se lo permitió, ella no lloraba por ella, lloraba por Alexei y por Eloise, porque nunca podrían llegar a casarse como tanto querían, porque los hermanos de Alexei ahora estaban solos en ese mundo tan destruido y porque Alexei nunca vería de nuevo a su familia, ni su familia lo vería a él.

—lo siento Astrid, en verdad lo siento — Caleb la sujeto y la dejo llorar, cuando ella dejo de llorar le pidió que tuviera cuidado, que se mantuviera lejos de Aharon, que algo mas ocultaba, no confiaba en él y no lo quería cerca de su compañera.

Fue solo un par de horas después que Caleb la sostuvo entre sus brazos y la llevo de regreso a su habitación en la Torre, ella ya estaba dormida cuando la dejo sobre su cama, pero no se fue, se quedo con ella durante el resto del día y de la noche, sabia que tenia que decirle todo lo que Aharon les había dicho, todos esos datos y ubicaciones, pero no se lo diría en ese momento, ella necesitaba descansar y entonces se lo diría, ademas estaba el echo de sus soldados, de los lugares de donde llegaban y como eran hechos, ella necesitaba saber todo lo que el Nido ocultaba detrás de sus muchas puertas, también tenia el derecho de saber quien era él.

Compañeros. Libro 2. En Tierras Enemigas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora